Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 138

Sylvia se detuvo por un breve momento y suspiró profundamente.

“Ella es una hija filial, pero lástima que haya nacido como una niña que al final se casará. No le corresponde a ella heredar el próspero negocio familiar”.

Ethan sintió un escalofrío por su espalda. Miró a la mujer con cautela.

Sylvia extendió la mano para tomar un sorbo del té caliente a su lado antes de mirar a su hijo. “¿Sam volverá a casa pronto?”

Sam Jennings era el sobrino de Ethan, el único hijo del segundo hijo de Sylvia. Eso lo convirtió en su único nieto de sangre.

En el pasado, Ethan, que era solo un estudiante que vivía en la extrema pobreza, conectó con Cathy Morrison, la querida hija de la familia más rica de Jincheng. Fue por esta razón que las condiciones de vida de los Jennings disfrutaron de un ascenso meteórico.

Era una lástima que los Jennings fueran una casa pequeña. En esa época en la que se consideraba común que cada hogar tuviera de cuatro a cinco hijos en promedio, los Jenning solo tenían un par de niños.

El segundo hijo, James Jennings, falleció a una edad temprana debido a una enfermedad, dejando una viuda embarazada. Compadeciéndose de la pobre mujer, Cathy los invitó a Jincheng y les encontró una casa para quedarse.

Su cuñada Ann Stewart tenía una personalidad indiferente. A pesar de vivir en la misma ciudad, no se había mantenido mucho en contacto ni con los Jenning ni con los Morrison.

Cathy respetó la decisión de la mujer de mantener la distancia, por lo que no iniciaba contacto con ella a menos que fuera necesario.

La única excepción fue diez años atrás cuando Sam quiso continuar sus estudios en el extranjero. Ann, que no estaba en las mejores condiciones económicas en ese momento, recibió una vez más ayuda de Cathy.

Esas dos familias deberían haber sido parientes cercanos, pero no hubo muchos intercambios entre ellos en los últimos años.

Ethan desvió la mirada y asintió suavemente.

“Así es. Me dijeron por teléfono que volvería a casa en abril”.

“Bueno, eso es genial. La sangre de Jennings también corre por él. Siempre ha sido un niño inteligente con excelentes resultados académicos. Creo que la Corporativa Jennings tendrá un futuro brillante bajo su dirección”.

Ethan frunció el ceño ligeramente.

Sylvia no hizo más comentarios, pero agitó la mano en el aire con desdén. “Muy bien entonces, continúa con tus responsabilidades. Estoy cansada y necesito descansar”.

“Bien”. Ethan finalmente asintió.

……

Por otra parte.

Nell estaba absorta en su trabajo.

La agenda reciente de Daniel había sido agitada, aunque estaba trabajando principalmente en eventos comerciales a pequeña escala. Él hacía poco que había regresado, por lo que requeriría más tiempo hasta que pudieran obtener el próximo gran proyecto.

El evento más reciente e importante fue probablemente su primer concierto desde que regresó.

Fue solo un mini concierto con una sesión que duró menos de dos horas. El objetivo de este evento no comercial no era vender tantas entradas como fuera posible. Aunque tenía una gran base de seguidores, acababa de regresar del extranjero, sin mencionar que no había estado involucrado en eventos locales en los últimos años. Por esta razón, no muchos de ellos eran fieles seguidores.

La mayoría de ellos se sintieron atraídos por su apariencia o trabajos más recientes.

Nell organizó este mini concierto en un entorno de reunión de fans para acercarlo a su audiencia, con la esperanza de convertirlos en fans leales.

Después de todo, la práctica dentro de la industria del entretenimiento allí era diferente a la de otros países; era obligatorio reunir un grupo de fans leales que defendieran a sus ídolos durante incidentes inesperados. Daniel, que había seguido su carrera en el extranjero, no estaba familiarizado con estas prácticas, por lo que la empresa tuvo que considerar eso.

El mini concierto fue un gran éxito. Daniel ya tenía experiencia en hacer palpitar los corazones de sus fanáticos.

Las voces de sus fans se volvieron ásperas por todos los gritos histéricos cuando solo habían transcurrido algunos minutos del concierto. El ambiente general fue satisfactorio.

Nell, que fue a supervisar el evento personalmente, se sintió aliviada por el agradable resultado.

Ella estaba a punto de irse cuando notó una pequeña figura familiar sentada en el rincón oscuro del auditorio.

¿Lizzy?

¿Qué estaba haciendo ella allí?

Nell escaneo su alrededor, pero se dio cuenta de que nadie acompañaba a la chica.

La pequeña estaba sentada sola en un rincón, con los ojos fijos en el escenario. Ese rostro diminuto, hermoso y delicado, envuelto por sombras oscuras, era un espectáculo lamentable.

Nell aceleró el paso.