Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 232

Un extraño aroma llenó el aire. Ella no le prestó atención al olor cuando entró porque no era tan fuerte en ese momento. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, se volvió más fuerte y picante.

Se obligó a alcanzar la puerta, pero no pudo reunir las fuerzas suficientes para abrirla. Trató de gritar, pero sintió que sus palabras se le atascaban en la garganta.

Lentamente, comenzó a sentirse mareada y sus ojos se sentían cada vez más pesados…

En el último momento, antes de desmayarse, vio que el conductor se quitaba la máscara y se volvía hacia ella con una sonrisa siniestra.

“Tú… tú eres…”.

…

Nell no tenía idea de cuánto tiempo estuvo inconsciente.

Sin embargo, un escalofrío repentino en su cuerpo la despertó.

Ella abrió los ojos borrosos y lo primero que vio fue una sala de operaciones toscamente construida con cemento. Las paredes grises estaban apagadas y frías, y sobre su cabeza había una lámpara blanca cuya luz era tan fuerte que le irritaba los ojos.

'¿Dónde estoy?'.

Cuando recuperó la conciencia, recordó que había pedido que la llevaran a la tienda de cerámica y olió algo en el automóvil. Luego se desmayó y no pudo recordar nada a partir de allí.

Ella trató de huir. Mirando a su alrededor, vio dos filas de pilares de vidrio que estaban llenos de algo líquido. También había una especie de cadáver de animal empapado dentro del líquido con todo tipo de cosas extrañas colgadas en la pared.

El aire apestaba a sangre y formalina.

Ella se encontraba en una cama de operaciones con sus miembros fuertemente esposados, como si fuera una oveja esperando ser sacrificada.

“¿¡D-dónde estoy!?”.

Nell estaba asustada. Trató de luchar, pero se dio cuenta de que su cuerpo estaba tan débil que no podía reunir la fuerza suficiente para liberarse. Era como si le hubieran inyectado algo en el cuerpo para dejarla indefensa.

La habitación estaba en silencio y ella era la única allí.

El silencio era como el silencio antes de la tormenta, tan aterrador que era sofocante.

'¿Qué está pasando? ¿Pensé que estaba en el auto? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué es este lugar? ¿Quién me secuestró?'

La mente de Nell estaba hecha un lío, pero entonces sonaron una serie de pasos.

Era el ruido de los tacones pisando el suelo de cemento que sonaba como la sentencia de muerte del infierno y le provocaba escalofríos en la espalda.

Nell estaba tan nerviosa que cada músculo de su cuerpo se tensó.

'¿Es el secuestrador?'.

Cuando los pasos se acercaron, un rostro familiar apareció sobre ella.

“Nell, nos volvemos a encontrar”.

Nell abrió mucho los ojos en estado de shock.

“¡¿Celine?!”.

Cuatro hombres altos y musculosos entraron junto con ella.

Celine todavía tenía esa sonrisa suave y tierna en ella, pero no encajaba con el ambiente inquietante que la rodeaba.

“¿Sorprendida de verme aquí?”.

Nell frunció el ceño e instantáneamente se dio cuenta de algo.

“¿De qué se trata esto?”. Ella gritó.

“¿No puedes averiguarlo por ti misma? ¿Nell Jennings? ¿Aun sigues tratando de hacerte la tonta conmigo? ¡¿Acaso es tan divertido jugar conmigo?!”.

Celine le dio un codazo en el pecho a Nell con violencia. Como Nell estaba indefensa y no vio venir el ataque, su pecho se sentía extremadamente dolorido.