Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 289

Él levantaría el letrero para pujar siempre que Lucy demostrara un indicio de cariño.

La Corporación Yard se dedicaba al comercio de propiedades y materiales de construcción y, como empresa líder del país a este respecto, había acumulado una abundancia financiera.

Como hijo único del presidente Yard, Trent, por supuesto, no estaba corto de fondos.

Él gastaba dinero como agua cuando trataba de cortejar chicas, tirando dinero solo para conseguir una sonrisa.

Sin embargo, se encontró con Joel hoy.

En cada artículo que Trent tenía en la mira, Joel haría todo lo posible para ofertar más.

Trent mantuvo la calma al principio, pero pronto se dio cuenta de que el precio se disparó a un ritmo increíble.

Era como si esos números no representaran dinero.

Claro, Trent tenía dinero, pero no era para gastarse de esta manera.

Un brazalete, valorado en apenas quinientos mil dólares, fue pujado a treinta millones por Joel.

Si él no supiera que es Joel Foster, un famoso bueno para nada por su riqueza, Trent probablemente sospecharía que Joel estaba tratando de extorsionarlo.

Lucy, capaz de sentir que algo andaba mal, se volteó y miró a Joel con una expresión de altivez en el rostro. Ella lo fulminó con la mirada antes de girar la cabeza hacia atrás para instar a Trent.

“Joven Amo Yard, olvídalo. ¡Deja que el Joven Amo Foster lo tenga si le gusta tanto! Veamos qué más tiene la subasta”.

Sin embargo, ella no se dio cuenta del hecho de que los hombres eran propensos a hacer alarde de su superioridad, especialmente frente a su amada mujer.

En este caso en particular, Trent sintió de alguna manera que Joel se estaba peleando con él debido a que Lucy estaba sentada a su lado.

Después de todo, aunque no estaban sentados juntos, Trent y Lucy se sentaron frente a Joel y su grupo. La mirada ardiente desde atrás no podía ser ignorada.

Con su paciencia probada, Trent no escuchó las palabras de Lucy e hizo una oferta.

Renunciar en un momento como este equivalía a admitir la derrota.

Cualquier hombre no se rendiría si todavía hubiera una oportunidad competitiva.

A sus ojos, Trent y Joel no buscaban un brazalete, sino el orgullo de un hombre.

Sin embargo, para su sorpresa, Joel tiró la toalla inmediatamente después de haber aumentado la oferta una vez más.

Trent estaba aturdido.

¿No estaban compitiendo?

El joven Amo Foster se detuvo en treinta y cinco millones. ¿Qué está pasando?

Conmocionado, él se volteó para mirar, pero Joel le devolvía la sonrisa y pronunciaba una palabra de manera bastante exagerada.

¡Idiota!

Trent se quedó sin habla.

El color desapareció del rostro de Lucy cuando también notó que Joel pronunciaba la palabra.

¡Hasta un idiota se daría cuenta de que Joel estaba jugando con él!

Ella le susurró a Trent: “Joven Amo Yard, este brazalete es demasiado caro. Te está haciendo ofertar. Dejémoslo”.

Trent forzó una sonrisa.

“Está bien. ¿No te gustó? El dinero no puede comprar el amor. Es solo una pequeña suma de dinero, no se lo tome en serio”.

Él pudo haber sufrido una pérdida, pero no iba a dejar que se notara.

Estas decenas de millones no eran nada comparadas con perder la reputación.