Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 348

Fue entonces cuando la Vieja Señora se dio cuenta de que su reacción fue demasiado drástica, había asustado a la niña.

Rápidamente contuvo su ira y le dijo en voz baja: “No, Abuela no está enojada. Abuela te ama. Nuestra pequeña Lizzy es tan adorable y tierna, pero aun así hay personas malvadas que quieren hacerte daño. ¡No te preocupes, Abuela te ayudará a encontrar al culpable y no la dejaré ir fácilmente!”.

Lizzy pareció entenderla y, sabiendo que la Vieja Señora no estaba enojada con ella, se tranquilizó.

Nell frunció el ceño. “Lizzy, ¿estás segura de que alguien te empujó hace un momento?”.

Lizzy abrió los ojos con inexpresivamente y luego miró a Gideon, que estaba junto a ella, con la misma mirada de confusión.

Finalmente, ella negó con la cabeza.

“No estoy segura”.

Aunque todavía era joven, ella sabía que no podía culpar a la gente así por así.

Por lo tanto, ella solo dijo la verdad. “Hace un momento, perdí el equilibrio y no puedo recordar si me resbalé sola o si alguien me empujó por detrás. De todos modos, debí haberme caído por accidente”.

En respuesta, la Vieja Señora dijo con calma: “Está bien si no lo recuerdas, podemos verificar y monitorear la cámara de video vigilancia”.

Después de que ella dijo eso, volteó la cabeza para mirar al Viejo Amo Garrett, que estaba sentado detrás de ella en una silla de ruedas, y le preguntó fríamente: “Viejo Amo Garrett, eso no debería ser un problema, ¿verdad?”.

Ahora que tal incidente le había sucedido a Lizzy, el Viejo Amo Garrett también se sentía culpable, por lo que no podía rechazar la solicitud.

“No hay problema. Enviaré a alguien para que consiga el metraje de inmediato”.

La Vieja Señora asintió con satisfacción. Mientras miraba la ropa empapada de Nell, rápidamente le dijo: “Tomará un tiempo conseguir el metraje. No nos ayuda que estés empapada así. Quizás quieras asegurarte de que Lizzy esté bien, pero también puedes resfriarte. ¿Por qué no le pides a alguien que te consiga algo de ropa?”.

Harriett, que había estado a su lado en silencio, se levantó rápidamente y sonrió. “Es cierto. Aunque sea primavera, el clima es bastante frío. Tengo ropa nueva que no me he puesto. Te los traeré para que te cambies a un conjunto. Luego, podremos bajar y ver el metraje”.

Nell no tuvo objeciones a eso, pero el Viejo Amo Garrett detuvo a Harriett y le dijo a Stephanie, que estaba parada cerca, “Stephanie, tráele ropa a la esposa de Gideon ya que ambas tienen casi la misma edad y tu ropa le quedaría mejor”.

En este punto, el rostro de Harriett se sonrojó de vergüenza.

Sin embargo, ella no se atrevería a refutar al Viejo Amo frente a tanta gente.

Ella siguió la corriente, “Está bien. También compré algunos conjuntos de ropa cuando fui de compras con Stephanie hace unos días. Stephanie, ¿por qué no los sacas todos y dejas que Nelly elija?”.

Stephanie frunció el ceño y un rastro de impaciencia brilló en sus ojos.

Aun así, ella no se negó y dijo con voz profunda: “Ven conmigo”.

Luego, se llevó a Nell.

Gideon estaba bastante preocupado por ella. Al principio había querido ir con ella, pero la expresión de Nell lo detuvo.

Después de todo, Lizzy todavía estaba allí. Aunque la Vieja Señora y los demás estaban cerca, ella todavía estaba un poco preocupada.

Aunque con Gideon allí, podía sentirse más tranquila.

Aunque Stephanie siempre había estado en desacuerdo con ella, en comparación con el resto de los Garrett, ella sentía que Stephanie era la menos amenazante para ella.

Con eso, Nell siguió a Stephanie a su habitación, que estaba decorada con un estilo muy simple pero elegante. Toda la habitación tenía un estilo minimalista posmoderno. Si bien no se veía muy femenino, exudaba una vibra más dura que se inclinaba más hacia la habitación de un chico.

Tan pronto como ella entró a la habitación, Stephanie sacó todos los atuendos y los tiró sobre la cama mientras decía casualmente: “¡Elige! Una vez que hayas terminado de cambiarte, llámame”.

Después de eso, estaba a punto de irse cuando Nell miró la ropa y de repente la detuvo.

“Srta. Garrett, me gustaría hacerle una pregunta”.

Sorprendida, Stephanie se dio la vuelta para mirarla con los ojos muy abiertos.

“¿Qué le gustaría saber?”.