Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 371

Esa habitación de invitados era algo que Gideon había pedido especialmente al personal que preparara.

La habitación no era demasiado grande, apenas unos dos mil pies cuadrados. Sin embargo, estaba decorado de forma bastante intrincada. Más importante aún, hizo que el personal la decorara especialmente para que fuera una suite para parejas.

Desde el baño de cristal transparente hasta los pétalos de rosa y las velas esparcidas por la habitación, todo apestaba a romanticismo.

Una vez que Gideon terminó de cortar el filete en su plato, se lo entregó y lo cambió por el filete sin cortar que originalmente estaba en su plato.

Dado que los dos tenían gustos similares, generalmente pedían lo mismo. Por lo tanto, Nell no rechazó la oferta ya que simplemente comenzó a comer el filete en rodajas con su tenedor.

“Gideon Leith, ¿cuál es la ocasión hoy para que me traigas de repente a una escapada tan romántica?”.

El hombre, que estaba ocupado cortando el segundo filete, arqueó la ceja mientras la miraba.

“¿No te acuerdas?”.

Nell se quedó sorprendida. “¿Recordar que?”.

Una sensación de impotencia se mostró en los ojos del hombre. Era casi como si supiera que pasaría.

Como Nell seguía extrañada de la situación, él de repente dejó el tenedor y la cuchara y sacó una caja de regalo roja de debajo de la mesa.

“¡Nell, feliz primer aniversario!”.

Nell se sorprendió.

¿A-a-aniversario?

“¡Tos, tos!”.

Al escuchar las tres palabras, casi se atragantó con el trozo de filete que todavía estaba masticando. Después de soltar algunas toses leves, miró directamente a Gideon, con los ojos completamente abiertos.

“Quieres decir… ¿Hoy es el primer aniversario de nuestro matrimonio?”.

La expresión facial de Gideon se puso rígida.

Unos segundos después, él finalmente abrió la boca con una sonrisa. “¿Qué opinas?”.

Nell se quedó sin palabras.

Ella finalmente se dio cuenta de lo que estaba pasando.

¡No era de sorpresa que este hombre actuara de manera tan extraña!

No solo le pidió que saliera del estudio para acompañarlo solo por un día, sino que también la obligó a ponerse un vestido.

También había reservado una suite para parejas tan romántica y abrió algunas botellas de vino tinto…

¡Hoy era su aniversario de bodas!

En ese momento, lo único que Nell podía sentir ahora era pura vergüenza y arrepentimiento.

Para ser justos, ella había sentido que su memoria aún era bastante buena. Había un dicho que decía que un embarazo envejecía un cerebro tres años, pero ella ni siquiera había quedado embarazada todavía, ¿cómo podía su memoria ser tan mala de repente?

Al pensar que ni siquiera podía recordar algo tan simple como un aniversario de bodas.

Nell se rio un poco con incomodidad. “Ummm… lo siento… yo-yo no sabía que hoy es… yo… no preparé un regalo, ¡pero te lo compensaré mañana!”.

¡Incluso mientras hablaba, ella podía sentir que su cuerpo se llenaba de culpa!

¡El aniversario era hoy después de todo! ¿Qué sentido tendría dar el regalo después del aniversario?

Inmediatamente después, sus sentimientos de vergüenza se convirtieron en ira, específicamente hacia cierta persona.

Él sabía que esto sucedería, pero aún no se lo recordó. Ahora, ella se vio obligada a verse tan incómoda frente a él… Este hombre era simplemente…

Gideon sonrió con descaro. “No hay problema. Abre el regalo, mira si te gusta”.

Nell tragó saliva al ver la caja de regalo roja sobre la mesa.

Luego, ella miró hacia arriba para mirar a Gideon una vez más. Aunque lucía su clásica sonrisa falsa, parecía que no estaba enojado por ahora. Con esa breve sensación de alivio, extendió la mano con cautela y abrió el regalo.

Dentro de la caja de regalo roja había un brazalete de jade verde puro, descansando sobre una cama de seda negra.

Los ojos de Nell brillaron.

“¡Guau! ¡Qué hermoso brazalete!”.

Gideon la miró intensamente. “¿Te gusta?”.

“¡Sí!”.

El jade imperial de alta calidad ya era bastante raro, pero basado en el color profundo de ese brazalete, debe ser de una calidad aún mayor que esos adornos de jade imperial que había visto en subastas.

“…”.

“Estoy un poco triste… Está bien, continúa con tu comida… No necesitas preocuparte por mí…”.

Mientras decía eso, él continuó cortando el filete en su plato.

Al ver eso, Nell se le rompió el corazón. ¿Qué más podría importarle en ese momento además de compensarlo? Inmediatamente corrió hacia él y lo abrazó por detrás.

“Querido… lo siento… todo es mi culpa… ¡Prometo que nunca lo olvidaré en el futuro! ¡Enserio! ¿Puedes perdonarme esta vez?”.

Nell lo estaba abrazando por detrás, por lo que no pudo ver el breve instante en el que una sonrisa apareció en el rostro de ese hombre.

Gideon siguió poniendo su cara de cachorro y le dijo: “Oh, ¿entonces nos vamos a olvidar de esta vez?”.

Nell estaba preocupada.

'¡Oye! ¿Algún tutorial sobre cómo consolar a un esposo? ¡Esperando respuestas! ¡Urgente!'.

Después de pensarlo brevemente, ella retiró una de sus manos y buscó en su propio cuerpo. De repente, ella tocó algo cuando una idea apareció en su cabeza.

“Para ser honesta, no es que no haya preparado nada para hoy… Solo tenía miedo de que no te gustara esto que he preparado… así que no me atreví a mencionarlo”.

Al escuchar eso, Gideon arqueó las cejas. “¿Qué es eso?”.

Nell rápidamente lo soltó y caminó frente a él, sacando un hilo rojo para hacer una pequeña pulsera.

Gideon se quedó sin habla.

Esa pulsera era demasiado sencilla. Era tan claro que… que ya ni siquiera parecía un regalo.

Era solo un hilo rojo que estaba atado en un anillo. Lo único extra era ese simple abalorio dorado de la suerte, que incluso tenía la palabra "prosperidad" claramente escrita en ella.

Ya era una suerte que Gideon no arrojara el brazalete por reflejo por la ventana.

Él miró a Nell mientras la sonrisa en su rostro comenzaba a mostrar algo de tristeza. “¿Este es el regalo de aniversario que me preparaste?”.

Nell puso su mejor sonrisa mientras lo miraba con expectación. “¡Sí! ¡Lo hice yo! ¡Mira, incluso agregué un poco de estilo aquí! ¿No se ve increíble?”.

La sonrisa en el rostro del hombre se volvió aún más sombría.