Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 473

Gideon le contó la situación a la Vieja Señora Quinton a través del teléfono, diciendo que, aunque no rescatarían a la familia Wilburn, todavía tenían que llegar al fondo del asunto.

Después de todo, la madre de Gideon era una miembro de la familia cercana de los Wilburns. Ella podría haber fallecido, pero eso no cambiaba la relación. Si la situación se fuera a exagerar, se producirían los efectos.

Después de colgar, su mirada regresó de nuevo al rostro de Nell.

Inclinándose para besarla en los labios, él murmuró: “Necesito salir por la tarde. Descansa en casa y llámame si necesitas algo, ¿de acuerdo?”.

Nell asintió.

Ella hizo una pausa antes de expresar su preocupación. “Ten cuidado”.

Gideon dejó escapar una sonrisa y sin una palabra, se volteó y se fue.

Estaba llegando la noche cuando Nell recibió una llamada.

La llamada reveló lo que les había sucedido a los Wilburns: la cosa en las mercancías no era obra de ellos, sino que fue plantado por un competidor en el mercado.

Sin embargo, la investigación también hizo otros descubrimientos, como pruebas de que el padre de Helen fue un usurero a lo largo de los años.

La vieja señora no se había ablandado al lidiar este asunto.

A decir verdad, la familia de Helen eran solo unos parientes lejanos de la Madre Leith, a diferencia de Simon, que era de ascendencia directa.

El padre de ella era primo de la Madre Leith. Por lo tanto, la vieja señora, tanto abierta como encubiertamente, los respalda a lo largo de los años, siempre y cuando no haya un conflicto con la cuestión de principios.

Para su consternación, ellos le dieron la espalda y conspiraron contra la familia Leith.

Como resultaba, salva a un ladrón de la horca y él sera el primero en cortarte la garganta.

El asunto fue pronto resuelto con la ayuda de los Leith.

Debido a la intervención de la vieja señora, Helen no se casó con ese viejo de cincuenta años al final, y pudo continuar sus estudios en la capital.

Sin embargo, tras el declive de los descendientes colaterales de los Wilburns, Helen no podría vivir una vida aristocrática como antes.

Debido al incidente de seducción, la Vieja señora Quinton la encontró sin tacto y una vergüenza para la familia Wilburn. La vieja señora la rechazó, negándose a darle atención.

Cuanto más, era el desorden en la vida de Helen.

No obstante, esto no era asunto de nadie, ya que todo se lo hizo ella misma. El supuesto desorden era solo la falta de capacidad para ser extravagante y tener acceso a lugares de alto nivel como antes.

En comparación con los estudiantes ordinarios, ella todavía estaba viviendo la vida.

Estos incidentes se resolvieron finalmente después de un mes.

La herida de Gideon casi se había curado por completo mientras el feto de Nell comenzaba a aparecer. Siguiendo el consejo del doctor, Nell debía abstenerse de moverse y tenía que quedarse en casa por el bien del bebé.

El incidente con el Viejo K no había terminado, pero ella tenía un bebé en camino. Ahora que ella estaba de regreso, le era imposible hacer un viaje al País F con este propósito.

Su cuerpo podría no ser capaz de aguantar el viaje de ida y vuelta, y sin mencionar que los Leith no se sentirían cómodos de dejarla ir.

Por lo tanto, ella dejó el asunto en manos de Gideon para organizar una investigación en el País F.

Afortunadamente, Gale también tenía la intención de buscar la verdad con esto relacionado con la familia Shelby. Al menos, ponía las probabilidades a su favor.

El tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos y pronto llegó el Año Nuevo Lunar.

Nell le había prometido a Lizzy que la acompañaría a lanzar unas linternas flotantes en el río. Habiendo sabido que el evento de la linterna flotante del festival de primavera se llevaría a cabo en los suburbios, toda la familia tuvo su cena de reunión y condujeron hasta el lugar.

Era una rara ocasión en la que la vieja señora y el viejo amo querían unirse a la diversión, así que también fueron.

Con la familia de cinco en un solo coche, Gideon tomó el volante mientras Nell se sentaba en el asiento del pasajero. Junto con Lizzy, la vieja señora y el viejo amo ocuparon el asiento trasero.

El coche circulaba por una calle transitada. Al igual que durante el Año Nuevo, las tiendas a lo largo de la calle estaban llenas con una mezcla de música y voces de descuentos y promociones. Encima de eso, también habían luces de colores entrelazadas en los árboles junto a la calle. Era un espectáculo animado con el despliegue de fuegos artificiales y el mar de linternas.

El coche se dirigió hacia allá lentamente y no pasó mucho tiempo antes de que llegaran a la orilla del río.

El río, unido a tres arroyos, atravesaba el centro de la ciudad, añadiendo un encanto paisajístico a la ciudad.

Con una cara seria, Gideon soltó la linterna al río. “¿Por qué no cuenta?”.

“¡Por ​​supuesto que no cuenta! Este… Este deseo es poco realista”.

El hombre arqueó la ceja.

“Si un deseo es alcanzable en la vida real, ¿todavía podría llamarse deseo?”.

Estupefacta, Nell levantó la barbilla y lo miró.

La noche era fría. Las luces de colores junto a la orilla del río se reflejaban en sus rasgos profundos y su hermoso rostro. Su esbelta figura erigida allí podría conmover los corazones de muchas mujeres con una sola mirada.

Entonces, ella de repente se sintió abrumada por una emoción indescriptible.

De puntillas, ella le plantó un beso en la barbilla.

Gideon bajó la cabeza y la miró a los ojos.

Dándole una sonrisa, Nell abrió la tapa y escribió una línea de palabras en la linterna.

“Que su deseo se haga realidad”.

El hombre parpadeó y tomó su mano.

Nell soltó la linterna al agua y sonrió. “Esta es una doble garantía de que los dioses escucharán nuestras voces”.

Su voz era ronca. “Nelly”.

“¿Eh?”.

Nell volteó la cabeza y al siguiente segundo, sus labios se sellaron con su calidez.

Ellos estaban afuera después de todo. Con tanta gente presente a su alrededor, él no profundizó el beso, solo un beso más pesado que un piquito. Pronto, él la soltó.