Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 540

Lucy entendió las preocupaciones de Mace, así que ella le dijo que siguiera conduciendo.

Al darse cuenta de que ella se negaba a decir algo, Mace negó con la cabeza y siguió conduciendo.

“No creo que puedas dormir tranquilamente una vez que hayas visto estas fotos”. Para ahora, Jada se sentía satisfecha y estaba ansiosa por ver qué sucedía a continuación.

Tanto ella como Lucy pertenecían a la misma compañía. Aunque ella nunca esperó que se cruzara con Lucy, ellas todavía estaban cerca y Jada era consciente del temperamento de la otra parte.

Por lo tanto, ella se aprovechó de la naturaleza celosa y la falta de confianza de Lucy. A juzgar por la personalidad de Lucy, ella sospecharía después de ver las fotos.

En ese caso, había mucho que observar.

Como se esperaba, Lucy estaba de mal humor. Las fotos que Jada le envió le habían arruinado el día.

Al principio, ella estaba algo segura de lo que Joel le había dicho ese día. Gradualmente, ella incluso comenzó a aceptarlo. Además, ella lo había considerado detenidamente. La próxima vez que se vieran, ella debía decirle lo que sentía por él y prometerle que estaría con él.

No obstante, cuando ella nutrió tal idea, ocurrió este incidente.

El corazón de Lucy se desmoronó. Ella no estaba segura de sí sus sentimientos eran de celos o algo más.

Sin embargo, sabía que cuando vio esas fotos, ella había perdido todos los sentimientos positivos que tenía por Joel. Como tal, no entendía cómo Joel podía llegar a ser una persona así.

¿Él quería tenerlas a ambas? ¿La sinceridad no significaba nada para él?

Pronto, ella se sintió molesta.

Al mismo tiempo, Mace detuvo el coche en el semáforo. Notó algo extraño en la expresión de Lucy desde el espejo retrovisor. “¿Qué ocurre?”.

“Nada, nada”.

Si ella le decía a Mace que se sentía así por culpa de Joel, sería una gran vergüenza. Por lo tanto, se dijo a sí misma que no debía revelarle este asunto.

Hahh…

En el fondo, Mace suspiró.

Hoy, él tenía la persistente sensación de que Lucy estaba actuando de manera extraña, pero ella no quería decirle cuál era el problema, para su desconcierto.

“Bien, no sé qué te está pasando. Si tienes algo en mente, solo compártelo conmigo. ¡Somos buenos amigos después de todo! ¿Siquiera me consideras tu amigo si te guardas tus problemas para ti misma?”. Mace estaba preocupado por ella, así que quería que se desahogara todo de su pecho para que pudiera sentirse mejor.

Lucy mantuvo la cabeza gacha. “No me está pasando nada. Quizás, todavía no me he recuperado por completo de mi herida anterior y todavía estoy alterada por ello”.

Sin embargo, ella eligió desviar sus preguntas inquisitivas nuevamente.

“Muy bien, debes decirme si algo anda mal. No te guardes todo para ti misma”.

Cualquiera podía ver que Lucy estaba preocupada, sin embargo, ella decía repetidamente que todo estaba bien.

En resumen, cuanto más trataba de olvidarse de ella, más le recordaba su mente que pensara en ella y se preocupara por ella.

Joel nunca se había sentido así antes, sin embargo, estaba experimentando todo esto ante sus propios ojos.

“¡Ah!”. Él no pudo aguantar más, especialmente después de estar acostado en la cama por más de una hora.

Justo hace un momento, cuando estaba abajo, él se había sentido realmente somnoliento. ¿Por qué de repente estaba pensando en Lucy en este momento?

No entendía por qué ella todavía no lo quería. El sentimiento de amor no correspondido le picó tortuosamente. Él no quería sentirse así.

Además, en esa peligrosa situación, ¿ese hombre siquiera la había salvado? Joel era quien se había quedado a su lado mientras ella luchaba por su vida. ¿Ella por qué no podía entender esto?

Él había hecho tanto por ella a sus espaldas. ¿Ella por qué no se daba cuenta de sus esfuerzos? ¿Él tenía que recurrir a aparecer frente a ella y contarle todo lo que hizo?

¿Cómo podía existir una mujer tan tonta? Él ya le había revelado sus sentimientos, pero ella todavía no entendía su sinceridad. En cambio, ella siguió rechazándolo.

Cuanto más lo pensaba Joel, más frustrado estaba.

Él se sentó rápidamente, sintiendo que necesitaba fumar urgentemente para aclarar su mente.

Joel no había fumado por mucho tiempo porque escuchó que a Lucy no le gustaban los hombres que fumaban. Por lo tanto, dejó de fumar en secreto. Sin embargo, no pudo tolerarlo más y se sintió exasperado.