Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 584

¡¿Qué hermoso paisaje?!

¿Joel estaba tratando de mover el coche con ella?

El nerviosismo de Lucy fue instantáneamente reemplazado por ira.

Ella inmediatamente lo apartó y dijo con enojo: “¡Joel Foster, no te pases de la raya!”.

Joel entrecerró los ojos levemente y sonrió. No era una sonrisa alegre, en cambio, contenía un toque de frialdad.

No le importaba que Lucy acabara de apartarlo, en cambio, se limpió el polvo de su cuerpo y dijo: “Solo te recuerdo que, dado que ya has aceptado mi solicitud, no tienes ninguna posibilidad para negociar ahora. Dije que tienes que volver conmigo durante los fines de semana, así que debes hacerlo”.

Lucy estaba realmente enojada por su comportamiento irracional, apretó los dientes y dijo: “¡Tú...!”.

Joel de repente se acercó a ella de nuevo con una sonrisa, sus labios se acercaron a los lados de sus orejas diciendo: “¿Sabías? De hecho, me atrae bastante tu comportamiento salvaje e indomable. Ya sabes, los hombres siempre tienen ganas de conquistar, cuanto más te comportas así, más me gusta a mí. Así que no pienses que voy a renunciar a ti por tu comportamiento, eso es algo que nunca sucederá. Ni siquiera en tus sueños”.

Mientras él hablaba, se rio y pisó el acelerador, ignorando la reacción de ella.

Joel condujo extremadamente rápido. Lucy fue tomada por sorpresa.

Ella solo pudo agarrar la manija de la puerta del auto y gritar con enojo: “Joel, ¿estás loco?”.

Sin embargo, el hombre ignoró por completo su enfado.

Él siempre fue así, haría lo que quisiera sin tener en cuenta los sentimientos de los demás.

Mientras Lucy pensaba en esto, su corazón se apretó y sus ojos comenzaron a enrojecerse.

Pensando en su madre enferma, que todavía estaba en el hospital, ella solo podía rogar suavemente.

“¡No conduzcas tan rápido! ¡Conduce más lento, esto es demasiado peligroso!”.

Sin embargo, la velocidad del coche no disminuyó.

Él incluso realizó un giro técnico pero emocionante cuando llegó a una curva.

Inmediatamente después, se escuchó la voz maligna de Joel.

“Solo reduciré la velocidad si estás dispuesta a acompañarme de regreso a casa”.

“...”.

¿Cómo se considera "dispuesta" si utilizas un método así para obligar a otros?

Incluso si ella estaba dispuesta, era solo porque ella no tenía otra opción.

Ella no podía molestarse con este hombre irracional. Quizás ella también estaba siendo influenciada por él, cuanto más se comportaba así, con más razón aún ella no quería estar dispuesta.

Parecería que, si aceptaba su propuesta, se estaría traicionando a sí misma y dejaría que él se saliera con la suya.

Ella estaba decidida a no hacerlo.

Así, por despecho, Lucy siguió sujetando el mango con fuerza y ​​apretó los dientes. Ella se mantuvo callada sin importar lo rápido que él condujera.

Joel sabía que ella tenía miedo de que él condujera demasiado rápido, por lo que había estado esperando que ella suplicara piedad.

Sin embargo, incluso después de esperar un rato, ella no dijo una palabra.

Él no pudo evitar mirarla con curiosidad.

Todo lo que vio fue a una dama que estaba sosteniendo el mango con fuerza y con un rostro pálido, sin embargo, ella todavía apretaba los dientes y cerró los ojos, sin mirarlo ni por un momento.

Y mucho menos suplicar misericordia.

Ella parecía que se estaba preparando para enfrentar la muerte con valentía.

Joel no podía entender por qué ella decidió soportar esto por su cuenta, en lugar de simplemente decirle algo agradable.

¿Ella por qué lo apartaba una y otra vez?

¿Realmente ella no tenía ningún sentimiento por él?

Joel, que siempre había sido orgulloso, se sintió derrotado por esto.

Él no quería admitir que Lucy se había vuelto tan importante en su corazón.

Esto significaba que, sin ella, él preferiría arrastrarla con él hasta la muerte.

Él se sorprendió cuando este pensamiento le vino a la mente.

El coche se detuvo de repente junto a la carretera con un crujido.

Lucy se sorprendió por la parada repentina, cuando ella finalmente volvió a sus sentidos, rápidamente abrió la puerta del auto y salió del auto.

Ella casi vomita en el camino.

Lucy sintió náuseas, como si algo estuviese atascado en su garganta.

Luego corrió hacia un lado, se puso en frente a unos arbustos y comenzó a vomitar.

En el auto, Joel miró a la dama que estaba agachada al lado de la carretera vomitando hasta quedarse sin aliento, sus dedos apretaron el volante con fuerza.

Tan fuerte que sus articulaciones se pusieron pálidas.

Después de un tiempo, Lucy finalmente terminó de vomitar, sacó una botella de agua de su bolso, tomó un sorbo y se enjuagó la boca. Luego se dio la vuelta y miró al hombre en el auto con una expresión pálida y decepcionada.

“Joel, si no quieres tu m*ldita vida, ve a morir solo, ¡no me arrastres contigo! ¡No me interesa vivir ni morir contigo!”.

Ella hizo una pausa y volvió a gritar con enojo: “¡Además, déjame decirte que ahora me arrepiento! La promesa que te hice antes ya no cuenta, así que, de ahora en adelante, seguiremos por caminos separados. ¡No nos deberemos nada y no tendremos nada que ver el uno con el otro!”.

“¡Ni siquiera pienses en usar la vida de mi madre para amenazarme, nunca más cederé ante ti!”.