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Joel Foster nunca pensó que John Foster diría que no.
Desde el punto de vista de John, era natural heredar el negocio familiar y continuar llevándolo adelante.
Sin embargo, desde el punto de vista de Joel, esto era un grillete, una sentencia de prisión.
No estaba interesado en los negocios familiares.
Hubo un tiempo en que su padre lo obligó a trabajar en la compañía. Todos los días se sentía como si estuviera sentado nerviosamente; sintió que se estaba muriendo.
A Joel nunca le gustaron esos números fríos que representaban la lista de negocios.
Lo que amaba era el universo. Era astronomía.
Su sueño era construir un transbordador espacial como nunca antes y reunir a más científicos y físicos para explorar las maravillas del universo.
Joel sintió que el mundo era simplemente demasiado misterioso, lo que le dio más curiosidad por explorar.
Además de eso, por supuesto, también había invertido en muchos negocios.
Sin embargo, la mayoría de ellas fueron inversiones conjuntas con Gideon Leith o John Foster.
A él no le importaba mucho y no estaba muy interesado en los negocios. Todo lo que sabía era que era muy rentable.
Debido a esto, a los ojos de los forasteros, Joel se había hecho conocido como una segunda generación rica que no podía hacer nada.
Él solo sabía cómo mover sus máquinas rotas y pasar el rato con esas personas que estaban igualmente comprometidas con algún tipo de ciencia.
Todo era inútil.
Esto se debió a que, a los ojos de esas personas, solo la inversión y el hacer dinero se llamaban negocios adecuados.
Sin embargo, a Joel no le importaba menos la evaluación de los forasteros.
En su opinión, con tal de que disfrutara y fuera feliz haciéndolo, nada más importaba.
Por lo tanto, en ese momento, estaba mirando los dibujos del último transbordador espacial que le envió un físico que conocía de antes.
Alguien llamó a la puerta mientras él lo miraba.
Después de gritarle que entrara, Lucy entró.
“Es tarde, ¿por qué sigues aquí?”.
Preguntó Lucy.
Joel levantó la vista de su computadora y la saludó con una sonrisa.
“Ven a echar un vistazo”.
Lucy enarcó las cejas y se acercó con curiosidad, donde vio un dibujo extraño en la pantalla de la computadora.
Ella frunció el ceño y preguntó: “¿Qué es esto?”.
“Un modelo de una nave espacial. Esta es su cámara criogénica, donde puedes poner a la gente en ella. Después de un tratamiento de alta tecnología, los pondrá en hibernación”.
Atónita, Lucy se dio la vuelta para mirarlo en conmoción.
“¿Hibernación?”.
“Sip”. Joel parecía emocionado ante la mención de esto.
“Es como los animales. ¿No hay muchos animales que hibernan en el invierno? Los humanos también pueden hacerlo, y esto garantizará que las personas puedan hacer más en una vida finita”.
Cuando Lucy escuchó esto, ella no pudo evitar sonreír.
“Así que has estado jugando con esto”.
Joel asintió con una sonrisa.
Luego, de repente jalo a Lucy y la recogió.
Lucy estaba tan sorprendida que preguntó: “¿Qué estás haciendo?”.
Joel se rio levemente y respondió: “¿Crees que cuando este modelo sea construido, podamos ponerle el nombre de nuestro primer hijo?”.
Lucy estaba estupefacta.
Ella no pudo encontrar una reacción a esto. ¿Cómo saltó tan rápido el tema?
Después de un rato, ella finalmente perdió la sonrisa y dijo: “Lo piensas demasiado. Acabamos de casarnos. ¿Cómo podemos tener un hijo tan pronto?”.
Sin embargo, la expresión de Joel se volvió seria de repente.
“¿Qué quieres decir con rápido? Mira al hermano Deon y mira a Liam Jackman. ¿Por qué todos tienen hijos, pero yo no? No, yo también quiero uno”.
La apariencia infantil del hombre divirtió a Lucy.
Los sentidos de Lucy la hicieron pegarle en la mano del hombre y reír. “Basta, esto no es una broma. Ni siquiera estamos listos todavía. ¿Cómo puedes decir que quieres uno?”.
Inesperadamente, Joel se puso aún más serio.
La levantó y se dirigió al dormitorio.
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