Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 660

“¡Ya cállate!”.

Joel sabía que la chica estaba avergonzada y que realmente se enojaría si él continuaba molestándola.

Él rápidamente contuvo su expresión dolorida y la sujetó por el hombro, riendo. “Está bien, está bien. Solo te estoy molestando. Nos tomaremos nuestro tiempo con el niño mientras que mamá no tenga prisa”.

Él obviamente, le estaba pasando la palabra a la madre de Lucy.

Al ver esto, ella sonrió. “Este es un asunto entre ustedes, jóvenes, así que no interferiré, pero Lulu, no te estás volviendo más joven. Si puedes, es mejor tener uno temprano. Por supuesto, la decisión final es tuya. Solo les estoy dando una opinión de mi propia experiencia”.

Lucy se sonrojó, sin saber si estar de acuerdo o refutar.

Al final, ella tarareó indiferentemente un par de veces y dejó pasar el tema.

Después de arreglar toda esa noche, su madre reservó un boleto de regreso al sur al día siguiente.

Lucy no tuvo tiempo de llevarla de regreso y solo pudo despedirse de ella en el aeropuerto.

Cuando se separaron en el aeropuerto, era natural que ella no quisiera dejar ir a su madre de nuevo.

Como ella estaba preocupada por ser vista mientras se despedía, Lucy organizó un canal VIP para su madre.

Los dos se tomaron de la mano, indispuestas a separarse durante tanto tiempo, y solo se despidieron cuando el avión estaba a punto de despegar.

Después de dejar ir a su madre, Lucy regresó a casa y estuvo triste todo el día.

Joel se había despedido junto a ella y cuando vio que Lucy estaba descontenta, él hizo todo lo posible para entretenerla y animarla.

El estado de ánimo sombrío de Lucy comenzó a mejorar gradualmente.

Al día siguiente, ella regresó al estudio del drama y continuó filmando.

Lucy llevaba mucho tiempo acostumbrada a la vida del equipo.

Aunque ella estaba casada con Joel, el público no lo sabía porque los dos se habían casado en secreto. Por lo tanto, nadie le abriría puertas traseras solo porque era la Sra. Foster.

Todo era igual a su antigua vida.

Lo único diferente era que últimamente, el paradero de Carina se había vuelto cada vez más extraño.

Originalmente, como su asistente personal, Carina siempre la había estado siguiendo.

Sin embargo, ella no sabía cuándo comenzó, pero Carina se tomaría un permiso de ausencia a menudo, e incluso cuando seguía a Lucy, ella estaría distraída.

Cuando Lucy intentaba llamarla o encontrarla, era como si ella no pudiera escucharla en absoluto.

Este cambio llamó la atención de Lucy.

Era porque ella se preocupaba por Carina y tenía miedo de que le pasara algo que ella se dio cuenta de esto.

Por eso, una tarde, Lucy vio que era el momento y el lugar adecuado y se acercó a Carina y le preguntó: “¿Hay algo que me hayas estado escondiendo últimamente?”.

Carina todavía no había regresado a sus sentidos. “¿Eh?”.

Lucy vio la mirada sorprendida de ella y supo que ella había adivinado correctamente.

Ella chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

“Carina, si algo pasó, tienes que decirme. Te ayudaré sin importar cuál sea la situación”.

Carina pareció finalmente entender lo que se estaba diciendo e inmediatamente se sonrojó.

Ella agitó sus manos y tartamudeó: “Hermana Lucy, n-no es nada…”.

Lucy la miró y preguntó seriamente: “¿En serio? Juzgando por la forma en que has estado actuando últimamente, no parece ser nada”.

El rostro de Carina se puso aún más rojo.

Ella escondió su cabeza y murmuró después de un largo tiempo: “Hermana Lucy, me recompondré lo antes posible. Puedes estar segura de que esto nunca volverá a suceder”.

Lucy estaba sorprendida y luego se dio cuenta de que Carina malinterpretó sus intenciones.

Además, ella realmente lo extrañaba un poco.

Pensando así, Lucy miró su reloj y vio que aún era temprano, alrededor de las 4:00 p.m.

Así que, ella enrolló sus mangas y entró a la cocina.

La cocinera de la cocina de Villa Orquídea se llamaba Rose y era una cocinera muy hábil.

Por lo general, ella y sus tres aprendices se ocupaban de todos los asuntos de la cocina.

En ese momento, estaban preparando la cena.

Como sabían que Lucy volvería hoy, ellas habían preparado muchos ingredientes ricos y frescos en anticipación.

Todas estaban un poco sorprendidas y asustadas al ver entrar a Lucy de repente.

“Señora, ¿por qué entró? La cocina está llena de humo. El olor se le pegará”.

Lucy vio sus caras aterrorizadas y se rio.

“¿No se ha ventilado ya todo el humo? ¿Que hay para cenar esta noche?”.

La Hermana Rose informó el menú de esta noche a su pregunta.

Lucy examinó el menú, lo pensó y luego señaló un plato y dijo: “Cambia este plato. Hoy no tendremos rebanadas de puerco hervidos. En su lugar, cámbialo por pescado estofado. Yo cocinaré”.

“¿Eh?”.

Todas se sorprendieron un poco.

Todas eran cocineras auténticas quienes habían pasado examinaciones profesionales de restaurantes con estrellas Michelin.

Ellas usualmente solo trabajaban para familias ricas de primera e influénciales en la capital.