Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 682

Natalie estaba tan enojada que el color de su rostro cambió. Como si estuviera preocupada por su enojo, Emilia explicó: “Hermana, no es lo que piensas. Nos conocimos por casualidad hace unos días. Solo nos conocemos desde hace unos días y nadie intenta ocultarte nada. Créeme”.

Joel tampoco quería enfurecer a su madre en este momento.

Como tal, él agregó, “Sí, conocemos a tanta gente todos los días. ¿Cómo se supone que voy a saber las identidades de aquellos con las que tienes un lío? No puedo exactamente llamarte todos los días e informarte, ¿o sí?”.

Su tono tenía un indicio de que se sentía ofendido.

Natalie escuchó y no pudo evitar reír con sarcasmo cuando notó que Joel se sentía ofendido.

“Bien, sigues contestandome de todos modos y no tengo la última palabra. ¡Está bien, me callaré! Haz lo que quieras hacer, no puedo controlarte. ¡Soy demasiado perezosa para preocuparme de todos modos!”.

Una vez que ella dijo eso, se hizo a un lado, tomó asiento y comenzó a estar enojada.

El ambiente se volvió muy incómodo.

Joel miró a Emilia, quien negó con la cabeza impotentemente.

Finalmente, él tuvo que acercarse a Natalie. Él le dijo: “Está bien, Mamá. Incluso si tenemos la culpa, sigo siendo tu hijo. ¿No me vas a creer?”.

Natalie permaneció en silencio porque todavía estaba molesta.

Joel se masajeó las sienes doloridas.

En ese momento, la luz sobre las puertas del quirófano se apagó, lo que indicó que la operación había terminado.

La gente fuera del quirófano podrían estar discutiendo, pero aún estaban prestando atención a eso.

Tan pronto como se apagó la luz, todos se pusieron atentos e inmediatamente se pusieron de pie.

Un doctor salió muy rápido.

“¿Quiénes son los miembros de la familia?”.

Joel y Natalie se acercaron al doctor.

“¡Yo!”.

“Yo”.

El doctor los miró. Como se trataba de un hospital público, el paciente había sido trasladado urgentemente aquí y el doctor no le prestó atención a quiénes eran.

Por lo tanto, los empleados del hospital no tenían idea de quiénes eran estos dos individuos. Acababan de completar la operación y no podían molestarse en saber la identidad del paciente.

Él dijo: “La operación es un éxito y el paciente está fuera de peligro. Sin embargo, tiene varias fracturas en las piernas y costillas. Deben tener cuidado y no dejar que se mueva imprudentemente. Déjenlo descansar medio año”.

La gente escuchó y como si hubieran dejado escapar un suspiro, se sintieron extremadamente aliviados.

“Gracias, doctor”.

“Gracias, doctor”.

El doctor agitó un brazo y dijo: “Él aún no se ha despertado, pero pueden visitarlo en su sala en un rato. La enfermera les informará más tarde”.

Ellos escucharon y asintieron rápidamente.

Poco después, una enfermera sacó una cama del quirófano.

Xavier aún estaba inconsciente y su rostro aún estaba pálido. Al ver eso, Joel y Natalie de repente sintieron que se les encogía el corazón.

Emilia, que estaba parada detrás de ellos, se congeló cuando vio al hombre en la cama.

Ese hombre solía jugar un papel muy importante en su juventud.

Ella lo amaba y lo admiraba, además de considerarlo como el mayor objetivo de su vida.

Por lo tanto, en ese entonces, a ella no le importaba nadie ni nada más que él.

Sin embargo, en verdad, pensó que él era soltero en ese momento.

No tenía idea de que él ya estaba saliendo con su hermana.

Si ella hubiera sabido de eso…

Ella estaba segura de que las cosas habrían sido muy diferentes.

Emilia tenía un vago recuerdo de aquella noche salvaje. ¿Ellos lo hicieron?

Además, ya había tenido una larga conversación con Natalie en el café esta mañana y había dicho su parte.

Tendrían que descifrar el resto del mensaje por sí mismos.

Así era como funcionaban las cosas entre los humanos. A veces, uno no tenía que explicarse demasiado.

Ella solo tenía que transmitir un mensaje determinado, y el resto dependía del destino.

Si todavía se negaban a confiar en ella y darle otra oportunidad, no había nada que ella pudiera hacer.

Mientras contemplaba, Emilia le hizo una seña a Joel.

“Pequeño Joel, me siento mejor ahora que tu padre está despierto, así que me despedire”.

A pesar de la ignorancia de Joel sobre lo que sucedió entre Emilia y su madre, él entendió que su madre no apreciaba la presencia de Emilia aquí.

Por lo tanto, asintió con la cabeza cuando Emilia le habló.

“Está bien, ¿necesitas que alguien te lleve a casa?”.

Emilia negó con la cabeza.

“Está bien, maneje aquí”.

Con eso, Joel no le preguntó más.

Después de que ella se fue, Joel regresó a la sala para darle una buena mirada a su padre. Dejó escapar un suspiro.

“Papá está bien ahora. ¿Le has informado a mi Hermano?”.

Natalie se puso rígida y se dio cuenta de que se había olvidado de contactarlo.

Por lo tanto, le dijo a Joel que llamara a John y le informara sobre la recuperación de su padre.

John también se sintió aliviado cuando recibió la llamada telefónica.

Su padre estaba bien y todo estaba bien en la compañía también. Dado que el primero estaba fuera de peligro, no había necesidad urgente de verlo de inmediato. Como tal, John hizo una cita con Joel para ir al hospital después del trabajo.