Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 692

“Emilia no me creyó, pero no me molesté mucho porque estaba demasiado ocupado durante ese tiempo. Tenía que encargarme de los preparativos de la boda y la compañía estaba comenzando, así que estaba demasiado ocupado”.

“Pensando en ello ahora, es precisamente porque no me molesté con ella en ese momento y pensé que ella sería capaz de comprenderlo por sí misma que terminó siendo la raíz del problema”.

Xavier no dijo cuál fue el problema que siguió. Él no quería volver a decirlo frente a Spencer. Sin embargo, incluso si no lo mencionó, las dos personas frente a él lo entendieron.

La expresión de Spencer era muy desagradable mientras John asintió pensativamente. “En otras palabras, ¿no fue todo un malentendido?”.

Xavier asintió. “Sí, pero este malentendido se debió a mi indecisión. Al final, aun así, sigo teniendo la culpa”.

Él miró a Spencer y dijo: “Sé que has estado con ella por 26 años, y esa es también la razón por la que estoy dispuesto a dejarte libre hoy. Le debo una a ella porque no se lo dejé claro al principio, así que ahora se lo estoy pagando de vuelta contigo. Estaremos a mano ahora”.

El rostro de Spencer estaba un poco pálido, y se burló con los dientes apretados después de un momento, “¡Realmente sabes cómo limpiarte las manos!”.

Xavier permaneció en silencio. Estaba cansado como si ya no quisiera estar involucrado con Spencer. Él murmuró algunas órdenes a John antes de girar su silla para irse.

“Sr. Nolan, no importa quién tenga la razón o quién no. Deja que el pasado quede en el pasado. A ella no le queda mucho tiempo y te necesita cerca, así que… Esto es lo último que puedo hacer por ella. Cuídate muy bien”.

Luego, su figura desapareció por la puerta cuando su guardaespaldas lo llevó al coche.

En la sala de estar, Spencer perdió por completo la fuerza para resistirse después de escuchar las palabras de Xavier.

John se acercó a él, se agachó y sonrió: “¿Qué te parece, Sr. Nolan? ¿Pasamos por los procedimientos de transferencia industrial ahora?”.

Spencer lo miró, pero no se negó, así que se levantó él mismo y dejó que los dos guardaespaldas lo agarraran y lo sacaran.

Los procedimientos no fueron problemáticos y se completaron rápidamente.

John dejó ir a Spencer como prometió, quien todavía estaba de un humor complicado después de las palabras de Xavier.

Cuando llegó al lugar donde Emilia y él se quedaban, no tenía prisa por entrar y se quedó en el patio. Miró la puerta cerrada, aparentemente incapaz de reunir el valor para tocar.

Hasta el día de hoy, él todavía recordaba lo que Emilia le había dicho una vez, incluidos todos los males que ella sufrió, los errores que cometió, su rechazo y su resistencia en silencio.

Solo la había conocido cuando ella tenía veinte años. En ese momento, ella no había hecho nada durante la boda de Natalie Wright y Xavier Foster.

Él solo pensaba que ella era hermosa y pura, inocente como un pájaro desenfrenado en un valle. Ella era extraordinariamente perfecta. Él se enamoró a primera vista, pero en ese momento, no se cruzaban a menudo.

Tampoco pudo reunir el valor para confesárselo.

Después de todo, Emilia seguía siendo la segunda hija de la familia Wright. Aunque fue adoptada, todos sabían que los Wright siempre la consideraron como su propia hija y nunca permitieron que nadie la intimidara.

¿Qué hay de él?

En ese momento, todavía era muy joven y no había hecho su fortuna. Era el hombre más común y corriente del mundo. No tenía antecedentes familiares orgullosos ni propiedades familiares valiosas, y no tenía la confianza para comprometerse con ella de por vida.

Por lo tanto, solo podía enterrar todos los sentimientos de amor secreto en lo profundo de su corazón y nunca dejar que nadie lo supiera.

Luego, sucedió la boda y hubo un gran lío. Él se había enterado accidentalmente y descubrió que la familia Wright hundió el barco de ella por la ira.

Afortunadamente, ella no se hundió junto con el barco. Por alguna razón desconocida, ella había sobrevivido.

Sin embargo, a pesar de que todavía estaba viva, para ella de ese momento, no era diferente a estar muerta.

Si él no la hubiera rescatado a tiempo y la hubiera llevado al hospital, ella se habría muerto de frío debido a la gélida temperatura de la noche de invierno.