Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 699

Nell sonrió. “Muchas gracias entonces”.

“Está bien, entonces no te molestaré ahora. Mantente atenta a tus mensajes de texto por un tiempo”.

“De acuerdo, gracias”.

Después de colgar el celular, recibió un mensaje de texto poco después.

Nell lo abrió, miró detenidamente la dirección y se dio cuenta de que era un lugar en el que había estado cuando todavía estaba en el País F hace mucho tiempo.

Ella pensó por un momento y envió una copia de la dirección a Nancy antes de guardar su celular. “Recuerda esta dirección. Probablemente estaremos allá durante los próximos dos días”.

Nancy sacó su celular, miró el mensaje y preguntó: “¿Eso es un campo de entrenamiento?”.

Nell asintió.

Después de todo, habían pasado años desde que había estado en una carrera real. Incluso un jugador de primera categoría no podría volver a su forma anterior después de años de no mostrarse.

Sin embargo, Nell solo se dio dos días, aunque sería una hazaña impresionante si pudiera regresar a su estado anterior en solo dos días.

Nancy memorizó cuidadosamente la dirección y guardó su celular después de una docena de segundos. “De acuerdo, he tomado nota de ello”.

Nell asintió. Pagaron la cuenta y luego se fueron.

Después de salir del restaurante, Nancy preguntó: “¿A dónde vamos ahora? ¿De vuelta al hotel?”.

Nell miró la hora y vio que eran solo las 8:00 p.m. Pensó y negó con la cabeza. “No regresemos todavía. Aún es temprano. ¿Qué tal si nos dirigimos al lugar?”.

Nancy siempre había querido ver a Nell conducir con sus propios ojos, así que sus ojos se iluminaron cuando escuchó eso, y rápidamente asintió. “¡Sí!”.

Después de estar de acuerdo, las dos tomaron un taxi hasta el campo de entrenamiento.

Nell había estado en este lugar que Sam le había presentado algunas veces en el pasado. Sin embargo, eso se debió a que, durante ese período, la mayor parte de su tiempo la pasó dentro del campo de entrenamiento del Regimiento Dragón.

Por lo tanto, era menos común que vinieran forasteros.

Esta vez, era una rara oportunidad para que Nell regresara a un antiguo refugio.

El lugar no estaba muy lejos del restaurante. Estaba a solo veinte minutos manejando.

A la distancia, había una hilera de llamativos edificios frente a ellas. En la parte superior de una casa gris metálico había dos llamativas letras en inglés: M.G.

Nell sabía que era el nombre del campo de entrenamiento.

Parecía que también tenían su propio equipo de carreras y habían ganado un buen número de veces. Sin embargo, a diferencia de otros equipos, ellos corrían por puro interés, a diferencia de las ideologías mixtas del Regimiento Dragón.

Para Nell, este lugar era de hecho la opción más adecuada. Después de todo, con su identidad, sin importar a qué grupo o campo de prácticas con nombre fuera, siempre llevaría a malentendidos y problemas innecesarios.

Solo un lugar tan absolutamente neutral como M.G le permitiría unirse sin molestias.

Debido a que Sam les había informado de antemano, después de que Nell y Nancy entraron, la gente inmediatamente se adelantó para saludarlas en el momento en que las vieron, “¿Son la Señorita Jennings y la Señorita Murray?”.

Nell asintió. Su temperamento y apariencia actuales de hecho habían cambiado en comparación con hace siete años. Además, la gente de aquí iba y venía, por lo que era normal que no la reconocieran.

“Un placer conocerte. Escuché que quieres alquilar el campo de prácticas aquí por dos días para practicar carreras, ¿no es así?”.

Nell respondió: “Sí, ¿es conveniente que le eche un vistazo ahora?”.

“Por supuesto, ven conmigo”.