Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 785

Fue como si se hubiera arrojado una piedra a un lago.

El corazón de Gregory dio un vuelco. Por alguna razón, comenzó a entrar en pánico. Parecía abatido como de costumbre, pero había un brillo misterioso en su mirada.

“Vickie, te dije que vinieras. Discutiremos esto una vez más”.

“No hay nada más que discutir”. Vickie sonaba distante y su voz estaba teñida de evidente agotamiento. “Gregory, hoy has perdido. ¿No prometiste que estarías de acuerdo en hacer algo por la otra parte?”.

El hombre estaba callado.

Ella continuó: “Entonces nos centraremos en este problema y romperemos la asociación. A partir de hoy, si no es necesario, no nos volveremos a ver. Si nos volvemos a encontrar, será en la muerte. Lo he dicho antes. No dejaré que mis hermanos y hermanas de la Organización del Pájaro Bermellón mueran en vano”.

Luego, ella lo ignoró y se dio la vuelta para irse.

Gregory gritó: “¡Detenla!”.

A continuación, algunos hombres corpulentos saltaron de la nada y bloquearon el camino de Vickie.

La expresión de Vickie se puso seria. Se volteó para mirar a Gregory y amenazó: “¿Quieres que me ponga violenta?”.

Gregory sabía que Vickie ya no era la misma mujer de hace cuatro años. Cuatro años en prisión la habían endurecido y fortalecido su voluntad. Su experiencia en tácticas y artes marciales también habían mejorado rápidamente.

Sin embargo, ella no podía usar esto como una razón para irse.

Ella podría ser capaz de derrotarlo en una pelea, pero ¿era capaz de luchar contra tantos hombres simultáneamente?

Suponiendo que pudiera atravesar a esos hombres, había tanta gente vigilando el interior y el exterior de este castillo. ¿Ella podía derrotarlos a todos y escapar?

Por lo tanto, no le preocupaba que ella se fuera.

Aun así, tenía una sensación de inquietud dentro de él. No podía explicar por qué, pero solo sentía que, si ella se iba hoy, la perdería para siempre.

Él dio un gran paso hacia adelante, la tomó de la mano e insistió: “Ven conmigo”.

Luego, él la guió hacia arriba rápidamente.

Sorprendentemente, Vickie no luchó.

En primer lugar, ella entendió que, en las circunstancias actuales, no podría marcharse si Gregory usaba la fuerza bruta para hacer que se quedara.

En segundo lugar, en el fondo, estaba ansiosa por saber qué más quería decirle.

¿Qué había que decir de todos modos?

En el camino hacia el estudio, Vickie sintió el dolor en su muñeca como resultado del fuerte agarre de Gregory. Sin embargo, ella no gritó, pero le permitió que la llevara al estudio. Cuando llegaron a su destino, le soltó la muñeca.

Después de eso, la expresión de Gregory se endureció mientras caminaba hacia el fondo del escritorio. Él le robó una mirada mientras estaba allí. A pesar del ceño fruncido en su rostro, la hostilidad se había desvanecido.

“¡Ven aquí!”. Él gritó.

Vickie guardó silencio y se dirigió hacia él. Él sacó una carpeta de documentos de debajo de su escritorio.

“Lee esto, luego toma una decisión”, él le dijo y le arrojó la carpeta.

Vickie se mostró escéptica, pero lo aceptó y lo ojeó.

Su expresión cambió drásticamente cuando llegó al final del documento. Cerró la carpeta y lo miró conmocionada. “¿Cómo?”.

Gregory se había calmado por completo. Pensó que era hora de que ella supiera lo que debería saber.