Consentida por el Presidente: Mi esposa es un poco dulce romance Capítulo 894

“Solo estabas tratando de sacarme de la vista de Gregory, fuera del alcance de los guardaespaldas, luego aprovechaste la oportunidad para noquearme para que me secuestraran, ¿no es así?”.

Esta vez, Amber no negó las palabras de Vickie.

“Sí”.

El corazón de Vickie se hundió de nuevo y preguntó: “¿Por qué? ¿No te estaba tratando lo suficientemente bien? ¿Por qué me traicionaste?”.

Amber escuchó sus palabras y sus ojos se oscurecieron levemente. Ella dijo con indiferencia: “Eres buena conmigo, pero en este mundo, no todo se puede resolver solo porque tratas bien a alguien”.

Ella hizo una pausa y continuó: “Lo siento. No quería lastimarte, pero no pude evitarlo”.

Vickie se burló.

“¿Por qué no me dices qué te hizo hacer una cosa tan traidora?”.

Amber la miró y de repente se rio de sí misma.

“Señorita Vickie, ni siquiera pienses en intentar que diga algo más. Seré honesta contigo. Es inútil incluso si logras ponerme en su contra. Soy solo un peón insignificante a sus ojos. No eres la única que está siendo observada y controlada. Yo también lo estoy. Así que, en lugar de desperdiciar tus pensamientos en mí, deberías pensar en cómo lidiar con tu buen hermano que apareció de repente de la nada. ¡Él es el único que es el responsable de esta operación! El cerebro detrás de todo esto”.

Vickie no se molestó cuando Amber reveló sus verdaderos pensamientos.

Ella simplemente preguntó con voz solemne: “Cuéntame tu historia, la relación entre tú y ellos”.

Estaba segura de que debía haber una historia de fondo para Andrea y, como Andrea decía, que tal vez no le sirviera de nada.

Sin embargo, tal vez podría encontrar un defecto en ello, y con eso, podría abrir una abertura para escapar.

Amber vio esto y no se negó. Al final, todavía sentía cierto cariño por Vickie, así que se sentó frente a ella y comenzó a hablar lentamente sobre su pasado.

“Entonces, comencemos con mi nombre. En realidad, no soy Andrea. Mi nombre real es Amber”.

Vickie se estremeció levemente.

Ella ya sabía que si lograba infiltrarse en el castillo y los hombres de Gregory no notaban nada malo en ella, entonces su nombre no debía ser real.

Solo la falsificación de toda su identidad haría imposible que alguien viera algún problema.

Vickie no dijo nada, así que Amber continuó: “No te mentí. De verdad, soy huérfana. Mi madre murió poco después de darme a luz y fui criada por una abuela de un orfanato”.

“La abuela fue muy amable conmigo, pero era muy mayor, demasiado mayor para dirigir ese orfanato, por lo que sus dos hijos eran los que dirigían el orfanato en ese momento”.

“Sus dos hijos no eran buenas personas. Ellos amasaron mucho dinero con el nombre de su madre, y nos trataron muy mal, a los niños sin hogar”.

“Ellos nos golpeaban y maltrataban a su antojo. No nos daban nada para comer ni ropa para ponernos, y nos encargaban mucho del trabajo manual externo para que lo hiciéramos”.

“Diciendo que podíamos practicar nuestro oficio, pero en realidad, éramos reducidos a ser sus herramientas para hacer dinero”.

“Más tarde, empezaron a sentirse insatisfechos con la escasa cantidad que ganaban haciendo trabajos, por lo que pusieron sus miradas en nosotras las chicas”.

“Pero ¿cómo iban a olvidarlo? Todos somos peones cuidadosamente seleccionados y cada uno tenía su utilidad”.

“Entonces, justo cuando estaba tan llena de alegría que podía vivir la vida ordinaria con la que soñaba, llegaron”.

“Rompieron mis sueños de ser ordinaria y me dieron la tarea de envenenarte”.

Entonces, Amber hizo una pausa y miró a Vickie.

“No lo sabes todavía, ¿o sí? La cocinera, Reina, también era una de nosotras. Es solo que ella y yo no nos conocíamos antes de que ella lo hiciera”.

“Ella fue tan descuidada que incluso se expuso después del incidente. La vi morir frente a mí, pero no pude salvarla”.

“No creo que yo pudiera haberla salvado tampoco. Después de todo, ¿qué tenía que ver ella conmigo? No es que ame a esa organización. Todo es simplemente inevitable”.

“Entonces, finalmente fue mi turno, me dieron dos frascos de drogas, los mismos dos frascos de aceites esenciales que usé contigo”.

“No era Aceite de Cien Flores real en ese. En realidad, no sé cómo preparar esas cosas en absoluto. Era una especie de alucinógeno, algo que puede confundir la mente de la otra persona”.

“Lo usé contigo como me dijeron. Es por eso que luego fuiste guiada por mí”.

Vickie frunció el ceño.

Ella dijo con voz grave: “Pero en ese entonces, sospechaba de ti y le di esa botella de aceite esencial a Gregory para que lo examinara. Los resultados salieron bien”.