UN VIAJE QUE LO CAMBIARÁ TODO (II)
Cassian se adentro en las sombrías tierras de los desadaptados, el clan McConnal eran un grupo de lobos rebeldes que les gustaba vivir sin comodidades y a la antigua. Sin embargo, para mantener la paz entre las manadas, se había firmado un acuerdo donde cada uno viviría de acuerdo a sus costumbres y sin molestar al otro. Es por eso que cuando Cassian y Lorcan llegaron a los senderos de las tierras de los McConnal, dos lobos betas los interceptaron.
―¿Qué hacen en nuestras tierras, alfa Cassian?
El alfa mantuvo una expresión tranquila, puesto que los dos hombres no representaban un peligro. Lorcan y él serían suficientes para vencerlos.
―Quiero ver a mi sobrino, sé que está en estas tierras.
Los dos lobos se miraron y no dijeron nada, pero Cassian sabía que en ese momento se estaban comunicando con su alfa. Después de unos minutos, los betas los dejaron pasar, uno de ellos les guió el camino hacia la gran casa.
Cuando llegaron, los recibió el alfa de la manada, Balgair. Un lobo de algunos cincuenta años con una fea cicatriz en el ojo. Cassian reconoció la cicatriz, se la había hecho él durante una batalla.
―Es un gusto verte por mis tierras, Cassian. ―dijo el lobo limpiándose la boca y dejando la copa de bronce sobre la mesa ― Imagino que no has venido para darme la oportunidad de cobrarme la cicatriz, ¿verdad?
A Cassian no le gustó el tono burlón del lobo. Y decidió ir directo al grano.
―¿Dónde está Logan? Dile que quiero verlo.
Balgair se echó a reír y negó levemente.
―¿No tienes miedo al venir aquí, nada más con tu beta?
―Sabes que no puedes hacerme nada, si me atacas sin razón, estarías rompiendo el acuerdo que firmaste. Lo que ocasionaría el descontento en las manadas aliadas, Balgair. ¿Cuántas manadas te apoyan?
Al lobo se le borró la sonrisa y entrecerró los ojos.
―No necesito a nadie para dominar mis tierras.
―Eso es verdad, pero mira cómo vives. Tus bosques están secos, no hay mucho que cazar. Si tan solo aceptaras lo que se propone, no tendrías que…
―Viniste aquí por tu sobrino, ¿no es así? Bien, estará aquí en un momento.
El alfa de los desadaptados interrumpió a Cassian y le hizo señas a uno de sus hombres. Minutos después, Logan estaba frente a su tío con Adam detrás. En cuanto lo vio, los ojos de Cassian se volvieron rojos y sus garras salieron listas para atacar.
―Ni lo intentes, Cassian ―advirtió Balgair ―Son mis tierras, aquí no matarás a nadie.
Cassian miró al alfa con furia.
―Estás protegiendo a una basura traidora. Tengo mis motivos para querer arrancarle la garganta.
El alfa de los desadaptados se echó a reír.
―Me importa una m****a, tus problemas, son mis tierras y mis reglas. Si quieres pelear, lo harás lejos de aquí y… ―miro a Adam ―Dudo mucho que este muchacho salga de esta casa.
A Cassian no le quedó más remedio que calmarse, Lorcan que estaba a su lado, le agarró el brazo y le dijo mentalmente.
«No olvides nuestro propósito. Si ellos tienen que ver con la muerte de Alaric. El consejo de lobos y las manadas aliadas, nos ayudaran para venir por ellos»
El alfa se calmó. Miró a su sobrino y fue directo al grano.
―¿Podemos hablar en privado?
Logan se alzó de hombros y miró a Adam, quien se marchó y le siguieron los hombres de Balgair. Él por supuesto se quedó en su lugar, por nada del mundo iba a perderse el show.
―Bien, ya estamos solos. ¿Qué es lo que quieres hablar conmigo?
Cassian dio un paso hacia su sobrino y le sorprendió percibir la tranquilidad en su corazón.
―¿Por qué te fuiste de la manada? Y además, ¿Por qué trajiste contigo a miembros de ella?
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