Cuando el Millonario Llamó a la Puerta romance Capítulo 7

Él solía ser muy cuidadoso con sus pertenencias personales, especialmente con cosas íntimas como los calzoncillos.

Nunca dejaba que los sirvientes de la casa lavaran su ropa interior, las metía en una lavadora desinfectante especial que se secaba automáticamente después del lavado.

Incluso con las prendas ya secas para guardar en el armario, no permitía que los sirvientes las tocaran.

"Vi que no habías lavado, así que te ayudé y lo hice."

Luego añadió especialmente, "Tranquilo, usé una tina nueva, las lavé a mano y separé tu ropa de las demás."

Aun así, todavía estaba algo molesto.

Con el rostro sombrío, le arrebató sus calzoncillos, "No necesitas lavar para mí, no toques mis cosas de nuevo."

"Quise ayudarte de buena fe y no lo aprecias." Murmuró en voz baja.

Pero no estaba enfadada.

La próxima vez ella simplemente no tocaría sus cosas.

"Hice tostadas y huevos fritos. También hay leche en la nevera, sírvete tú mismo, tengo que ir a la empresa."

Aunque un poco molesta, nada era más importante que ganar dinero con el trabajo.

Así que se fue a la empresa con entusiasmo.

Alrededor de las diez y algo, cuando estaba a punto de salir a hacer un recado, Lidia la llamó y dijo que quería verla en Starbucks.

¿No respondió a sus mensajes y llamadas por dos días, y ahora de repente quiere encontrarse en un lugar público?

Ella pensó que era extraño, "Lidia, ¿qué te pasa?"

"Keri, hablemos en persona, te espero en el Starbucks donde solemos ir."

Cuando llegó, solo vio a Lidia.

"¿Por qué no trajiste a Alex?" preguntó al sentarse.

"Le pedí a mi madre que lo cuidara un rato." Dijo empujando un café hacia ella, "Pedí tu latte favorito."

"¿Te maquillaste hoy?" Preguntó sorprendida.

Hacía varios años que no la veía maquillada.

¡Eso era muy raro!

"Aun así, no puedo ocultar que me veo mal, ¿verdad?" Dijo sonriendo amargamente.

"No, eres hermosa tal como eres." Dijo mirándola.

No podía decirle que su maquillaje era demasiado pesado.

Y tal vez debido al paso del tiempo, la piel de Lidia ya no era tan joven y hasta el maquillaje la hacía lucir un poco mayor.

Después de todo, ya era madre de dos hijos.

Pero en realidad, Lidia es hermosa sin maquillaje, "¿Qué marca de maquillaje compraste? Parece un poco moteado, ¿tal vez aplicaste demasiado?"

Ella ni siquiera sabía qué marca de maquillaje estaba usando.

Estos dos años, después de tener a Ana, y luego a Alex, estuvo ocupada cuidando de las necesidades diarias de su esposo e hijos.

Durante el día tenía que llevar y recoger a Ana de la escuela, por la tarde acompañarla a diferentes clases extraescolares, y por la noche alimentar a Alex varias veces, no tenía tiempo para maquillarse, incluso dormir era un lujo.

Pensó que con la creciente carrera de su marido, Ana siendo talentosa y Alex adorable, todo el trabajo duro valdría la pena.

Hasta el día anterior... cuando escuchó lo que su esposo le dijo a Keira, se dio cuenta de que estaba viviendo una vida muy dura y miserable.

No se maquillaba todos los días, no cuidaba su pelo, no tenía ambición, se sentía cada vez más excluida de la sociedad, se estaba volviendo cada vez más desaliñada, su esposo no tenía ningún interés en ella, al contrario, todo en lo que pensaba era en su íntima amiga...

Cada palabra, cada frase, como una montaña desmoronándose, golpeaba con fuerza el frágil corazón de Lidia, causándole un dolor insoportable.

Estos dos días, le ha guardado rencor a Keira.

¿Por qué Fabio tiene a alguien más en su corazón, y tiene que ser su mejor amiga?

Por lo tanto, no respondió a sus mensajes ni contestó sus llamadas durante estos dos días.

Sin embargo, después de pensarlo bien, recuperó la cordura.

¿Cómo podría culpar a Keira?

Es el problema de Fabio, ese hombre malo, incluso si ella no estuviera, habría otra mujer...

Casi pierde a su mejor amiga debido a su dolor y enfado.

Tal vez Keira se casó apresuradamente porque Fabio la estaba acosando.

De lo contrario ¿por qué lo haría?

Llevaba soltera siete años, siempre había tenido una actitud reacia hacia el amor y el matrimonio, ¿cómo iba a casarse de repente?

Ocultando su tristeza, sonrió y dijo: "Keri, tienes razón, las mujeres deberíamos tener nuestra propia carrera y vida social, y lo primero es ser económicamente independientes para poder desempeñar bien otros roles."

Después de muchos años de consejos, ¿cómo es que de repente la escuchaba?

Keira sospechaba.

¿Será que Lidia supo sobre la confesión de Fabio?

Pero no se atrevió a preguntar.

Si eso se hiciera público, sería un segundo golpe para su amiga.

La inteligente Keira ya había notado algo, pero no lo mencionó.

Miró a su amiga con simpatía y la alivio: "Lidia, sabía que podrías volver a ser tú misma, volver a tu vida."

"La verdad es que tengo un poco de miedo de volver al mundo laboral, después de todo, no he trabajado en siete años y estoy desconectada de la sociedad."

El miedo que sentía era real, pero también estaba decidida a seguir adelante, "pero aun así, necesito dar este paso."

De lo contrario, si un día su esposo la abandonara por completo y ella no tuviera una fuente de ingresos, ¿cómo proporcionaría una vida estable y feliz para sus hijos?

Estos últimos días, había aprendido una lección:

Si su pareja no es confiable, debe despertar su propio poder interior.

Pensando en esto, dijo: "Keri, cuando establecimos la empresa, no deberíamos haberle dado a Fabio la representación legal y los derechos de propiedad."

Aún no había llegado el momento de romper con Fabio.

Si realmente se separan, temía que ella y su amiga se quedasen sin nada.

Keira parecía haber visto a través de sus pensamientos, "No tendrás miedo de tener una disputa con Fabio, ¿verdad?"

Lidia sintió que eso necesitaba una planificación a largo plazo, "Solo estoy hablando por hablar, no te lo tomes a pecho. Keri, tranquila, si llega ese día, preferiría perjudicarme antes que permitir que salgas perjudicada."

Keira había estado preocupada por eso desde hace dos días.

Estaba cada vez más segura, Lidia ya sabía acerca de la confesión de amor de Fabio hacia ella.

"¡Lidia!"

"¡Eh! ¿Qué pasa?"

"¿No será que tú..." incluso ella, que siempre era decidida, tenía momentos en los que no podía decir una palabra...