Mateus
Regresamos a casa justo después del desayuno, y todos nos esperaban ansiosos, Arthur y Tiago estaban súper felices. Carina hizo puchero porque va a tener una gran barriga en las fotos y Leonardo ya se ha declarado mi padrino, estamos hablando, preparando el almuerzo y recuerdo a mi padre, le encantaría a todos los nuevos miembros de la familia, porque eso es lo que tenemos. ser, una familia ruidosa y feliz, para ser perfecta todo lo que necesito es mi padre. Incluso pensamos en hacer anuncios buscándolo, pero teníamos miedo de caer en alguna estafa, además, ahora que empezamos a estabilizarnos, tanto en la rutina laboral como económicamente. Nuestra esperanza es que Leonardo recupere la memoria y sepa dónde encontrar a la cuidadora que había contratado, ya que Mirella ni siquiera sabe su apellido, solo que se llama Suelen y nos puede decir dónde está mi padre, ya que lo único sabemos que es solo que Marcos y Patrícia lo tiraron a la calle y ella estaba con ellos.
— ¿Qué pasa amor, pareces distante?
— Hola amor, estaba pensando en mi padre, tenía muchas ganas de que estuviera aquí, participando de nuestra felicidad. Sería tan feliz con nuestra familia.
— Oh mi vida, ten fe, lo encontraremos y seremos muy felices todos juntos, ya verás.
Ella me da un beso y yo solo suspiro apoyando mi frente contra la de ella, realmente espero que tenga razón.
Miguel
Ha pasado un año desde que pasó todo, extraño a mis chicos todos los días, pero sigo trabajando, me recuperé muy bien, gracias a mi dulce Suelen, nos hicimos amigos y terminamos enamorándonos.
Hace cuatro meses tuvimos un susto que se convirtió en mi esperanza, Suelen se desmayó y me desesperé, llevándola al médico nos enteramos que estaba embarazada, y a pesar de ser un embarazo de alto riesgo, porque ya no soy un niño y Suelen Tiene cuarenta y dos años, éramos muy felices.
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