Fue el viaje en avión más largo que he tenido, sentí mucha náusea y lo peor es que no he podido dejar de pensar en lo que dijo Zerek ayer ¿Por qué tengo tanta curiosidad? En serio no entiendo qué pasa conmigo.
Sonreí de inmediato cuando vi a mi padre esperando por mí afuera del aeropuerto, aquel hombre de cabello rizado, piel bronceada y ojos miel robaba muchas miradas pese a su edad.
- Al fin te dignas a visitar a tu padre- se quejó.
No pude evitar abrazarlo apenas estuve a centímetros de distancia, lo extrañaba mucho aunque él no me crea.
-Eres un exagerado- me burlé mientras me subía al auto de mi padre.
Las cosas han cambiado mucho desde el divorcio de mis padres, mi padre ya no tiene los mismos lujos ahora tiene que realizar las cosas por sí solo y transportarse en caro común mientras mi madre gasta el dinero que le quitó a mi padre en el imbécil que la dejó.
- Me haces tanta falta hijo, sin ti la casa se siente vacía, tus hermanos prefieren andar pegados a tu madre y los entiendo, pero a veces me siento solo- dijo con nostalgia.
No me gustaba ver a mi padre así luego de la separación él no volvió hacer el mismo, se nota que sigue queriendo a mamá.
- Tú sabes que los gemelos son unos malcriados, pero tranquilo tu hijo preferido estará pegado 24 horas a ti- dije para que se animara.
Comencé a contarle sobre las actividades del grupo comunitario y lo difícil que había estado este semestre. Realmente fueron charlas triviales que ayudaron a pasar el rato en el carro. Mi padre estacionó el auto afuera de la casa y cuando bajamos de este, me ayudó con mis maletas antes de entrar a la casa.
Para mi sorpresa la casa no estaba vacía, ahí estaban mis amigos y la familia de Zac, sin dudarlo me lancé en los brazos de mi mejor amigo el cual estaba más alto que yo.
- Te extrañé- dijo este entre lágrimas.
No dudé en abrazarlo más fuerte, esto de tener una amistad a distancia es aún más complicado que un noviazgo, por él haría cualquier cosa.
- Yo te extrañé más- dije mientras secaba sus lágrimas.
La madre de Zac y Lucas se acercaron a mí para saludarme.
- Hijo estás más guapo, no hay duda que cada día está más precioso, ojalá Zac fuera como tú - se burló la señora Maxwell.
- Natalie deja de burlarte de Zacky él también es un guapo, me alegra verte Tarik todos te extrañamos- dijo el tío de Zac.
Mi mejor amigo se refugió en los brazos de su novio y miró mal a su madre por burlarse de él, así es su familia poco convencional.
- Yo también los extrañé mucho a ustedes, la universidad es un dolor de cabeza- me quejé.
Le pasé mis maletas a mi papá y este amablemente fue a guardar estas en mi cuarto.
Solo quedábamos nosotros en la sala comiendo dulces que había traído Blas, el televisor estaba prendido, pero no era nuestro centro de atención.
- Tiene varias cirugías programadas para este finde no puede darse el lujo de cancelar- expliqué.
No había hablado mucho con Connor desde que me enfermé, parecía que aún estaba molesto conmigo por aceptar el trato con Zerek.
- O tal vez estará divirtiéndose con algún chico guapo- dijo el pelirrojo con malicia.
Podría ser, Connor sí que sabe disfrutar la vida y más cuando se trata de un buen sexo.
- ¿Y tú porque estás aquí? Digo podrías salir con alguna chica- pregunté.
Tener que pasar la noche conmigo parecía una opción aburrida desde mi punto de vista.
- Podría, pero no perdería la oportunidad de molestar tu linda carita- se burló mientras limpiaba sus manos sucias en mi pijama.
Lo miré mal y me lancé sobre él para ensuciar su ropa con dulce, pero perdimos el equilibrio y terminé encima de él, en el suelo a pocos centímetros de aquellos labios que tanto he deseado probar.
Estábamos más que cerca, con nerviosismo me acerqué más con temor a que me rechazara, pero mi miedo se fue cuando este acomodó mi cabello detrás de mi oreja ¿Es esa una señal de aprobación?
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