Blas colocó su mano en mi hombro y miró a aquella pareja como solo él sabe mirar, feroz y peligroso mientras yo no sabía que decir, no podía dejar de ver sus manos entrelazadas y aquellos anillos que adornan sus dedos.
— Casi ni los reconozco, están full cambiado sobre todo tu Tarik, tu cabello está diferente y te ves más gordo— juzgo con cierto tono amigable falso.
¿Gordo? Tan infantil eres que crees que esos juegos funcionan todavía, mire aquel chico de ojos café oscuro, más atractivo que antes y con aura más madura. Una parte de mí deseaba estar a su lado para ver y vivir con él aquellos momentos significativos.
— Tú no estás muy delgada tampoco— señaló Blas con fastidio.
Sonreí al ver la expresión de disgusto de aquella chica, no podía negar que su cuerpo estaba más esbelto y ejercitado, pero realmente nunca le envidiaría nada a las mujeres.
— ¿No estás estudiando fuera de la ciudad?— cuestionó Damiano.
Podía salir huyendo de ahí y evitar está conversación incómoda, pero no, yo no soy así.
— Keira tan bella como siempre y sí, estoy más corpulento y realmente me encanta como me veo, respondiendo a tu pregunta Damiano si sigo estudiando fuera de la ciudad, pero ya estoy terminando la carrera así que tengo tiempo de descanso después de exámenes así que aprovecho para visitar a mi familia y a mis amigos— respondí con toda la confianza del mundo.
¿Qué pensaba que iba a llorar y a tener lástima de mí? Acéptemelo, ella ya lo tiene, antes odié eso, pero ahora simplemente me da igual. Keira iba a decir algo, pero mi celular comenzó a sonar, era el imbécil de Zerek, justo en el momento indicado.
— Lo siento, tengo que contestar— me excuse.
Me alejé un poco para que no me escucharán.
— ¿Tienes lo que te pedí?— pregunto de inmediato.
— Si, mañana te la entregó— solamente le estoy haciendo este favor porque después de todo estoy viviendo en su casa gratis.
Él es un imbécil, pero no es tan malo como la chica que me mira mal desde lejos ¿Cómo logro mantener su falsa amistad conmigo por tanto tiempo? Al parecer es una excelente actriz.
— Te escuchas raro ¿Todo bien Evans?— cuestionó.
¿Estás preocupado por mí? No creo, tal vez solo quieres burlarte de mí.
— Supongamos que si te importa mi estado ¿Cómo estarías si tu primer amor está a unos metros de ti con su futura esposa?— explique.
Espere alguna burla de su parte o algún comentario homofóbico.
— Mal, pero el Tarik que conozco es un chico con carácter y tan seguro que no dejaría que nadie lo haga sentir menos— me halago.
¿Espera que? El Sr. Belenger el tipo que siempre se burla y me ofende ahora mismo me está dando ánimo ¿Qué le pasa al universo hoy? En serio el mundo está raro.
— Me estás diciendo algo positivo ¿no será que tú eres el que está mal?— me burle.
— Tómatelo como quieras, pero ten algo claro, solo es débil aquel que se queda en las quejas y no en las acciones, me tengo que ir a una conferencia espero que la muñeca no tenga ningún rasguño— me advirtió antes de colgar.
¿Me acaba de dar ánimo aquella persona que tanto me ha juzgado por ser gay? En serio esto sí que es sorprendente, pero no puedo negar que tiene razón. Guarde mi celular y me acerqué aquella parejita que estaba en una incómoda conversación con Blas.
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— Soy tu mejor amigo, te conozco sé que algo pasa, suelta la sopa— dijo Zac mientras se acostaba a mi lado en mi cama.
Los chicos fueron a comprar comida y alcohol para hacer una pijamada mientras yo preparaba mi maleta y Zac ordenaba la sala.
— Hoy vi a Keira y a Damiano... fue demasiado raro, dolió, pero no de la forma que pensé, ya no siento nada por él, pero me duele que deje perder nuestra amistad por ella— me detuve al ver el rostro celoso de Zac— Tranquilo no me arrepiento de tenerte a mi lado, sin duda tú serás hoy y siempre mi mejor amigo, pero con él compartir más que simples recuerdos, era como hermano. Ya no estoy enamorado de él, pero estoy confundido por otras cosas— confesé.
Mi mente estaba demasiado confundida, no sé qué es lo que realmente quiero.
— ¿Qué otras cosas?— pregunto Zac mientras entrelazaban nuestros dedos.
Creo que más que cosas son personas de carne y hueso las que me tienen confundido.
— Me gusta Jacob y tú lo sabes, pero algo cambió, hay alguien más que al principio deseaba matar de muchas formas, créeme hasta llegué a plantearme hacerlo, es un imbécil se cree mejor que todos, quiere que todo se haga su manera, me trata como un estúpido y me juzga como si fuera perfecto. Realmente lo detesto demasiado, pero al mismo tiempo no sé ni que lo que quiero— claramente estaba hablando del pendejo número uno, Zerek Belenger— Me enferme y me cuido sin importar que tuviera que dejar sus responsabilidades de lado, eso me hizo sentir especial, cada vez que lo beso siento que quiero más, no puedo evitar estremecerme ante su toque, mi corazón se acelera cuando me toca y siento unas ganas horribles de comer cada vez que estoy sin él es como si tuviera ansiedad— explique aún más confundido.
Lo odio de eso estoy seguro, pero al mismo tiempo están estos sentimientos que no sé qué son que me hacen sentir nervioso.
— Bienvenido al mundo de los pendejos, lastimosamente eso que tanto te hace sentir confundido se llama amor— murmuró Zac.
No puede ser eso, yo no podría enamorarme de alguien como él.
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