Asentí, ahora quiero esto, peque sus labios con los míos y aproveché que este abrió un poco la boca para introducir mi lengua, me sorprendí cuando sus manos apretaron mi cintura y me acerco aún más él, nuestras lenguas tenían una danza salvaje que estaba logrando despertar muchas cosas en mi cuerpo.
- ¿Estás seguro? - pregunto con la respiración agitada cuando comencé a bajar mis besos por su cuello.
Quería besar cada parte remota de su cuerpo, ver y sentir más de lo que puedo describir.
- Muy seguro- exclamé con seguridad.
Con descaro comencé a moverme sobre su notable erección, sé que en el fondo está disfrutando todo esto como yo.
Toque con sutileza su abdomen marcado mientras dejaba un recorrido de besos por su cuerpo, me detuve cuando llegue al borde de su pantalón, estaba dispuesto a bajar aquella prenda que me hacía estorbo pero él habló.
- Una vez dijiste que nunca me harías eso y mírate- se burló.
Apreté su erección con mis manos logrando que este soltará un gemido de dolor, se lo merece.
- Calladito te ves más bonito- dije con fastidio.
Baje su pantalón y me quedé en shock cuando vi lo que este hombre esconde entre sus piernas, nunca he hecho esto, ahora siento que todo mi nerviosismo salió de mi cuerpo.
- Si tienes la razón no deberíamos hacer...-me interrumpió.
- Chúpalo- me ordeno no sin antes jalar mi cabello para que lo mirara- No salgas corriendo cuando ya lograste provocar un incendio- me advirtió.
Lo miré mal, ahora sí te voy a demostrar quién manda aquí, no he hecho esto nunca en mi vida, pero si tengo claro los puntos sensibles más comunes porque Zac y Jacob a veces se ponen hablar de eso.
Con cuidado de no rozar su pene con mis dientes comencé a introducir la cabeza de miembro en mi boca lentamente, pero sin dejar de hacer presión, estaba claro que no podía con todo eso en mi boca, mi clavícula dolía y mi boca se sentía incómoda, pero para mi sorpresa no sabía mal.
Me concentre en hacer varios movimientos en los puntos claves, chupe sus testículos y lamí su miembro con mi lengua tratando de torturarlo con mis movimientos, lo mire preocupado de estar haciéndolo mal, pero mi sorpresa aquel hombre de ojos azules que detesta a los homosexuales estaba mordiéndose el brazo tratando de contener el placer.
- Quién diría que el señor impecable le gustaría tener a un chico debajo de él- me burle sin dejar de masturbar su miembro con mis manos.
Este gruño molesto, volví a su masculinidad e introduje todo lo que pude en mi boca lo cual provocó que sintiera arcadas, pero no detuve porque quería seguir.
Su mano jaló mi cabello para que introdujera más de su pene en mi boca, sentí las lágrimas salir por mis ojos y las ganas de vomitar más fuerte, pero me controle, quería verlo correrse.
Mis movimientos eran más rápido y cuando su mano me jaló más el cabello supe que se iba a correr, no me aleje al contrario me animé a seguir chupando y lamiendo a mi gusto. Intenté tragarme lo todo, pero al final mi cara termino más manchada por semen que mi boca.
- Lo siento- se disculpó de inmediato tratando de limpiar mi rostro.
Justo cuando pensé que me iba a pasar algún trapo para limpiarme se me quedó mirando un poco raro. Me intenté levantar de la cama para limpiarme la cara en el baño, pero este me jaló haciendo que cayera en la cama ahora debajo de él.
- Voy a limpiarme...-me interrumpió.
- Esto no termina aún- exclamó intentando sacar mi bóxer.
Estaba tan sorprendido que no puse resistencia cuando esté me hizo colocarme boca abajo para levantar mi trasero.
- No- me negué, lo empuje logrando que se cayera de la cama- ¿Qué carajos piensas hacer?- pregunte.
Este se levantó del suelo y me miró confundido, no entiendo por qué se comporta así.
- ¿Tú puedes hacerme eso, pero yo no puedo hacer nada?- cuestionó molesto.
Claro que no ¿qué le pasa? Una cosa es que le tenga ganas y otra muy diferente es que le entregue mi virginidad solo por calentura.
Nuestro grupo comunitario tiene varias causas a la que ayuda, pero ahora mismo estamos concentrados en las instituciones con menos recursos.
- Dale, sin falta estaré mañana pásame los datos del lugar y llegaré a la reunión- acepté.
El grupo de ayuda comunitaria de alguna manera me hace sentir que soy parte algo por mí solo, no por alguien más. Mi madre me ha criticado mucho desde que deje de ser amigo de Damiano porque dice que soy una copia barata de Zac y eso es mentira. Si he ganado confianza y atrevimiento, pero los dos somos muy diferentes.
Zac es un chico alegre, enérgico socialmente, atrevido y entrometido. Es buena persona, pero al mismo tiempo analiza muy bien las acciones de los demás, cuando alguien le desagrada es muy evidente, es leal y sobre todo protector. Es fuerte más de lo que puedo explicar y sobre todo humilde.
Mientras yo, no soy ni la mitad de seguro, socializar me agota y eso de ser alegre no es mi punto fuerte, solo soy seguro de mi mismo cuando se trata de defender mis ideales. No me gusta meterme en los asuntos de los demás y mucho menos soy fuerte, soy muy sensible y lloro por cosas muy insignificante como sacar una nota baja.
- Súper me gusta tu actitud Evans, por cierto ¿Ya no vives en los dormitorios? Es que pase por ahí hace un momento y vi a una chica en tu habitación- preguntó está.
Difícil de explicar que desde hace una semana estoy viviendo con uno de los profesores más odiado de la universidad.
- No, estoy en lugar más cómodo... Te dejo tengo que ayudar al profesor Belenger con una investigación de la clase para subir puntos, tú sabes que me va fatal en esa clase- me excusé.
Soy demasiado malo mintiendo, pero creo que eso sonó convincente.
- El atractivo, pero malvado Belenger, tiene muy mala fama, si te sirve de ayuda hace unos minutos lo vi el estacionamiento con Benjamín el chico que da tutorías y que es muy inteligente- se acordó.
¿Ese par se conoce? No conozco bien a Benjamín, pero está claro que lo de inteligente es cierto porque gracias a él pase mi examen aunque fue demasiado grosero y cortante.
- Si ya sé quién es, me dio tutorías hace unas semanas, pero no pensé que conociera al temible Belenger porque después de todo es una universidad con muchos profesores por facultades- exclamé.
Brenda se acercó a mí como si estuviera a punto de decir un secreto.
- Yo no soy chismosa- hizo una pausa antes de seguir hablando- Pero hay un estúpido rumor de que ellos dos tienen algo porque Benjamin es terriblemente grosero con todos, pero cuando se trata de Belenger es todo lo contrario y además dicen que una vez se les vio besándose - susurró
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