— ¿Esto es una broma? Si usted es un homofóbico de primera por qué quiere hacer tal cosa— cuestioné confundido.
Sin poder evitarlo miré con cuidado en los rincones en busca de alguna cámara escondida.
— Queremos terminar las cosas entre los dos y la única manera es con una traición, a nuestros padres no le importaría si Zerek me engaña con una chica al contrario se lo celebrarían, pero con un chico cambia todo por eso eres perfecto— me explicó la chica.
Soy consciente que esta chica tiene un serio problema con familias tóxicas y machistas, pero no quiero involucrarme con el drama de sus vidas. No quiero problemas.
— Esto es un chantaje mucho peor que lo que yo hice— exclamé.
Si besé al hombre que está enfrente de mí, lo insulté y se podría decir radicalmente que lo acosé, pero ellos me estaban proponiendo un chantaje que era parecido a una amenaza.
— Te lo dije Louriza este chico no va a colaborar deja que yo haga las cosas a mi manera— le dijo a su prometida antes de levantarse de su silla— Sr. Evans pasaré un reporte de acoso y soborno sexual a cambio de nota— me acusó.
¿Espera qué? Lo del acoso lo acepto, pero lo otro solo era un malentendido yo nunca haría eso.
— Pero si yo no hice...— él me interrumpió.
— ¿A quién le van a creer a un Belenger o a un Evans?— me cuestionó con superioridad.
Me enoja, me molesta que crea que puede conseguir todo por su estúpido apellido, me levanté de la silla, controlando mis impulsos de golpearlo.
— ¿Si hago lo que quieren qué me asegura que no va a acusarme después?— pregunté.
No le tengo miedo, pero no puedo destruir mi sueño por esto, necesito graduarme y demostrarle a mi madre que no soy un imbécil como ella piensa.
— Tienes mi palabra que no permitiré que él dañe tu imagen ni tu estabilidad en la universidad si nos ayudas— dijo la chica.
Sé que esto no traerá nada bueno, pero todo esto es mi culpa y tengo arreglarlo yo solo.
— ¿Y qué tengo que hacer? Eso de fingir ser su amante, no lo entiendo— dije.
Ambos se miraron antes de contestarme.
— La próxima semana tendrás que ir a la casa de Zerek y fingir una escena dónde estén besándose y yo me encargaré de nuestros padres vean la escena eso es todo, es muy simple— aclaró.
No pude evitar reírme, me acerqué a la chica al parecer ella no conocía tan bien a su prometido.
— No es simple, mira a tu querido prometido con solo tenerme cerca ya tiene cara de querer vomitar ¿Crees que su actuación va a ser buena? — resalté.
No soy actor ni nada, pero está claro que una mentira no se puede hacer así como así.
— Tienes toda la razón y por eso ustedes van a tener que practicar — dijo la chica.
No pude evitar sorprenderme ante su petición ¿Estaba segura de lo que está pidiendo? Mi profesor parece a punto de tener un colapso con solo imaginarlo.
— Pero...—el Sr. Belenger iba a decir algo, pero Louriza lo interrumpió.
—Pero nada, tienes que dejar tu homofobia de lado porque nuestros padres no son fáciles de convencer, necesito que hagas esto por mí ¿Me vas a fallar?— la forma en la que la chica lo miraba demostraba quién tenía los pantalones en la relación.
Quién diría que el temible profesor de Psicometría se comportara tan sumiso por una chica, debe quererla mucho.
— En él sí, pero en esa chica no, me da rabia que quiera que Blas se la pase en su casa y él muy imbécil no es capaz de negarse— se quejó.
Que se note lo posesivo que es mi mejor amigo.
— Tienes que hablar con él y decirte que eso te molesta, no te guardes el disgusto porque eso solo daña todo— le aconsejé.
El divorcio de mis padres me hizo perder la fe en el amor, pero cuando Zac y Blas se hicieron novios nació una pequeña esperanza en aquel sentimiento tan ilusorio.
— Acaba de llegar el imbécil, hablamos mañana— dijo antes de colgarme.
Suspiré, espero que arreglen las cosas y que vuelvan hacer la parejita del año. El sonido de la puerta me sorprendió, me levanté de la cama y abrí está de inmediato.
— Que tenga buen día— me avisó la señora Luisa antes de entregarme el correo, aquella mujer mayor repartía el correo y vigilaba que todos respetaran los horarios en los dormitorios.
Se fue tan rápido que no me dio tiempo de agradecerle, en mi mano tenía algunas cartas de publicidad innecesaria y un sobre dorado que me causó interés de inmediato. Cerré la puerta y abrí aquel sobre que al parecer era una invitación, pero no cualquiera, es una invitación de boda.
“D & K” eran las iniciales que adornaban sutilmente la invitación “Estás cordialmente invitado a la boda de Damiano Hume y Keira Carter” por un momento sentí mi cuerpo temblar al leer aquella invitación.
Respira Tarik, vamos ellos no pueden afectarte más tú tienes el control ahora.
— Yo tengo el control— susurré para mí mismo antes de comenzar a romper la invitación.
El pasado ya no puede atormentarme más.
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