Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 1200

Shayne contrató a tres niñeras jóvenes y saludables para ayudar a amamantar al Pequeño Jonathan.

El Pequeño Jonathan creció sano.

El niño no tenía el tipo de sangre raro de Yanny y, en cambio, tenía un tipo de sangre positivo. El Pequeño Jonathan estaba en buen estado de salud y era relativamente fácil cuidarlo.

Yanny no tenía mucho por qué preocuparse.

Sin embargo, Yanny tuvo que permanecer en el hospital durante bastante tiempo antes de que le dieran el alta.

Su cuerpo estaba frágil porque sufrió una gran pérdida de sangre durante el parto. Por lo tanto, Shayne no quería que Yanny cuidara y mantuviera al niño.

Fue bueno que hayan recibido ayuda de las niñeras. Yanny no tenía que levantarse en medio de la noche para amamantarlo.

El día en que el Pequeño Jonathan cumplió un mes, el Viejo Amo Jinn celebró una espléndida fiesta para celebrar la gran ocasión.

La noticia sobre Yanny, quien dio a luz a un hijo llamado Jonathan Jinn, se extendió como la pólvora por toda la ciudad.

Jonathan, un nombre que tenía el significado de ‘regalo de Dios’.

Era un nombre encantador.

La gente especulaba que el niño se convertiría en alguien como su padre, un rebelde notorio.

El solo hecho de escuchar el nombre en sí hizo que la gente se sintiera inquieta.

Para ser justos, el niño era realmente extraordinario.

Cuando el Pequeño Jonathan cumplió tres años, él le preguntó a su padre: “Papi, ¿tú me amas?”.

Su papá respondió con indiferencia: “Amo más a tu mamá”.

Sintiéndose desanimado, el Pequeño Jonathan se sentó solo en las escaleras del patio trasero. Con sus pequeñas manos sosteniendo su barbilla, entró en una profunda contemplación.

Luego corrió a preguntarle a su mamá: “Mami, ¿por qué me diste a luz?”.

Su mamá respondió: “Porque no quería que los amigos de tu papá lo ridiculizaran por no tener un hijo”.

El Pequeño John reflexionó: 'Lo sabía… soy de más…'.

Ese día, el Pequeño Jonathan llevó su alcancía, sacó algo de efectivo de la billetera de su padre y lo metió en su bolso. Luego se escapó de casa.

Oh, y también empacó sus figuras favoritas.

Al final, cuando Shayne y Yanny encontraron al Pequeño Jonathan, él estaba en casa de su tía jugando con su prima.

Con rostro severo y frío, Shayne lo agarró por el cuello de la espalda, lo llevó hacia Yanny y le preguntó: “¿Por qué te escapaste de casa?”.

Jonathan respondió: “No quería molestarlos a los dos”.

Yanny estaba preocupada al principio, pero después de escuchar las palabras de su hijo, contuvo la risa y dijo: “Pero no tenías que huir de casa. Podrías haberte quedado en tu habitación para jugar”.

Al mirar a su hermosa madre, Jonathan preguntó malhumorado: “Mamá, ¿por qué no lloraste cuando supiste que me escapé de casa?”.

Él recordó la vez que ‘secuestró’ a los hermanos Fudd para jugar con él, y cuando el Tío Heaton y la Tía Verian finalmente localizaron a los hermanos, la Tía Verian casi lloró mientras abrazaba a Porotita Dulce.

Al Pequeño Jonathan le gustaba mucho su mamá. No había conocido a nadie tan bonita como su madre desde que nació. Incluso en comparación con la Tía Verian, su madre era mucho más bonita.

Sin embargo, siempre había sentido que el amor que le mostraba su madre era mucho menor en comparación con el amor que su madre le mostraba a su padre.

Harrison tenía razón sobre cómo los padres estaban locamente enamorados, pero tener un hijo apenas fue con intención.

El Pequeño Jonathan sintió que fue un accidente.

Agachándose al nivel de los ojos de su hijo, Yanny lo consoló: “Mami creía que eras lo suficientemente inteligente como para no perderte. Incluso sacaste una gran cantidad de dinero de la billetera de tu papi, así que pensé que podrías haber salido a divertirte”.

Shyane resopló con frialdad y miró al chaparro junto a sus piernas. “Exactamente. Además, esta no era la primera vez que te escapabas de casa, así que déjame refrescarte la memoria. La primera vez que te escapaste, fuiste a la familia Fudd e hiciste que Harrison jugara videojuegos contigo. Cuando tu mamá y yo vinimos a buscarte, no querías irte. La segunda vez te escapaste a la casa de Lucas y pediste comida, ya que la esposa de Lucas era buena cocinera, por eso le pediste que te preparara varias comidas. La tercera vez, seguiste a Porotita Dulce y a Harrison al centro comercial para jugar con las máquinas de garras, y casi ganaste la mayoría de los juguetes de la máquina. El dueño de la tienda no estaba contento porque ustedes no tenían suficiente dinero y tuvo que llamar a los adultos para saldar la deuda. Ahora dime, ¿cuándo fue el momento en que realmente te escapaste de casa? Admítelo hijo, huir de casa es solo una excusa que usas para escaparte y jugar”.

“…”.

El padre de hecho era quien mejor entendía a su hijo.

Jonathan levantó su carita y miró a su papá. Él pronunció inocentemente: “Papi, para ser honesto, quería atención de ti y mami. Por lo tanto, me escapé de casa para que tú y mami pudieran dedicarme un poco de su atención”.

Shayne extendió la mano y golpeó suavemente la parte posterior de la cabeza de su hijo. “Sería un tonto si creyera en tus palabras”.

“…”.

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