Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 293

Omar de repente se acordó de esa escena horripilante de hace dos meses. Le sudaron las manos de sólo pensar en ello.

Sabía muy bien la historia entre Carlos y Estefanía.

Pensándolo bien, Carlos realmente debía importarle mucho Estefanía, sino no se habría molestado en venir a la boda.

Se miraron a los ojos por unos segundos y Carlos volvió a apartar su mirada fría hacia otro lado.

Omar intercambió una mirada silenciosa con sus padres. La madre de Omar pensó un momento, sacó del bolso el sobre que Carlos le había dado y susurró, "Hay una tarjeta de banco dentro, dice que son ochocientos mil...".

Carlos había cortado la lengua de Omar y su familia debería tener una enemistad mortal con los Mendoza.

Pero, ¿qué era la familia Vargas frente a Carlos?

Derribar a la familia Vargas sería tan fácil para Carlos como mover un dedo, así que los Vargas contuvieron su rabia y no se atrevieron a echarlo.

"El que viene es invitado", dijo Omar después de meditarlo un rato y apretó los dientes, "Déjalo estar".

Nadie se atrevía a echar a Carlos.

Además, ochocientos mil no era una suma menor, no había razón para no aceptar el dinero que ofreció.

Ya casi era la hora propicia y las luces del salón se atenuaron.

Omar apuró a sus padres para que tomaran asiento en la mesa principal, se arregló la ropa y subió al escenario.

El maestro de ceremonias le preguntó en voz baja, "¿Empezamos?".

"Empecemos", dijo Omar mientras se arreglaba su ropa otra vez.

El día anterior, Antonio había hablado con su familia de cambiar el método de entrada de Estefanía. Querían que ella bajara desde el balcón del segundo piso y sentada en un columpio, pensaban que sería más poético.

Quería que Estefanía estuviera hermosa y Omar lo entendió, así que aceptó.

En ese momento, los reflectores ya estaban apuntando hacia el lugar en el segundo piso donde aparecería Estefanía.

Omar miró hacia arriba y esbozó una sonrisa fría.

Mientras hablaba, extendió la mano, agarró la mano derecha de Estefanía e intentó levantarla a la fuerza.

Justo cuando la agarró, la mujer en el columpio tembló de repente y lentamente abrió los ojos.

A través del velo semitransparente, Omar y ella se miraron a los ojos durante unos segundos y de pronto sintió que algo no estaba bien.

¿Los ojos de Estefanía no eran más grandes? Miró las características faciales a través del velo y parecía que algo no cuadraba.

Se quedó quieto unos segundos y de repente levantó el velo que cubría la cara de la mujer frente a él.

Hubo un murmullo generalizado en la sala.

Los padres de Omar también se levantaron de la mesa principal, miraron a la mujer que estaba en el columpio con los ojos casi saliéndose de sus órbitas.

La mujer que estaba en el escenario no era Estefanía.

Era su hermana menor, Fabiola.