¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 102

Elia se acercó a las escaleras y vio a Liliana, quien estaba de lado en el corredor de las escaleras.

Justo cuando Elia estaba a punto de acercarse, de repente escuchó a Liliana decir: "Esta vez, incluso si Elia no ha sido despedida, ya no tiene oportunidad de obtener el perdón del Sr. Griera. Algunos rumores ya se han difundido en la empresa, aunque Maribel intentó detener esos comentarios, los empleados de la empresa ya tienen una opinión negativa de Elia. Pronto será aislada y discriminada por ellos, pronto se sentirá incapaz de seguir y renunciará por voluntad propia".

Los pasos de Elia se detuvieron, no se acercó, sino que se quedó junto a la puerta, mirando hacia las escaleras.

Liliana estaba hablando con alguien, pero esa persona estaba oculta por la pared de la esquina de las escaleras, no podía verla claramente.

Esa persona no dijo nada, pero parecía haber afirmado las palabras de Liliana.

Liliana sonrió y continuó diciendo: "Elia también es mi enemiga, también quiero hacer que se vaya de la empresa, te debo un agradecimiento, por hacerme saber esta información, por lo que pude hacer que estos rumores se difundieran".

¿Qué?

¿Los rumores fueron difundidos por Liliana?

¡Liliana la estaba incriminando!

Al oír esto, Elia sintió una rabia indescriptible, se apresuró a ir a donde estaba Liliana: "¡Vaya, Liliana, fuiste tú!"

Su voz asustó a Liliana, quien la miró bruscamente: "¡Elia!"

La persona que estaba hablando con Liliana, al oír el ruido, rápidamente bajó las escaleras.

Elia escuchó el sonido de los tacones altos golpeando el suelo, "dum dum", aceleró hacia allí.

Esa persona era la instigadora detrás de la escena, no podía permitir que esa persona escapara.

Pero todavía era un paso lento, cuando llegó a la esquina, esa persona ya había abierto la puerta de emergencia y se había ido al siguiente piso.

Elia quería ir tras ella, pero Liliana la agarró del brazo: "¡Elia, ¿qué estás haciendo?!"

"¡Suéltame, ustedes dos me incriminaron, tengo que decirle al Sr. Griera para limpiar mi nombre!" Elia sacudió con fuerza la mano de Liliana y se fue tras ella.

Abrió la puerta de emergencia, entró en el pasillo, y vio que el piso estaba vacío.

Esa persona ya se había escondido.

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