¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 114

Josefina se dirigía a la puerta.

"Ya llegué a casa". Jimena tenía una bolsa de plástico en la mano, y cuando se tropezó con Josefina, sonrió inmediatamente, pero parecía una sonrisa forzada. "Elia tenía que trabajar hasta tarde y no podía volver. Fui al supermercado a dar una vuelta, compré algunos víveres, voy a cocinar en un rato."

Elia le dijo que le dijera a su madre y a su tía que estaba trabajando horas extras y que no les avisara que se la llevaba la policía para no preocuparlas.

Jimena no era buena mintiendo, y estaba pensando en cómo decírselo.

En su camino de regreso, se detuvo específicamente en el supermercado, compró algo de comida, para mantener ocupada a Josefina y evitar que le hiciera demasiadas preguntas.

"¿Así que Elia tiene que trabajar hasta tarde y no va a venir a cenar?" Josefina tomó la bolsa de sus manos y miraba detrás de ella. "¿Dónde están los niños?"

Jimena había salido con Abel y Joel.

Ahora, solo ella había regresado.

"Nos encontramos con Rosalinda en la plaza, y ellos querían jugar con ella". Dijo Jimena.

"Llámale a Elia y dile que trate de volver temprano. Tenemos visitas en casa, especialmente para ella". Josefina estaba preocupada por no ser suficientemente hospitalaria con los invitados.

"¿Visitas? ¿Quién?" Jimena se puso curiosa, entró a la casa y vio al hombre imponente y con presencia en el sofá.

Sorprendida, aspiró fuertemente. "¡Sr. Griera!"

¡Resultó ser Asier!

Era alto y distinguido, vestido de traje negro, lucía noble y elegante.

Solo con sentarse allí, era suficiente para deslumbrar a todos. Todo en la sala parecía descolorido en comparación con él, solo él, destacaba por su nobleza y su impresionante presencia.

Asier giró la cabeza, miraba a Jimena y reconoció que era la madre de aquellos niños que estaban armando problemas en su oficina, y también era la amiga de Elia.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar