¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 199

En ese momento, una mujer hermosa que esperaba el autobús con ella, tenía un maquillaje deslumbrante y atractivo y una figura extremadamente atractiva. Cuando vio el auto de lujo, tomó la iniciativa de caminar hacia el auto de lujo con una expresión de sorpresa.

Justo en ese momento, la ventana del auto de lujo negro bajó, revelando el rostro apuesto y elegante de un hombre.

No solo era guapo, sino también muy noble.

Cualquier mujer que lo viera, se enamoraría de su rostro apuesto.

La hermosa mujer inmediatamente mostró una sonrisa, se acercó al auto y dijo con una voz dulce: "Lindo, ¿quieres salir conmigo? Puedo subir a tu auto ahora mismo".

Mientras hablaba, ella incluso jugueteó con su cuerpo, que ella consideraba muy hermoso.

Asier, con un rostro descontento, dijo fríamente: "¡Lárgate!"

El olor barato del perfume de la mujer era muy fuerte, dándole dolor de cabeza.

La mujer bella se quedó atónita por sus palabras frías, su sonrisa se convirtió en decepción y se retiró desesperadamente.

Pero vio que los ojos profundos del hombre se dirigían hacia la mujer que estaba disfrutando de un helado detrás de ella, y su voz sonó: "Elia, ven aquí!"

La mujer bella se sintió muy molesta. Esta mujer parecía extremadamente normal. Era sólo una chica de campo. ¿Por qué fue elegida por un hombre excelente?

Cuando Elia escuchó a alguien llamándola, se sorprendió un poco, miraba hacia la fuente del sonido y vio a Asier en el auto. Él tenía una mano en el volante y el codo de su otro brazo apoyado en la ventana del auto. Su rostro apuesto bajo el atardecer era frío, lindo y elegante, como si estuviera brillando.

¡Resultó ser Asier!

¿Fue él quien la había llamado hace un momento?

Elia parpadeó, inicialmente no quería ir, pero al final no pudo resistirse y se acercó y dijo: "Sr. Griera, qué coincidencia".

Al darse cuenta de que todavía estaba comiendo helado y lo tenía en su mano, debía parecer muy cómica y no coincidir con la seria expresión de Asier, así que rápidamente escondió el helado detrás de su espalda.

El movimiento fue tan rápido que el helado se salió accidentalmente y se pegó a la cara de la mujer que había estado coqueteando con Asier.

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