¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 2018

Orson la besó con tal fuerza que casi le quitó el aliento a Jimena.

Pero Jimena podía sentir que ese beso no era tan impulsivo ni tan dulce como él decía, deseoso de una cercanía física.

Había un exceso de intención detrás de él.

El beso de Orson era tan intenso que Jimena casi se asfixia.

Rápidamente, levantó sus manos y entrelazó sus dedos en el cabello de Orson, sujetando su cabeza y empujándolo para liberarse.

Con los labios finalmente libres, Jimena comenzó a jadear y, mirando a Orson desde abajo, exclamó: "¡Estás loco!"

Orson también respiraba con dificultad, sus ojos encantadores brillaban con una luz húmeda mientras miraba a Jimena debajo de él: "Si sigues ignorándome, realmente me volveré loco. Dime, ¿estás enojada?"e2

Él no temía que Jimena le hiciera un escándalo, lo que le aterraba era que ella lo ignorara.

Jimena lo miró, aquel rostro de inocencia le llegaba al alma. Bastaba con que él mostrara un atisbo de vulnerabilidad para que ella se ablandara por completo.

Renunciar a él era algo que no podía hacer, así que solo le quedaba resolver los problemas que surgieran.

Jimena respiró hondo para calmar su agitación interna y le preguntó: "¿Cuántas veces estuviste con Priscila?"

El rostro de Orson se endureció por un momento y su mirada se tensó: "¿Para qué preguntas eso?" Dijo él.

Era un tema delicado entre ellos, y Orson temía que mencionar a Priscila en ese momento pudiera afectar su relación.

"Si te pregunto, solo respóndeme. ¿Por qué me lo cuestionas?" Jimena se mostró molesta.

Sus manos aún sostenían la cabeza de Orson, con sus dedos enredados en su cabello.

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