¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 91

El ascensor estaba lleno de personas chismeando, las mujeres hablaban sin parar.

"Te voy a contar algo fresco, ayer, la secretaria Maribel se le declaró al Sr. Griera, pero él la rechazó."

"¿En serio? Maribel es tan brillante, tan guapa y es la secretaria personal del Sr. Griera. Si ella fue rechazada, ¿qué posibilidades tenemos nosotras?"

"Es un honor trabajar en Grupo Griera, ya es suficiente con ver al Sr. Griera en persona. Deja de soñar despierta." Una de las mujeres, con su café en mano, respondió de forma realista.

"He oído que el jefe Griera es gay, le gustan los hombres." Otra mujer dijo emocionada.

Elia estaba tomando café, al escuchar eso, no pudo evitar escupir el café, se atragantó y tosió varias veces.

El café salpicó la ropa de la mujer de enfrente, rápidamente se disculpó y sacó una servilleta para limpiarla: "Lo siento, no lo hice a propósito."

"No te preocupes, yo lo arreglo." Tania, quien acababa de decir que el Sr. Griera era gay, tomó una servilleta y se limpió.

"No te asustes tanto, lo que dije tiene fundamento." Tania sabía que Elia se había atragantado por su comentario.

Continuó: "¿No lo has oído? El jefe dijo que para él, Maribel es como un hombre. Maribel es hermosa, tiene un gran cuerpo, se viste sexy, cualquier hombre se sentiría atraído por ella. Pero nuestro jefe no siente nada por ella, incluso dijo que parecía un hombre delante de él. Esto demuestra que él prefiere a los hombres, él no tiene interés en las mujeres."

Elia estaba sorprendida, ¿cómo sabían los empleados todos estos detalles? Incluso la razón por la que el Sr. Griera rechazó a Maribel se había difundido.

"Además, te digo, ayer el jefe para disimular su orientación sexual, besó a una limpiadora delante de Maribel para hacerla darse por vencida. La limpiadora no puede compararse con Maribel, es una mujer fea y ordinaria. El jefe incluso dijo que ella es una verdadera mujer, ¿no es esto una humillación para Maribel?"

Tania, emocionada, se rio y le contó los chismes a Elia.

Elia se quedó sin palabras.

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