CAPITULO 50
Muy temprano en la mañana, Aurora y Romeo inician su viaje hacia la manada Alba de luna, no se puede negar que los dos sienten mucho nerviosismo por lo desconocido de su ingreso.
La primera vez que fueron, en un intento de hacer unas paces que nunca existieron, Víctor y su padre lograron separar la de Romeo, le causaron el peor daño de su vida.
Aurora solo quiere ser feliz con Romeo, y demostrarle a ellos , que no le harán daño, pues ahora son más fuertes.
Victor toma de la mano a Florencia, que carga al pequeño Lucius pero con un toque de maldad le pide a Noelia que lleve al bebé al cuarto, no quiere que su hermana lo vea o este cerca de el.
El Alfa de Alba de luna, observa la belleza de Aurora, su corazón late y sus mejillas se sonrojan, pero controla sus emociones y finge que nada de esto paso.
— Romeo y Aurora, les agradezco que vinieran, yo sé que hay diferencias, pero ha pasado el tiempo, y creo que debemos cerrar el ciclo de rabia — Victor sonríe, finge como siempre que es un lobo educado, cuando su corazón está lleno de maldad y de celos.
— Si dejaste de pensar en que mi Aurora puede ser tuya, por supuesto que haremos las paces — Romeo le da la mano fuerte, su apretón es duro y demuestra que no vino a ser su amigo.
Victor sonríe, de nuevo intenta ignorar a Aurora y presume el nuevo embarazo de Florencia, que le da un beso en los labios y le confirma a la pareja invitada que ellos se aman.
Victor ordena que Aurora y Romeo sean ubicados en la mejor casa, la que queda cerca al río, y que sean tratados de una manera impecable olvidando lo que pasó la última vez.
Aurora ignora todo el tiempo a Víctor, al llegar a la casa, cierra la puerta y abraza a Romeo.
— Ya te diste cuenta, Victor y Florencia se dieron cuenta que su locura, es eso, una locura — sonríe mientras le da un beso en los labios a Romeo.
— No confío en ellos, en sus miradas o en su trampa — Romeo sabe que estar aqui significa estar alerta, no dejar que la cabeza lo domine.
— ¿Y si vamos al río? Así te quito de la cabeza las mentiras de mi hermana, y te demuestro que siempre fui tuya — Aurora muerde su labio y lo lleva tomado de la mano.
La ropa cae tan rápido en medio de las rocas mientras los dos entran desnudos a nadar, Romeo la arrincona en contra de las piedras, y ella alza un poco la cintura, sonríe mientras el entra en ella.
Aurora se agarra fuerte el cuello de Romeo mientras esté sigue un Vaivén con su cadera, ella siente como el agua choca con su piel, su cuerpo se eriza y los besos de Romeo la llenan.
El gruñe, sus dientes se contraen en medio de la excitación del momento, ver su cabello húmedo que flota como ninfa la hace especial.
Mientras ellos están en la entrega absoluta de su amor Victor observa la escena, sus ojos están dirigidos hacia Aurora, y se muerde el labio hasta sacarse sangre al ver cómo ella suspira.
Agarra el arma de fuego que tiene en el cintillo, y le apunta a la espalda a Romeo, la obsesión por Aurora lo ha convertido en un loco, que no la quiere con nadie.
Aurora gira en ese momento poniéndose frente a la mira sin saberlo y Victor se arrepiente, debe irse.
Florencia odia sentirse opacada por su hermana y le ordena a uno de sus Omegas que envíen la invitación a Rogelio de inmediato.
Llegada la noche, Rogelio recibe aquella nota de invitación
" Se que quieres saber de tú pasado y la única manera de hacerlo es haciendo presencia en la boda de Inés y Armando ".
La nota deja a Rogelio intranquilo, es verdad, sabe que el nombre de Inés le trae recuerdos y que quizás esa nota le ayudará a recuperar su memoria, por lo que decide hacer presencia en la boda.
Aurora y Romeo llegan a la cena que preparo Florencia en su honor, pero se llevan con la desagradable sorpresa de tener en la mesa a Noelia.
—¿Que haces aquí?— cuestiona Romeo, nadie sabía nada de ella desde lo sucedido en la boda.
— Es la institutriz de Lucius, y la loba de más confianza para mi — Florencia le pide a Noelia que se siente a su lado, poniendo su posición de reina por encima de todo.
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