DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 8

CAPITULO 7

Romeo se subió a su caballo, algo le decía su instinto que Florencia estaba en su lugar, al llegar efectivamente aquella bella loba que lo volvía loco estaba ahí.

Florencia se lanzó en sus brazos, lo beso con intensidad, la misma que el tenía para ofrecer.

— Perdóname, se que esperabas más de mi, pero tenía que hacerlo, por mi familia, Aurora me lanzó a los brazos de Victor, me amenazó con decir lo que pasaba entre nosotros — Las mentiras de Florencia no tenían límite.

Invento que su hermana, la misma que se condenó para salvarla, había dicho estás amenazas para hacer feliz a Victor, y que Florencia temiendo accedió.

—¿Porque Aurora se culpo de todo?— Romeo frunció el ceño.

— Por amor a Victor, ella es capaz de todo por el, creeme que su obsesión es muy grande — Florencia empezó a llorar.

Le pedía a Romeo entendimiento, no acabar con lo suyo, verse cada noche en el mismo lugar, ella necesitaba de el más de lo que quería aceptar.

Romeo no quería seguir cediendo, debia odiarla, era la hija de Russo, y su le hacía la vida imposible a Aurora, debería hacerlo con ella.

Pero Florencia se había convertido en una llamarada de pasión, una loba que le volvía la cabeza un volcán de emociones y de nulos racionamientos.

— Ahora estás casada, y soy el esposo de tu hermana, nada más sucederá — Romeo le deja en claro que esto debe terminar, que entre los dos esa pasión debe morir

—¿Lo dices de verdad?— Florencia empieza a dejar caer su bello vestido al suelo, dejando al descubierto su torneado cuerpo

— Sabes que no puedes resistirte a mi —.

Romeo toma aire, la toma de la cintura y la acuesta en el piso del bosque, rápidamente Florencia le quita la ropa al lobo mientras ella lo llena de besos.

Hay una pasión desmedida, entre los besos y caricias, es como una guerra de fuego, y los dos son una llamarada de deseo.

Florencia lo ata con sus piernas entrelazando las en su cintura, mientras el olfatea el perfume de gardenias que tanto le encanta y sigue el ritmo con su cadera.

— Eres .... Eres... Mía — gruñe mientras siente que su fuerza viril terminará por explotar.

— Tuya .. tuya — repite con una gran sonrisa Florencia mientras las gotas de sudor bajan por su frente.

— Me voy a venir... — Romeo siente que las palpitaciones de la intimidad de Florencia lo hacen llegar al climax de su deseo.

El va a terminar, quiere sacar su virilidad para no dejar su semilla en ella, pero Florencia no lo permite con sus piernas y lo besa.

— Quiero todo de ti — Ella entierra sus uñas en la espalda de Romeo, sintiendo el mejor orgasmo de su vida, aullando a la luna.

Romeo no puede más, todo es tan candente y erótico, que hasta tener en sus brazos a la mujer de su enemigo hace más deseable a Florencia y termina en ella sintiendo su cuerpo de papel y aullando aún más fuerte.

Los dos caen sobre el césped, se besan y acarician, ella debe regresar, pero prometen verse cada tercer día, para no levantar sospechas de Victor pues ahora será más difícil para ella escapar.

Romeo solo la ve partir, no sabe cómo sentirse, es cierto que no siente nada por Aurora, pero es su esposa y le debe respeto, su padre estaría decepcionado de el.

Amanece...

Aurora decide recoger la que será su casa, es mucho más humilde que la gran mansión en la que creció, pero se siente satisfecha.

El pequeño Manolo corre por el jardín, al verla la abraza y le pide jugar junto a ella, lo que acepta.

Aurora y Manolo pasan un momento divertido, ella cae al suelo mientras el le lanza agua con una manguera.

Ella hace lo mismo, en una guerra de agua, no se percata y Romeo llega, sin querer ella lo empapa de agua.

Romeo se sorprende al ver la felicidad de Manolo, pero se enfada al ver su ropaje mojado por el descuido de Aurora.

— Lo siento — dice ella mientras se acerca avergonzada.

— Como mi esposa debes ayudar a secarme — Romeo la toma del brazo y le obliga a entrar en la habitación principal que deberán compartir de aquí en adelante.

Aurora saca la ropa y mientras el se queda estático, ella lo desviste y con una toalla seca su piel.

LA PALABRA DE UN ALFA 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOS HERMANAS, UN ALFA