Rey me acaricia la mejilla con sus dedos y puedo sentir que su gran mano aún humeda de lubricante.
"Que buena eres mi Princesita, en verdad toda una bella Princesa..."
"No haz dicho ni una sola palabra, no haz apartado los ojos de lo que estamos haciendo..."
"Cada vez me sorprendes más y más princesa..."
Rey me besa despiadadamente y puedo escuchar su gemido en mi boca que se queda conmigo y me lame las entrañas lentamente.
No debería, se que no debería, pero en este momento hasta yo estoy excitada por lo que he visto.
Por lo que he escuchado.
Por lo que Rey, el Doctor y la mujer le han hecho a mi amiguita enfermerita.
En verdad que la admiro, en verdad...
Debe de ser porque ella no esta tan delgada como yo, ni tiene ninguna cicatriz ni herida...hasta ahora.
Su piel es multicolor, un arcoíris de colores morado, rojo, azul, rojo,blanco y verde.
Moretones, mordiscos, marcas de amarre en sus manos y pies, en el cuello.
Su cabello esta completamente sudado, ella ya no tiene fuerzas ni para gemir...
Ella sí es un verdadero juguete en sus manos de los tres torturadores que se han ensañado con la pobre chica.
Mi pobre amiguita...
Su único delito fue quererme ayudar, quererse quedar con este atractivo sádico que me sigue devastando oralmente.
Subo mis manos a su pecho, quiero tocarlo, lo ansío.
Pero Rey me aparta de un manotazo mis manos y tiemblo al pensar que he hecho algo malo.
"No Princesa, no me toques ahora, ahora no."
"Tengo su el sudor de ella manchándome y no quiero que se mezcle con el tuyo...."
"No quiero que tengas su desagradable olor."
"Tú eres mi posesión más valiosa."
La enfermera le dice que haga relevo y Rey me toma de la mandíbula para decirme algo antes de irse.
"Dime que lo sientes."
"Lo siento Rey."
"Buena Princesita, ahora solo quédate aquí sentadita como buena niña y observa..."
"Observa Princesa."
Remata la mujer quien saca el dildo doble del canal delantero de mi amiga.
La mujer está usando el dildo para darse placer ella y violar a mi amiga.
"No la penetraré por adelante."
"Mi miembro es exclusivo de mi Princesa."
"Doctor, haga los honores de nuevo, le cambio el lugar."
El Doctor asiente y saca su miembro duro y erecto del canal posterior de mi amiga enfermerita.
Ella, la pobre solo deja escapar un suspiro de alivio cuando todo el mundo le concede unos segundos de paz sin estar empalada entre dos personas.
Cuando comenzaron los tres fueron muy voraces y sádicos, todos sin excepción alguna.
El Doctor se dedicó a besarla despiadadamente mientras que la mujer y Rey también se besaban con excitación.
Los dedos del doctor buscaron rápidamente la humeda entrada de mi amiga e introdujo dos dedos de una sola estocada con el plug anal dentro de ella.
"aaahhhhhhh...!"
Gimió mi amiga y Rey junto con la enfermera dejaron de besarse para mi alivio.
Se concentraron en los senos de mi amiga.
Los dos al mismo tiempo le mordían los pezones, le hacían chupetones en su piel.
Le daban palmadas en sus senos haciendo que el ruido resonara en la habitación mezclado con los jadeos de mi amiga.
Rey dirigió su enorme mano al plug y lo metía y sacaba...
Metía y sacaba más profundo cada vez.
El cuerpo de mi amiga se arqueaba sin poder hacer mas porque tenía las manos amarradas tras su espalda.
Solo podía gemir y jadear, sentir e intentar disfrutar.
"Disfruta puta, disfruta lo que te hacemos..."
"Querías ser un juguete...ahora lo eres."
Fue lo que le dijo Rey cuando le metía y sacaba el plug poniéndolo a máxima vibración.
Después de esto Rey cargó a mi amiga, pasando sus manos por abajo de sus piernas.
Con la espalda de mi amiga pegada a su fuerte pecho y los dedos de Rey sosteniéndola fuertemente la ofreció al doctor.
Solo podía ver a mi amiga con las piernas abiertas, vulnerable, con su pecho bajando y subiendo de excitación y miedo observando lo que le hacían las tres bestias sexuales.
El Doctor susurró algo así como "Delicioso" cuando sacó sus dedos de la boca después de haber chupado y lamido los jugos de mi amiga.
Poco a poco volvió a meterlos.
Esta vez tres de ellos, por el estrecho canal abierto de mi amiga.
"Dame tu miel cremosa, dámela, quiero probarte y darte a probar, expulsala..."
Sus dedos se movieron frenéticamente dentro y fuera de mi amiga quien echó la cabeza hacia atrás para recargarse en el fuerte pecho de Rey.
Jadeando, gimiendo y gritando de placer y dolor mi amiga se retorcía.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dulce Juguetito