"Quienes son y porque diantres están en la casa de mi hermano?"
Este chico es la copia joven de Rey!
No puedo contenerme antes de extender mi mano hacia la hermosa cara del joven quien me mira con cierta repugnancia.
"Alejate de mi, inmunda mujer."
El guapo joven desenvaina una espada de su cinturón a la vez que carga a la pequeña niña, alejándola de mi.
La niña me mira con esos penetrantes ojos, que sin duda alguna son heredados de su padre.
Y su padre, es Rey.
Ese pensamiento me mata.
Pensar en Rey casado con una hermosa mujer y teniendo una hija que no engendre yo...
"Señor, mi buen señor, perdone mi inmunda vida..."
Caigo de rodillas suplicando mientras que el filo de la espada se coloca en mi garganta.
Siento un delgado hilo de sangre que me recorre la garganta mientras que el chico sonríe malvadamente.
Esa sonrisa retorcida es tan característica de Rey.
"Tienen suerte de que me sienta benevolo este magnífico día."
"Además de que no quisiera que las demas damas las vieran en este esplendoroso lugar."
Me levanto trabajosamente y observo al chico.
No puedo creer que mi Rey, tenga un hermano menor tan idéntico a Él.
"Caminen todas en silencio."
"Si alguna dice algo, la atravesaré con mi espada, ahora, andando!"
Les indico a las chicas que caminemos mientras que pienso en algún plan para salir de este lugar que parece que retrocedió en el tiempo.
Puedo escuchar las exclamaciones de asombro de las chicas ante lo que nuestros ojos presencian.
Paredes tapizadas exquisitamente con diseños increíblemente intrincados y adornos que refulgen como si fueran de oro.
Gigantescas pinturas de mujeres y hombres colgadas en las paredes.
Todos ellos guardan un inmenso parecido con Rey.
Hay varias armaduras de pie, bustos de personas tallados en piedra, esculturas de mujeres y hombres...
Todo esto me da la sensacion de que estoy en un museo de la antigüedad.
"Reginald, eres tú?"
Una voz de una mujer de edad nos hace detenernos y agazaparnos contra la pared por orden del joven que blande la espada contra nosotras.
La niña nos hace la señal con su dedo para que guardemos silencio.
"Así es, Lady Marian."
"Solo estoy ejercitándome un poco al lado de la pequeña Regina."
Me tapo la boca con mis manos porque un pequeño sollozo amenaza con escapar de mi boca.
El nombre de la pequeña....
Es idéntico a...
"Princesa, que sucede?"
La más pequeña de las niñas me pregunta cuando me observa visiblemente perturbada.
Niego con la cabeza.
Ella me ha hecho recordar mi realidad ahora.
"Oh, ya veo..."
"Bien, no hagan demasiado ejercicio, no quiero que la pequeña Regina transpire o que su peinado se estropee."
"Su padre está a punto de llegar a casa."
La niña esboza una sonrisa amplia cuando escucha las palabras de la señora mayor.
"Lady Marian, mi padre llegará hoy de su viaje?"
La pequeña no puede contenerse y corre hacia el barandal para preguntar con gran alegría y esperanza.
"Así es, pequeña muñequita."
"Sus negocios lo retrasaron, pero ahora, la doctora nos ha enviado una carta indicándonos que llegaran este día."
"No te ensucies y compórtate como la educada señorita que eres, Regina."
La niña hace una reverencia antes de caminar de vuelta con Reginald.
"Sigan su marcha."
"El calabozo las contendrá mientras que mi hermano llega y decide que hacer con sus miserables vidas."
Seguimos nuestra procesión en silencio hacia el final del pasillo donde observamos una cerradura moderna.
Reginald se coloca frente al tablero y digita una secuencia de números.
Eso me deja asombrada.
Entonces...esta casa si es tecnológica?
Es momento de sentirme el doble de asustada?
"Entren mujeres y no intenten nada extraño."
La humedad, la oscuridad y el frío nos saluda como viejo amigo nuestro.
Descendemos y siento que estoy bajando las mismas escaleras del sótano de la casa de Rey.
"Regina, ve con las damas."
"Me encargaré de ellas."
"Personalmente."
No puedo ver a la pequeña, solo escucho cuando ella se aleja mientras que nosotras descendemos más y más.
"Quietas todas y no se muevan."
La luz de varias lamparas flourescentes pegadas en el techo iluminan este calabozo, el cual no es naa parecido al de Rey.
Más parece un verdadero calabozo de torturas de la edad media!
"Ahora, quiero que me digan, como demonios es que llegaron aquí y de que casa vienen."
"Ustedes pertenecen a alguien."
"Quien es su amo?"
El chico nos pregunta.
"Rey."
"El chef."
Decimos a coro las chicas y yo.
"Repite eso."
El chico se acerca a mi con una daga en su mano.
En que momento dejó su espada y tomo esa daga moderna?
"Mi amo, es Rey."
Repito de nuevo ante la mirada de extrañeza del chico.
"Tu...eres princesa?"
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