Dulce Juguetito romance Capítulo 4

No debería, se que está mal pero siento esta insana excitación que hace que mi cuerpo deseé su toque.

Lo necesito como el aire que sale por mi boca mientras que jadeo y gimo.

Rey me tiene recargada en almohadas para que vea todo lo que me hace, me prohibió que cierre los ojos en todo momento.

Por lo que ahora puedo ver su boca acercarse a mi entrepierna que esta humeda, algo sale de mi y me hace sentir un poco avergonzada.

Su boca, maldición, su boca respira cerca mi sensible piel.

Mi cuerpo desobedece a mi mente porque se mueve solo, de arriba a abajo, mi pecho baja, sube, se contrae con la expectativa.

Rey me mira, sigue oliéndome, su respiración cálida me hace ansiar por mas.

No se que más puedo querer pero lo necesito, por favor lo que sea lo necesito ya.

Esta cosa que esta dentro de mi me manda descargas eléctricas que me recorren entera cuando Rey lo saca un poco y lo vuelve a insertar en mi, deleitándose en torturarme lentamente.

"Te gusta lo que te hago princesa?"

"Si Rey, mucho, mucho....Rey..."

Con lentitud tortuosa su lengua toca mis pliegues y puedo ver que frunce el ceño y de pronto tengo miedo de que vaya a explotar contra mi, sus ojos se mantienen fijos en mi, destellando fuego en todo momento.

"Carajo princesita, sabes tan jodidamente bien, serás mi dulce vicio a partir de ahora..."

Hunde su lengua cálida, humeda y musculosa dentro de mi hurgando algo y siento que voy a desfallecer porque se siente tan bien...

Su aliento en mi, sus ojos en mi hasta que los cierra para dedicarse completamente a darme sexo oral y es lo mas sexy que he visto en mi vida.

Está recostado en la cama y puedo ver su espalda ancha definida, la línea definida que divide su espalda, su trasero y puedo ver que tiene mas que yo.

Sus piernas fuertes y venosas, es una suculenta vista verlo asi.

Sus manos apresan mis senos, los cuales están apretados y sobresalen mas por la soga que los rodea, mis manos se alzan un poco, pero Rey despega un poco su boca de mi para decirme.

"Coloca tus manos juntas sobre mi cabeza princesa."

"Hundeme más en ti..."

"Déjame escucharte, quiero oírte gemir de placer."

"Quiero que hagas música con tu excitación para mi."

"Y a cambio te daré tu primer orgasmo princesa, quiero probar tu crema interna."

"Si Rey."

Es todo lo que puedo susurrar cuando coloco mis manos amarradas juntas en su cabello.

Mis dedos se entrelazan con su cabello suave, si, que delicioso se siente.

Sus manos vuelven a mis senos y los aprietan con fuerza, los amasa, me pellizca, tira de ellos y su lengua sigue arremetiendo contra mi y mi trasero se alza en respuesta.

"Así princesa, así, quiero que te dejes llevar, quiero que experimentes el placer y el dolor mezclados..."

"Sigue asi, déjame oírte mas fuerte..."

Su dedo pulgar se coloca en el barrita verde y la hunde dentro mientras que su lengua encontró por fin mi punto G y esta masacrándolo.

Demonios, demonios...

"aaaaahhhh... aaahhhhhh...mmmmhhhhh...Rey....

Reeeeyyyyy..."

"Gime princesa gime...."

Se aparta un segundo y sube a mis labios para atacarme con sus labios.

Sus dientes muerden mis labios, mi lengua, puedo saborear un sabor metálico entre los dos y no se si es la sangre en mis labios o mi sabor de mis otros labios.

Rey tal vez piense que soy una virgen tonta que no se nada de anatomía, pero se sorprendería si le dijera que me tocaba e intentaba brindarme algo de placer mirando a escondidas pornografía dura.

Oero nunca conseguí sentir lo que ahora siento bajo sus manos.

Es tan intenso, mis pies brincan cada vez que su lengua me lame, de arriba a abajo.

Cada que su boca aprisiona mi punto dulce, mis piernas brincan inconscientemente.

Mi corazón se acelera, abro la boca y jadeo por aire, como si fuera un pez que acaban de sacar del agua.

Los sonidos que produce contra mi piel me encienden, avivan mi placer, Rey también gime, hace algo como "mmmmhhh."

Escucho y veo como su lengua sube y baja por mi parte sensible y entonces Rey para y me sonríe diabólicamente.

Me siento afortunada de tener mi primera vez con este hombre tan guapo y atractivo.

Tan malvadamente bello, tan posesivamente sádico.

Tan perversamente delicioso que sabe dar placer el bastardo...

Sabe que esta para comérselo el cabrón.

Yo lo haría, en circunstancias normales lo habría intentado al menos.

Me había acercado sin muchas esperanzas a hablar con Él, solo para pedirle la hora o tal vez preguntarle alguna tontería para poder escuchar su grave y sexy voz.

Esa voz que ahora me dice "ssshhhhh" porque siento que esta introduciendo su dedo del medio en mi, pero solo a la mitad.

"Relajate princesa, será mejor si te relajas, no sentiras dolor..."

"Si sientes dolor disfrutalo también, sin dolor no hay placer..."

Me besa en los labios lamiéndome las comisuras como si lamiera un helado que esta a punto de derretirse y eso soy, soy un helado derretido en las manos del niño mas guapo de la heladería.

Quiero ser comida, quiero que me coma...

"Pero solo lo introduciré a la mitad, porque tu sangre quiero que manche mi miembro y después degustarla."

"Es tan cálido adentro de ti, tan suave, tan apetecible."

"Me daras mucho placer princesa, mucho placer..."

Sus palabras me hacen entrar en calor, una oleada salvaje me recorre desde el cuero cabelludo hasta mis dedos de los pies.

Rey prosigue mirando mi entrepierna, suave, resbaladiza y abierta totalmente para Él.

"aaaahhhhh... aaaaayyyyyy...

aaahhhhhh..."

"Asi pequeña, más, vamos tu puedes, dame tu dulzura interna, necesito de ti, tengo sed de ti..."

Sus manos se unen y me dan placer en conjunto, su dedo entra en mi y sale despacio, luego rápido, su pulgar empuja dentro la barra en mi, su otra mano recorre con fuerza mis senos.

Su boca me da mil besos y mordiscos en mi vientre.

"Casi princesa, siento que casi estás por estallar..."

Y vaya que lo siente, mis gemidos ahora son casi gritos, mis manos apresan con fuerza su mano dentro de mi.

Quiero que pare porque no aguanto esta sensación, es demasiado fuerte y placentera, pero no quiero que pare porque quiero sentir el placer que vendrá después, más y más veces...

Su boca una vez aprisiona mi punto álgido y su mano rodea mis brazos para aprisionarme.

Está sobre sus rodillas y dejo caer mi cabeza hacia atrás para exhalar mi pasión, gemir mi ardor, mis palpitaciones.

Siento que algo se tensa en mi y de pronto una sensación de placer devastadora me invade, me golpea tan fuerte que mi cuerpo convulsiona ferozmente.

Rey me mantiene controlada con su fuerte y poderosa mano.

"Grita, princesa, grita, nadie puede escucharte aquí."

"Solo somos tu, yo y tus orgasmos, necesito que me los regales, quiero beberlos calientes de ti."

Siento que me derramo, escucho el sonido como de agua en mi, como se escuchaba en las películas pornográficas que veía y ahora puedo sentir lo que esas actrices experimentaron.

Un orgasmo tan fuerte que veo estrellitas, unas lágrimas de felicidad me recorren las mejillas.

Rey al notar que comienzo a calmarme saca su dedo de mi, se incorpora y se quita lo que restaba de ropa para mostrarme su monstruoso miembro erecto que palpita.

Se lo acaricia con lentitud mirando mi entrepierna que aún palpita y puedo jurar que ansio que su miembro colonice mi interior.

Quiero que lo conquiste y destruya esa barrera que a todos los hombres les genera tanto morbo, el himen.

"Te gusta lo que ves princesa?"

"Si Rey, eres enorme...tan duro, tan grande..."

"Y soy tuyo princesa, se que estás sana, me cercioré de eso."

"Eres pura para mi, yo también lo soy, puedes estar segura."

"Feliz cumpleaños princesa."

Dice mientras que se coloca en medio de mis piernas para abrirlas y me levanta por completo para que este de frente a Él.

Con mucha facilidad Rey da la vuelta conmigo sobre Él y se recarga en las almohadas donde estaba, pone mis manos atadas alrededor de su cabeza y sus manos me cargan para que lentamente descienda me ensarte en su miembro.

Se queda quieto y con rapidez desata mis manos, pero da vueltas a la soga sobre mi torso y sostiene los extremos para que él pueda sujetarme de ellos.

"Ahora si, quiero que tus manos se aferren a mis hombros, quiero sentirte."

"Tienes permitido acariciarme, rasguñarme, todo lo que tu cuerpo te dicte..."

"Pero no quiero que cierres los ojos y me mires en todo momento comprendes?"

"Si Rey, gracias."

Lentamente sin haberme comienza a deslizarse dentro de mi ayudado por mis flujos que aun salen de mi, pero siento resistencia todavía.

"Virgen y estrecha, me mataras ahí adentro."

Rey alcanza con su largo y musculoso brazo la botella de lubricante y se unta un poco en la punta de su miembro.

Mi mano lo sigue y pronto me encuentro acariciándolo y mirándolo a lo ojos.

El sonríe, bastardo, su sonrisa es hermosa, daría todo por que fuera mi novio que me ama.

Pero se que soy su juguete por el que pagó y cuando pase la novedad me dejara olvidada en un rincón.

Pero eso no está pasando ahora.

En este momento Rey me besa de nuevo y yo misma dirijo la punta a mi entrada.

Rey toma mis brazos por detrás de mi espalda y se inclina hacia atrás para ver como lentamente su miembro desaparece en mi interior y siento que estoy completamente llena por los dos lados.

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