El Amor Eterno romance Capítulo 1011

"Sí. Recuerda alimentar a los perros”, dijo Clifford.

Le pregunté sorprendida: "Entonces, ¿qué han estado comiendo los perros durante los últimos días?".

"Puse un poco de croquetas para perros en el baño", respondió Clifford.

Sostuve a los dos cachorros y fui al baño. Encontré dos tazones en el baño. Uno era azul y el otro era rosa.

Uno de ellos tenía croquetas para perros adentro y otro tenía agua. La cantidad de comida era más que suficiente para que los dos perros comieran al menos una semana.

Si es así, ¿dónde harían sus necesidades?

Caminé rápidamente a la sala de estar. Encontré sus excrementos en algunos rincones escondidos. Cuando vi eso, ¡casi caí en la desesperación!

Salí rápidamente y busqué a mis guardaespaldas para que me ayudaran.

Después de que nos ocupamos de sus excrementos, recibí un mensaje de Martti.

[Martti: ¿Cómo trato con una mujer que no reacciona conmigo? ¡Realmente creo que se lo debía en mi última vida!].

Cuando leí su mensaje, pensé instantáneamente en Carissa Johnson.

[Caroline: ¿Vas tras ella?].

[Martti: No, no puedo soportar ver lo pobre que es y quería ayudarla. Sin embargo, ella rechazó mi ayuda. Ella piensa que la estoy molestando].

Martti era simplemente terco.

No respondí a su mensaje porque no estaba segura de cómo tratar con una mujer así. Después de todo, ella fue víctima de acoso desde una edad temprana.

Como no respondí, Martti envió otro mensaje.

[Martti: ¿Por qué no respondes a mi mensaje? Caroline, por favor, visítala por mí].

No pude comprender su solicitud.

[Caroline: Ni siquiera la conozco. ¿Por qué debería visitarla? Ella es la sénior de Yara. Ve a pedirle ayuda a Yara].

[Martti: El hombre de Yara se está poniendo contra mí y me trata como si fuera un ladrón].

[Caroline: …].

Todavía no había aceptado la solicitud de Martti. Por esa razón, él se dirigió personalmente a mi villa. No solo eso, él tenía muchos regalos con él.

Pensé que él me los había llevado. Sin embargo, cuando él me forzó a salir, seguía cargando los regalos.

En ese caso, ¿por qué se esforzó tanto en llevar los regalos a mi casa?

Le pregunté a Martti en el coche: "No puedes forzar cosas que están más allá de tu capacidad. Además, no conozco a Carissa. ¿Qué debería decirle más tarde? No puedo simplemente decirle que Martti me envió a visitarla, ¿verdad?".

Ella dudó un buen rato antes de abrir la puerta. "Adelante".

Entré con los regalos y los puse en su habitación. Ella se estaba quedando en un pequeño estudio. Estaba limpio, pero había mucha basura apilada en la entrada. Olía rancio.

Ella explicó en voz baja: “No he salido en muchos días, así que la basura huele mal. ¡Le pido que lo aguante, por favor!".

Ella preguntó: "No es por Yara, ¿verdad?".

Ella era una científica, por lo que no era una idiota.

"Sí. Él se preocupa por ti”, le dije.

"¿Por qué tiene que preocuparse por mí? Gracias por su regalo. ¿Quiere agua tibia? Aquí solo tengo agua tibia o fría para los invitados".

La cara de Carissa estaba muy pálida y parecía desnutrida.

Le pregunté con preocupación: "¿Qué has comido últimamente?".

“Esto”. Carissa señaló un lado y explicó: “Esas pocas cajas de fideos instantáneos. Comeré cuando tenga hambre".

Miré hacia donde ella señalaba y vi cinco o seis cajas de fideos instantáneos. Dos de ellas ya estaban vacías.

"Carissa, ¿por qué actúas así?".