El Amor Eterno romance Capítulo 1026

Era incómodo que te atraparan cuando hablabas a espaldas de alguien. Me sentí avergonzada cuando la persona de la que hablaba me atrapó, así que me di la vuelta y le expliqué con impotencia: “Solo lo decía de forma casual. No te lo tomes a mal. Señor Moore, ¿por qué ha venido al banquete si está gravemente herido?”.

Lucas no me avergonzó y solo dijo: “Me dejé llevar por la corriente”.

“¿Qué quieres decir con que te dejaste llevar por la corriente?”.

“Alguien esperaba que asistiera al banquete, así que asistí”.

“Oh”, dije y volví a tomar un sorbo de champán. Lucas dijo de repente: “Yo también soy un huérfano”.

Parpadeé y dije: “¿Mm?”.

Yo sabía que él era adoptado.

“La única bondad que tenía era ayudar a otros huérfanos como yo. Nunca esperé ningún tipo de retribución por su parte. Por aquel entonces, refugié a muchos huérfanos, pero no muchos estaban dispuestos a quedarse. Sin embargo, los que se quedaron fueron personas como Chuck y Yair”.

“Señorita, no se preocupe, Una vez ellos les sirven, siempre serán leales a usted”.

De repente, Lucas me hizo una promesa.

Aparté la mirada y miré al asistente Yair. Su expresión no cambió en absoluto.

Seguían diciendo que no nos traicionarían a Zachary y a mí. A pesar de eso, algunas de sus acciones mostraban evidentemente su inclinación hacia Lucas.

Chuck y el asistente Yair se preocupaban más por Lucas. Debido a esto, no podíamos garantizar que no se rebelarían contra nosotros en el futuro.

Aun así, era cierto que todavía no hubo ningún problema significativo.

Sonreí cortésmente y dije: “Mjm. No estoy muy preocupada. Solo estoy teniendo una charla casual con el asistente Yair. Mira como LG me mira fijamente”.

Como mencioné a LG, Lucas pareció ligeramente frío y dijo: “LG tiene que poner su vida al borde de la muerte innumerables veces antes de comprender que la supervivencia no es fácil. Eventualmente, ella va a cavar su propia tumba”.

“Ella es como una lunática”, respondí.

“Ella ya es una persona muerta para mí”.

Tomé un sorbo de champán y dije: “¡Blueson nunca la perdonaría! Me iré primero. Asistente Yair, puedes quedarte aquí”.

Ya no me atrevía a moverme sola, así que llevé a Leo conmigo. Cuando llegamos a un lugar donde no había nadie, le pregunté: “Solías decir que no puedes ganar contra ella. Ahora que está herida, ¿puedes hacerlo?”.

Leo preguntó en voz baja: “Jefa, ¿a que se refiere?”.

“Ayúdame a atacarla”, dije.

Desde que apareció LG, ella siempre había actuado con arrogancia. Era arrogantemente egocéntrica hasta el punto de ser dominante.