El Amor Eterno romance Capítulo 1038

No estaba gravemente herida, pero seguía siendo una herida de bala.

Cuando el médico me extrajo por fin la bala del bajo vientre, habían pasado tres horas. Una vez que terminaron la operación de extracción de la bala, me sacaron del quirófano. Zachary esperó afuera todo el tiempo.

Él tenía los ojos ligeramente enrojecidos porque estaba agotado. Cuando vio que me sacaban en silla de ruedas, corrió rápidamente a mi lado. "¿Te duele?".

Le sonreí. "Es ligeramente doloroso, pero estoy bien".

Zachary dejó escapar un suspiro de alivio cuando escuchó eso. Se inclinó y me besó suavemente en la frente. Dijo suavemente: "Dejé que te hicieras daño otra vez. Es culpa mía por ser negligente. Bel, cuando te mejores, te compensaré".

Como Zachary siempre fue una persona fuerte, era raro que mostrara su lado más tierno. Sin embargo, él siempre me mostró su lado vulnerable. Me molestó un poco lo que dijo LG, pero lo olvidé al instante al ver cómo él se preocupaba por mí. Me sentí amada.

Amaba a Zachary. No había ninguna duda al respecto.

Una vez más, recordé el momento en que lo conocí. Cuando nos conocimos, me dijo que me veía fea. Era la única persona que me había dicho que era fea.

Cuando pensé en eso, fruncí los labios y sonreí. Recordé que al principio siempre le tuve miedo. Aunque era tímida a su lado, me gustaba estar con él y me encantaba su cocina.

Y lo que es más importante, Zachary siempre estuvo a mi lado en los momentos más difíciles. Me protegió y me cuidó. Especialmente aquella vez frente a la iglesia.

Ese fue el peor día de mi vida. Fue un gran obstáculo que tuve que superar. Deseché toda mi dignidad y le rogué a Dixon que se fuera conmigo. A pesar de eso, Dixon pisoteó mi dignidad.

Si Zachary no hubiera estado allí ese día...

Zachary tenía que estar allí.

Yo no podía vivir sin Zachary. No podía imaginar cómo habría sido mi vida sin él.

El hombre me preguntó amablemente: "¿Por qué esa sonrisa?".

"Solo estoy pensando en algo", dije.

Zachary preguntó cariñosamente: "¿Sobre qué?".

"En la primera vez que te conocí. Fuiste mi salvador hace tres años y ahora sigues siendo la luz de mi vida. Te agradezco que hayas venido como acordamos".