El Amor Eterno romance Capítulo 1081

"¿De verdad quieres saber?".

Él se burló de mí y me dio falsas esperanzas de que me lo iba a contar y a la vez no. Tenía un mal presentimiento al respecto, ¡pero la curiosidad me ganó!

"¡Por supuesto! ¿Por qué más preguntaría?".

Él guardó el cigarrillo y se detuvo un momento. Después de pensarlo mucho, él respondió: “Para ser justos, esa fue la tercera vez que nos vimos… No, la cuarta, para ser exactos. La primera vez que nos vimos fue en el hostal, la segunda vez en la entrada del hospital, la tercera vez cuando te acosaron y la cuarta vez fue en casa de Yale".

"Ese no es el punto". De repente me di cuenta de cuánta atención él había prestado a detalles triviales como esos, ¡él los recordaba de memoria!

Zachary sonrió y continuó: “La pelea entre tú y los demás era entretenida. Mi impresión de ti... Aunque no llevábamos mucho tiempo de conocernos. No te conocía bien y nunca había investigado tu pasado. Entonces no sabía nada sobre ti y Dixon, y mucho menos sobre tu enfermedad".

"¿Entonces? ¿Cuál fue tu impresión?”.

“Una chica libertina, por ejemplo. Una chica libertina sin dinero. Por eso estaba confundido sobre la razón por la que los hombres tenían algo especial contigo, especialmente Dixon, Henry y Sean. Ellos no eran hombres comunes".

Una chica libertina...

Entonces, ¡hubo un malentendido!

Zachary notó que mi humor cambió y se acercó a consolarme.

"Como dije, no te conocía bien, pero lo único que quería era protegerte. Que fueras una ‘chica libertina’ no cambió el hecho de que quería tenerte. Te apoyaré económicamente si lo necesitas, trataré tus enfermedades si tienes alguna, te daré todo lo que quieras".

“Lo dijiste tú mismo; no me conocías bien. ¿Por qué querías ayudarme, segundo hermano? ¿Por qué a mí?".

¿Por qué fui yo la elegida?

“Tus ojos mostraban una verdadera tristeza. He visto a muchas mujeres con el corazón roto. No eras como las demás".

Sus palabras sonaron particularmente dulces.

Entonces recordé otro incidente. "Entraste a mi condominio después de la fiesta y vomité sangre como si no hubiera un mañana justo frente a tus ojos, pero no hiciste una sola pregunta. ¿Cómo pudiste ser tan despiadado?”.

Zachary era un hombre de pocas palabras, y tampoco era la clase de persona que tenía la curiosidad de preguntar por otra persona. Sin embargo, él no pronunció una sola palabra incluso cuando me vio obviamente enferma, ¡ni siquiera se inmutó!

“No tenía curiosidad en lo absoluto. Incluso si fueras Joshua, te hubiera dejado ir sola al hospital. Lo mismo".

‘Sí, el despiadado Zachary. Eso tiene mucho sentido. Pero ahora es un hombre que ha cambiado’.

Aunque él odiaba hablar con otra persona, él me regaló lo mejor de su paciencia. Él odiaba hacer muchas cosas, pero él las haría por mí.