El Amor Eterno romance Capítulo 1085

"Jefa, ¿a quién te refieres?".

Tucker estaba confundido por mi pregunta directa.

“Guardaespaldas Sam. Él se convirtió en guardaespaldas después de ser dado de baja del ejército. Es un buen amigo de Dixon y también tiene una prometida ciega".

Tucker se recuperó de su confusión y respondió: “Su pregunta es directa. Es como si estuviera segura de que conozco a esta persona".

"Entonces, ¿lo conoces?".

"Si la jefa desea saber esto, entonces le diré todo lo que sé sin ninguna reserva, ya que esta es mi responsabilidad para con usted, y siempre seré fiel a usted".

El tono del comentario de Tucker... Expresó su sinceridad.

También expresó su dilema.

Él fue astuto y me puso en una situación difícil.

“Bien, no debería ponerte en una posición difícil con este asunto. Me acabé de enterar de una historia especial, y no tengo tanta curiosidad. Supongo que Zachary debe saber de este asunto".

"Sí, jefa".

Tucker accedió rápidamente.

Mi curiosidad aumentó después de colgar el teléfono con Tucker. Sin embargo, ¡sabía que no debería involucrarme en este asunto!

¡Tampoco debería sentir tanta curiosidad por un asunto como este!

Suspiré y sentí un nudo en mi corazón.

Estaba bien si no supiera nada sobre esto. Pero ya que lo sabía, tenía curiosidad. Lo que comenzó como una pequeña astilla de interés se convirtió en una picazón insoportable después de ver las actitudes de Leo y Tucker en relación a este asunto.

‘Qué verdad tan deprimente’.

Deprimente... ¿Por qué pensé en una palabra así?

Seguí suspirando, luego negué con la cabeza y dejé de pensar en eso. Estuve desorientdada en la sala toda la tarde y comí sin pensar antes de dormir desde la noche hasta la medianoche. De repente, alguien tocó la puerta de mi sala. Abrí los ojos y esperé sin decir palabra.

"Presidenta Shaw, las lesiones del señor Moore han recaído".

Me vestí y salí rápidamente.

Él dijo con una mirada profunda: “Señorita, ¿me está evitando? Parece estar manteniendo intencionalmente una distancia. ¿Tiene miedo de que Zachary lo malinterprete?”.

“No somos muy cercanos”, dije.

Mis palabras parecieron herirlo. Su mirada se volvió sombría y dijo: “Sí, tiene razón. Es cierto que no somos cercanos".

La atmósfera de la sala se volvió incómoda de repente.

La tez de Lucas de repente se puso muy pálida. Él cerró los ojos con fuerza y ​​parecía estar soportando algo. Me puse nerviosa y le pregunté: “¿Estás bien? ¿Quieres que llame a un médico?”.

"No cené y mi gastritis ha vuelto".

"Te conseguiré un medicamento para la gastritis".

Salí apresuradamente y la enfermera me preguntó qué estaba pasando. Le dije todo claramente y ella respondió: “El señor Moore acaba de salir de una condición crítica y ahora no puede tomar ningún medicamento. Él tiene que soportarlo".

"¿Qué hacemos?", pregunté.

"Que beba un poco de agua caliente o coma un poco de avena".