El Amor Eterno romance Capítulo 1109

[Zachary: El avión se detendrá durante tres horas en Ciudad Wu. Volveré a casa para verte un rato. Espérame, ¿de acuerdo? Además, duerme un poco. Estaré allí cuando te despiertes].

Di vueltas sin parar porque no podía dormir. Como estaba inquieta, bajé a la sala de estar. Lo pensé un poco y decidí que sería mejor correr al aeropuerto a las dos de la mañana.

Así es. En vez de esperarlo en casa, planeaba ir al aeropuerto.

Si Zachary tuviera que volver a casa, él perdería una hora del tiempo de tránsito. Eso significaba que nuestro tiempo juntos terminaría siendo más corto. Por eso, decidí dirigirme al aeropuerto y esperarlo. De esa manera, podríamos pasar las dos horas completas juntos.

Cuando me di cuenta de que lo vería más tarde y lo abrazaría, me sentí inusualmente feliz.

Estaba de muy buen humor. Henry, de repente, bajó las escaleras para llevarle un poco de agua a mi cuñada. Cuando me vio sola en la sala de estar a esa hora, él preguntó: "Carol, ¿por qué no estás durmiendo?".

"Me dirijo al aeropuerto más tarde", le dije.

Él estaba confundido. "¿Por qué vas al aeropuerto en medio de la noche?".

Incliné la cabeza y dije: "¡Para encontrarme con mi amado hombre!".

Al ver que estaba tan emocionada y con una sonrisa tan alegre, Henry pareció un poco sorprendido. Él dijo con vacilación: "Realmente lo amas".

"Por supuesto. De lo contrario, ¿por qué me casaría con él?”.

Henry se acercó y se sentó a mi lado. Él de repente comenzó a recordar y dijo: “En ese entonces, estabas realmente enamorada de Dixon. ¿Aún recuerdas ese día? En la llamada, me pediste que lo dejara libre. Estaba tan enojado contigo que quería vengarme de la familia Gregg. Pero tú querías estar en buenos términos con Dixon. Recuerdo vívidamente lo que dijiste ese día. Me pediste que lo dejara ir y dijiste que no importaba si sucedía algo peor. La forma en que sonaste ese día...".

"Tú también estabas enamorado en aquel entonces, pero no estabas feliz. Siempre sonabas triste. Ahora, al ver que estás tan emocionada porque vas a ver a Zachary más tarde, finalmente puedo ver cuánto lo amas. Estás realmente feliz ahora. Carol, has encontrado tu felicidad".

Henry siempre fue sincero conmigo, ya que realmente se preocupaba por mí.

Su expresión era desanimada mientras recordaba el pasado. Como él estaba triste, traté de aligerar el estado de ánimo con una sonrisa en mi rostro. "¿Acabas de darte cuenta de eso?".

Henry de repente me acarició la cabeza y dijo en tono de disculpa: "Lo siento, Carol. Pensé egoístamente que te trataba muy bien, pero siempre ignoré tus sentimientos. Nunca quisiste específicamente a Dixon, solo querías ser amada de la misma manera que amas. Ahora tienes esto con Zachary. Sé que mis palabras te lastimaron ayer. No te preocupes. Te prometo que incluso cuando esté trabajando para Dixon, nunca lastimaré a Zachary de ninguna manera. Él es mi cuñado".

Conmocionada, dije: "Pensé que nunca sería capaz de cambiar tu opinión".

“Los empresarios dan prioridad a los beneficios, pero los negocios van y vienen. No hay necesidad de luchar hasta que ambos bandos queden en desventaja. Espero que las cosas estén bien entre nosotros”.

Lo abracé y le dije: "Gracias, hermano".

"Carol, yo era demasiado terco antes".

"Tú también eres muy terco cuando se trata de mi cuñada", le dije.

Su cuerpo se puso ligeramente rígido mientras decía: "Bueno, lo sé".

Luego abrí el termo y le pasé la fiambrera. "Me preocupaba que tuvieras hambre, así que te hice algo de comida. Come mientras aún esté caliente".

Al escuchar eso, Zachary sonrió. De repente me dijo con su voz profunda y baja: “Solo Bel prepararía estos platos caseros para mí. Gracias, lo aprecio. ¿También preparaste esta sopa de pescado?”.

"Sí, pruébala", dije mientras lo servía en un tazón.

Él tomó un sorbo y me elogió: "¡Sabe muy bien!".

“Segundo hermano, date prisa y come”, le dije.

Zachary comió su comida lentamente. Cuando terminó, guardé la fiambrera y el termo junto con los cubiertos. Luego me deslicé en sus brazos rápidamente y me acurruqué en su abrazo. Luego dije en un tono de voz suave: “La ausencia hace crecer el cariño. Así es como estamos ahora. Zachary, he estado extrañando tus abrazos".

Zachary envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y me abrazó. Me senté sobre sus muslos y seguí frotando mi rostro contra su mejilla y sus labios. Él entrecerró los ojos y me dejó hacer todo lo que quería.

Después de mucho tiempo, finalmente me detuve y lo abracé.

"¿Estás cansado?", pregunté.

"Sí. No he descansado lo suficiente últimamente".