El Amor Eterno romance Capítulo 1130

Durante toda la semana, Zachary estuvo ocupado con el trabajo. Al final, nuestro viaje de vuelta a Finlandia se retrasó porque surgió algo.

A mí no me importaba quedarme más tiempo, pero Zachary temía que me sintiera aburrida. Por eso me sugirió que me fuera primero a Finlandia.

Me dijo que no me aburriría en Finlandia porque Yara y Martti ya estaban allí. Acepté su sugerencia y me dirigí a Finlandia esa noche, ya que no quería que él se distrajera en el trabajo preocupándose por mí.

Cuando aterricé en Finlandia, le informé a Zachary de que había llegado sin problemas.

[Zachary: Vuelve a casa pronto].

Para Zachary, Finlandia era su hogar.

Como odiaba viajar en coche, subí al helicóptero y volví directamente a la villa. Cuando llegué a la villa, escuché al Pastor Uno y al Pastor Dos ladrando fuertemente. Cuando llegué a la puerta, los llamé. "Pastor Uno, Pastor Dos, ¡soy yo!".

Empujé la puerta y entré. Cuando me vieron, se tumbaron rápidamente y movieron la cola con fuerza. Me alegró ver lo emocionados que estaban al verme.

Entonces pasé por delante de ellos y entré en la villa. Pastor Uno y Pastor Dos seguían moviendo la cola en la puerta y no se atrevían a entrar. Me sentí mal al ver sus caras tristes, así que los dejé entrar en el salón. Sin embargo, antes de dejarlos entrar, les limpié las patas con un pañuelo de papel.

Los dos pastores estaban bien entrenados. No corrían ni ensuciaban el lugar. Se quedaron a mi lado todo el tiempo. Cuando descansaba en el sofá, se tumbaban a mi lado con la cabeza cerca de mis piernas. Eran obedientes.

Mientras me acomodaba, le envié a Zachary otro mensaje para informarle de que había llegado bien a casa.

[Zachary: Está bien. Estaré allí mañana por la noche].

Ya que pasé un tiempo con él, vi lo ocupado que estaba Zachary a diario. Tenía que viajar constantemente y era duro. Al verlo con mis propios ojos, me sentí mal por él.

Deseaba que él no tuviera que vivir una vida tan agitada. Esperaba que hubiera descansado bien cuando estuviera de vuelta en Finlandia.

Todavía faltaban casi dos días para su regreso.

"Pastor Uno. Dime, ¿por qué la vida del segundo hermano es tan dura?".

Pastor Uno me oyó decir su nombre y levantó la cabeza para mirarme.