El Amor Eterno romance Capítulo 1169

Cuando llegué a casa, el cielo se volvió más oscuro. Vi a Zachary acompañando a los niños en el salón. Mientras tanto, Cedar estaba entrenando con el nuevo guardaespaldas en el patio exterior de la villa.

Le pregunté sorprendida a Zachary: "¿Por qué estás en casa tan temprano hoy?".

"Algunas personas de la empresa salieron a reunirse por la noche".

Me acerqué y le abracé el brazo: "¿No los acompañaste?".

Bel me llamó: "¡Mamá! ¡Abrazo! ¡Abrazo!".

Cargué a Bella, la abracé y le besé la mejilla. Zachary dijo con voz débil: "No me interesa. ¿Has estado cansada últimamente?".

"Estoy cansada, pero he aprendido muchas cosas nuevas".

Al oír eso, Zachary sonrió. Dijo: "No tengo que preocuparme por verte vivir con plenitud. Más tarde, me iré a Islandia para encontrarme con Stefan".

"¿Cuándo volverás a casa?", pregunté.

El hombre puso su mano en mi cintura. "Mañana por la tarde".

"Te acompañaré. Mañana tengo el día libre", respondí.

Zachary me miró con su profunda mirada. Preguntó: "¿No estás cansada?".

"Dormiré más tarde en tu abrazo", dije.

Zachary se quedó sin palabras.

"Segundo hermano, ¿me llevarás contigo?".

El hombre respondió con un suave zumbido.

Le pasé a Bella a Zachary, y él la abrazó entre sus brazos. Saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Summer.

[Caroline: Nos vemos luego].

Summer me contestó rápidamente.

[Summer: ¿Qué quieres decir?].

[Caroline: Voy a ir a Islandia con Zachary más tarde].

Summer me envió un emoticono emocionado en su respuesta.

[Summer: Te espero].

Me levanté y me dirigí a las puertas. Observé a Cedar mientras entrenaba en el patio. Había estado haciendo ejercicio durante el último medio mes. Una vez que se volviera más saludable al comer más nutritivamente, ya no se vería tan cetrino, ¡y crecería más!

Con suerte, acabaría siendo tan alto como Zachary.

Me volteé y miré a Zachary. Era una persona alta y de complexión fuerte, por eso no parecía un palo. Tenía una proporción corporal perfecta, por lo que era simplemente encantador.

Yo sabía exactamente lo desarrollados que estaban esos músculos que tenía debajo de la ropa. Lo más maravilloso era que tenía un aspecto encantador y no parecía un fisicoculturista en absoluto.

Era una perfecta creación de Dios.

Zachary levantó ligeramente la barbilla y me miró al notar mi intensa mirada. Su mirada parecía clara.

Sonreí y desvié la mirada hacia Cedar, quien seguía entrenando duro en el patio.

Su mentor, aquel guardaespaldas, era una persona fuerte. Bueno, al menos yo pensaba que era bastante poderoso. Recordé que su nombre era Sam Young.

Sin embargo, su nuevo guardaespaldas también era otra persona silenciosa. Cuando ambos estaban juntos, eran muy silenciosos. A veces me preocupaba si Cedar acabaría siendo tan reservado como Zachary.

Retiré mi mirada y volví al lado de Zachary. Le comenté mi preocupación y le pregunté preocupada: "¿Y si Cedar tampoco habla mucho en el futuro?".

Zachary me preguntó débilmente: "¿Le gusta hablar ahora?".

"Eso es cierto. Ya es bastante callado".

"Su entorno lo convirtió en una persona callada y reservada. No te preocupes por su carácter".

Dije demasiado rápido: "Me preocupa que sea como tú, segundo hermano".

La expresión de Zachary se volvió hosca: "¿Qué tiene de malo mi carácter?".

"Bel, estoy practicando mi caligrafía".

"¿Por qué estás practicando caligrafía ahora? ¿Para calmarte?".

Solo entonces Zachary comprendió por fin lo que realmente quería decir.

Dejó el bolígrafo y suspiró. "Lo has hecho a propósito".

Me reí y sonreí. "Solo te estoy tomando el pelo".

"Todavía tenemos cinco minutos. Ve a prepararte y nos iremos pronto".

"En Islandia hace frío. Iré a cambiarme".

Yo era particularmente débil al frío, así que me puse unas cuantas capas debajo para mantenerme caliente. También metí unos cuantos paquetes de calor en mi bolsa. Tenía miedo de que me diera hambre por el camino, así que también llevé algunos bocadillos y bebidas.

Salí y me fui con Zachary. Antes de irnos, abracé a los pequeños por un momento y le recordé a Cedar que cuidara bien de su hermano y hermana menores.

El asistente Yair no nos acompañó. Zachary y yo subimos al helicóptero. Después de subir, me quité la chaqueta porque sentía calor.

Zachary me miró y me preguntó: "¿Cuántas capas te has puesto?".

"En Islandia hará frío", dije.

"Bueno, por la noche hará mucho frío".

Después de tres horas, el piloto dijo de repente: "Señor Schick, el sistema de navegación está averiado. No puedo buscar la ruta correcta".

Miré al frente rápidamente. Estábamos rodeados por una vasta cordillera de montañas nevadas.

Zachary mantuvo la calma y dijo: "El helicóptero nunca ha tenido problemas. El asistente Yair se aseguró de que el técnico siempre lo revisara antes de partir".

Hubo un repentino estallido de risas desde el helicóptero.

"¡Zachary, vete a la m*erda!".