El Amor Eterno romance Capítulo 1268

Dijo que no era nada importante, eso solo significa que él estaba herido.

Llena de culpa, me disculpé, "Lucas, lo siento...".

"No te dije nada porque temía que te sintieras culpable. Señorita, ¿y tú? ¿Por qué estabas cerca del hospital? No solo eso, te quedaste en la habitación. Me acuerdo de ese hombre que se fue, Clifford Shaw".

Elaine volvió a mi mente. Cuando pensé en eso, hubo un gran dolor que me creció desde adentro. No pude contener mi tristeza y sentí un fuerte impulso de llorar.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero le pregunté a Lucas con una sonrisa: "¿Reconociste a Clifford?".

“Nos hemos visto varias veces y me pareció familiar. No tengo tan mala memoria, después de pensarlo un poco me acordé de él".

Asentí y fui a sentarme en el sofá. Le expliqué: “Tengo una amiga a la que le gustaba Clifford. Ella falleció hace poco".

¡Rompí a llorar al instante cuando mencioné la muerte de Elaine!

Lucas se acercó casualmente y se sentó a mi lado. Él solía ​​ser psicólogo, sabía que necesitaba un oído atento en ese momento.

"Señorita, ¿puedes contarme algo sobre ella?".

Negué con la cabeza, luego asentí y dije: "No estoy segura de lo que debería decir. Solo puedo recordar justo antes de que entrara a la sala de operaciones. En sus últimos momentos, me tomó la mano con fuerza y ​​me preguntó si saldría viva de la sala de operaciones".

Bajé la cabeza y me tapé la cara con las manos. Lloré con extrema tristeza.

“Lucas. Ella era una persona muy orgullosa, tanto que no cedía ante la realidad. Aunque ella deseaba desesperadamente a Clifford, ¡podía controlarse para estar lejos de ese hombre que la lastimaba!”.

"También era muy amable. Solo por una vecina que la trataba bien, ella deliberadamente actuó como una matona arrogante y rica para darle una lección a su esposo. No solo eso, ¡le dio una gran suma de dinero en efectivo para que él pudiera cuidar de su familia! Era empática, inteligente y amable. Sin embargo, el mundo no fue justa con ella. Ciudad Wu tampoco la trató con la suficiente amabilidad. ¡Y al final murió!”.