El Amor Eterno romance Capítulo 1287

Después de terminar mi llamada con Lucas, seguí recordando el tono que utilizó cuando hablamos antes. Parecía que tenía prisa. Era raro que él se comportara así, pues siempre había sido una persona tranquila.

Me quedé extrañada durante un momento, pero no pensé más. En ese momento, Zachary entró en la habitación. Me vio recostada en la cama y me preguntó: "¿Estás cansada?".

Sacudí la cabeza y le dije: "Es cómodo estar recostada".

Zachary se sentó a mi lado. Me acerqué y apoyé la cabeza en sus muslos. Él me acarició suavemente la mejilla con la palma de su mano.

"¿Por qué no pasas más tiempo con tu madre?", le pregunté.

"Es solo mi personalidad. Ya es más que suficiente para mi".

La personalidad de Zachary era usualmente fría.

Aun así, yo lo conocía bien. Era el tipo de hombre que enterraba todos sus pensamientos en su mente.

Me abracé a su cintura y cerré los ojos mientras disfrutaba de nuestro tiempo juntos. No dije nada, y él también permaneció en silencio.

Vio lo callada que estaba y me preguntó: "¿Por qué estás tan callada?".

Me quedé sin palabras. No quería hablar con él, así que cerré los ojos y fingí estar dormida.

Por alguna razón, me dormí rápidamente en su abrazo. Tal vez, fue porque me sentí incómoda antes, o porque mi corazón se agobió tanto antes. Si no, tal vez fue porque me quedé despierta hasta tarde la noche anterior.

Cuando me desperté de nuevo, me encontré con el abrazo de Zachary. Mientras tanto, él estaba leyendo tranquilamente un libro.

Le pregunté: "¿Te has quedado aquí todo el tiempo?".

"Mm. ¿Has dormido lo suficiente?", me preguntó.

Por lo general, nunca lo rechazaba cuando él me deseaba. Sin embargo, en ese momento no estaba de humor y él tenía heridas en la espalda.

Lo besé suavemente en la mejilla y le expliqué: "Tengo que negarme. Todavía estás herido y yo estoy bastante agotada".

Zachary no siguió después de escucharme. Enterró su cabeza en mi cuello y me mordisqueó la piel con los dientes.

Incliné la cabeza inconscientemente y pregunté: "¿Qué estás haciendo?".

Naturalmente, Zachary no me contestó. Los dos nos quedamos en la cama abrazados durante mucho tiempo. Finalmente, me levanté y fui a tomar una ducha.

Mientras tanto, las palabras de Lucas se repetían en mi cabeza. Tenía que cuidar bien mi cuerpo y no agobiarme. Con eso sobre la mesa, ya no podría ir a Espoo tan a menudo.

Había tomado una decisión. No pensaba volver a Espoo después de asistir al funeral de Elaine. Informaría a Zachary de mi plan más tarde, por la noche, después de llegar a la Ciudad S.