Resumo de Capítulo 13 – El Amor Eterno por Internet
Em Capítulo 13, um capítulo marcante do aclamado romance de Romance El Amor Eterno, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de El Amor Eterno.
Summer y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, mucho antes de mi encuentro con Dixon Gregg, así que ella sabe acerca de mis sentimientos por él desde el inicio.
Ella sabía que solo tenía una contraseña para todo y estaba relacionado al día en que conocí a Dixon.
Fue el 27 de diciembre del 2009. La primera nieve de ese año empezó a caer ese día.
“Carol, te ves pálida. Deja de forzarte a sonreír”.
“No es así. Creo que solo hace demasiado frío”.
Hablé un poco más con ella en la casa de té y me fui. En mi camino de regreso, un número desconocido me llamó.
Respondí la llamada y pregunté, “¿Quién es?”.
“Soy la Sra. Gregg. Gwen Worth”.
Me burlé y dije, “Ni siquiera se han casado aún”.
Gwen pausó por un segundo y procedió a decir forzosamente, “Lo sé. Es simplemente cómo me identifico. Estoy destinada a ser la esposa de Dixon y tú has retenido ese título por tres años. Caroline Shaw, he esperado por él y te he observado a su lado por tres años. Ahora, es hora de que finalmente dejemos las cosas claras. Es mi turno de obtener lo que quiero. Todos me admiraran por ser la Sra. Gregg”.
¡Qué persona tan ridícula! Ella no parecía entender que el título de Sra. Gregg no era suficiente para ganarse el respeto de las personas.
Ella tendría que mostrar respeto por sí misma y dignidad y al mismo tiempo ser discreta y serena.
No estaba interesada en darle sermones a ella, así que simplemente le dije, “Seguro”.
Ella prosiguió hablando y comenzó a sentir pena por ella misma. Gwen dijo en un tono perturbado, “Yo realmente no te he culpado por tu matrimonio con Dixon. Aún si ustedes dos no se hubieran casado, alguna otra mujer de alguna familia rica y poderosa hubiera hecho lo mismo. Ellas no serían tan amables cómo tu. No me hubieran dejado en paz todos estos años en ese caso. Supongo que debo agradecerte por eso”.
Aún seguía desinteresada. “Seguro”.
Siendo honesta, nunca fui una persona amable. Simplemente no me interesaba jugar a tonterías con ella.
“Sé que he hecho muchas cosas malas, pero solo porque anhelaba ser la Sra. Gregg”.
Después de una corta pausa, dijo con un tono burlón, “Soy la Sra. Greeg, Gwen Worth”.
Le recordé fríamente, “Aún no están casados. Su padre aún no ha accedido a eso”.
Sabía desde mi experiencia personal que nadie podía estar seguro de como las cosas se darían.
Especialmente cuando estaban enfrentando a alguien que amaban…
Se rio suavemente entre dientes. “Es solo una cuestión de tiempo”.
Ella estaba intentando provocarme, pero no me forcé a prestarle más atención a ella.
Colgué el teléfono y puse su número en la lista negra. Cuando levanté la mirada, parecía que estaba viendo a una figura familiar nuevamente. Parpadee y me encontré con la calle vacía. Había estado teniendo alucinaciones.
Sacudí mi cabeza y conduje a la playa. Mi boda con Dixon había tenido lugar ahí. Tan pronto como llegué a la playa, recibí una llamada telefónica de Dixon. “Qué coincidencia”. Él preguntó en voz baja, “¿Por qué me has estado evadiendo estos días?”.
Él me había estado llamando para salir con él, pero lo he rechazado cada vez. Incluso le he dicho algunas palabras fuertes. Sin embargo, él ha estado fastidiándome y me ha dicho muchas cosas inexplicables.
Miré las olas. “¿No sabes por qué?”.
“Lo sé. Puedo prometerte que no veré a Gwen Worth antes de la boda. Durante estos dos meses, me enfocaré en salir contigo. Caroline, siento pena por ti”.
Quizás, él finalmente se dio cuenta que había sido malo conmigo por años. Por eso él siente lástima por mí.
Dije burlándome de mí misma, “Dixon, ¿De verdad crees que eso es lo que quiero?”.
“Caroline, sé que quieres salir con alguien y sentirte amada. Recuerdo que me preguntaste si yo podía hacer eso por ti. Incluso me pediste el divorcio y me cediste la Corporación Shaw. Ahora que estamos divorciados, aún no has conseguido nada de lo que deseaste. Odio aprovecharme de ti. Va en contra de mi naturaleza. Déjame darte lo que quieres, de lo contrario, ¡toma de regreso la Corporación Shaw! No la aceptaré como un regalo gratis”.
Luego de colgar el teléfono, me di cuenta que mi cuerpo completo había estado rígido todo el tiempo.
Nunca había esperado que él aceptara mis términos.
Nunca había esperado que tuviera tanta suerte como para tenerlo a mi lado en mis últimos días.
Me limpie los ojos y estaba un poco sorprendida de encontrarlos húmedos con lágrimas. Tuvo que haber sido por el viento. ¿Por qué otra cosa lloraría?
El viento proveniente del mar debió haber sido muy fuerte para mis ojos.
Regresé a casa y esperé hasta la media noche para que Dixon me llamara de nuevo, pero nunca lo hizo. No le preste mucha atención, aunque estaba un poco decepcionada. Me pare frente a las ventanas francesas y espere, no estaba segura de que estaba esperando. Quizás esperaba que él estuviera parado en el primer piso como aquella noche en la nieve.
Él podría ser el viento fresco de las montañas y la luna brillante en la noche estrellada siempre y cuando él lo quisiese. Olvidando todo el bien y mal del pasado, Estaba lista para hacer las paces. Justo ahora, solo quería verlo sonreír desde abajo de las escaleras.
Dixon se tuvo que haber arrepentido. Sabía que nunca rompería su promesa y por eso pensé que había estado posponiéndola por su remordimiento. Había esperado por él tres días en casa desde nuestro acuerdo de salir juntos. Sin embargo, no había llamado en absoluto. Ni siquiera me había escrito.
Perdí toda esperanza, y fue ahí cuando Dixon me llamó.
Lo ignoré a propósito y fui a tomar un baño en su lugar.
Salí del baño y sequé mi cabello. Me serví un vaso de vino tinto y encontré un libro para leer frente a la ventana francesa. El cuarto estaba cálido como de costumbre, había una lluvia repentina de invierno afuera. Me voltee a ver hacia afuera de la ventana. Lo que vi me dejó atónita al instante.
Dixon estaba en la entrada de la Villa con un paraguas negro en sus manos. El llevaba puesto el abrigo azul marino hasta las rodillas con una mano en uno de sus bolsillos.
Ni siquiera note cuando él había llegado allí abajo.
Seguía siendo de día, así que me vio desde el primer piso. El vio que me percate de él y me sonrió cálidamente. Sacó su mano de su bolsillo y movió el teléfono en su mano, haciéndome gestos para que contestara el teléfono.
Vacilé por un momento antes de buscar el teléfono y contesté. “¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí?”.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: El Amor Eterno