El Amor Eterno romance Capítulo 132

Resumo de Capítulo 132: El Amor Eterno

Resumo do capítulo Capítulo 132 de El Amor Eterno

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Dixon no tenía idea de la rivalidad entre la familia Shaw y Cinque. Él inclusive se esperanzó en que al casarse con Cinque, ella tendría compasión en tratarme.

Cinque apenas conocía a Dixon, así que, ¿Por qué ella querría casarse con él? Ella claramente sabía de nuestra relación.

Ella quiso separarnos, arriesgando su propio matrimonio.

“Buscaría la forma de hacer que ella te tratara”, Dixon declaró con confianza, sin duda alguna. Me liberé de su agarre, mirándolo a los ojos.

“¿Qué tal si se rehúsa?”, pregunté. Él apretó sus labios.

“Ella propuso una oportunidad”, él admitió.

¿Qué oportunidad? ¿La oportunidad de casarte con ella?

Me reí de lo ridículo que sonaba. “No necesito esta caridad”, solté.

Mientras me daba la vuelta para entrar en el coche, Dixon me atrapó y me agarró por la muñeca.

“Carol, vayamos a casa juntos”, suplicó él suavemente. El hogar al que se refería era la villa.

“Dixon, rompamos”.

Era agotador continuar así. No podía permitirme dejarle herirme una y otra vez, especialmente cuando había afirmado que era por mi propio bien.

Con los ojos hundidos, Dixon se inclinó y me sostuvo mis mejillas contra sus palmas. Con una voz temblorosa, tartamudeó, “Carol, nunca te dejaré ir. No importa que pase en el futuro, siempre estaré a tu lado”.

“¿Te casarás con ella?”, pregunté, alejándolo.

Tenía que valorarme a mí misma una y otra vez que aun si pudiese devolver el tiempo, no perdonaría a Dixon sin importar que. Hoy, me rendí.

Él parecía anhelar ver mi recuperación, así que accedió a la solicitud irrazonable de Cinque. Él no parecía pensar en las consecuencias. Él estaba aterrorizado de perderme.

Estaba agotada.

Mi vida estaba al límite. Todo lo que siempre quise era un simple y hermoso amor, y no ser engañada nunca más. Especialmente no del hombre que estaba a mi lado.

No me importaba si Cinque era capaz o estaba dispuesta a curarme. Ya había decidido no aceptar el tratamiento de mi enemiga.

Dixon dudó en contestar mi pregunta. “Oraré por tu salud”. Él suavemente acarició mi rostro.

“Dixon, me rehúso a dejar que Cinque me trate”.

“¿Qué fue lo que sucedió entre ustedes?”, Dixon preguntó. “ella dijo que ustedes eran cercanas, así que, ¿por qué insistiría en separarnos? Carol, ¿Ella te guarda rencores?”.

No había tensión entre Cinque y yo exclusivamente, solo entre la familia Shaw y Cinque. El conflicto era profundo, y yo solo casualmente era parte de la familia Shaw.

Expliqué todo lo que sabía acerca del conflicto. “Ella solo hizo esto para separarnos. Déjame ser franca. Este era el primer paso de su plan”, especulé.

Cinque quiere mi riñón.

Dixon estaba atónito después de que le contara la tensión entre Cinque y la familia Shaw. “No me haré ilusiones con ella, pero tú aún debes curarte de esa enfermedad. Carol, tengo miedo de perderte de nuevo”, él rogó.

Miré a sus ojos y observé mi propio reflejo. Mi rostro estaba pálido y cansado como si toda subsistencia hubiese sido drenada de mí. Estaba agotada, y mi corazón estaba mancillado.

“Dixon, ya no quiero seguir jugando este juego del amor más”.

Había demasiadas cosas que podrían pasar en el futuro, y no podía soportar el arriesgar ser herida nuevamente. Dixon mantuvo su silencio. Él finalmente me dejó ir de su agarre. Yo encendí el coche y conduje a mi condominio. Después de llegar, saqué mi móvil y vi un mensaje de Dixon.

“Hermana Caroline, me rendí con él”.

Ella debía estar hablando de Lance. Estiré mis brazos, frotando mis sienes. No podía encontrar palabras para responder a su mensaje. “¿Qué sucedió?, pregunté cortésmente.

Puse mi teléfono boca abajo y fui al baño a refrescarme. Cada vez que estaba en Ciudad Tong, no llevaba maquillaje y solo vestía ropas simples. En Ciudad Wu, era una persona totalmente diferente. Solía vestirme elegantemente, con un sentido de la moda refinado.

Me cambié a un vestido cóctel con un diseño distintivo. Un dragón había sido bordado en mi falda y mangas, con seda plateada en un lado de mis mangas.

Era hermoso, un diseño de alta calidad.

Usé corrector para cubrir mis cicatrices. Enricé mi cabello largo, fijando mi cabello con dos pinzas de diamantes para el cabello a un lado de mis orejas.

Inclusive me puse delineador de ojos para un efecto ojo de gato.

Me veía deslumbrante en el reflejo del espejo. No me veía tan fea como Zachary había mencionado.

Su declaración quedó por siempre grabada en mi corazón. Era en efecto una sorpresa para mí. Si tuviese la oportunidad, me hubiese removido las cicatrices.

Tomé mi medicamento y agarré las llaves del coche, conduje de vuelta a la compañía.

Llegué a la oficina más temprano de lo usual, pero mi asistente ya estaba allí trabajando.

“¿Había estado la Corporación Shaw ocupada en estos dos días?”, pregunté mientras caminaba hacia él.

“Las órdenes de la familia Yale han sido activadas”, explicó él pacientemente.

“Esta noche, los Yale estarán dando un banquete, y usted ha sido invitada. Simplemente no podemos rechazarlo. Necesitaremos tomar un vuelo a la Ciudad A esta tarde”.

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