El Amor Eterno romance Capítulo 1327

Zachary miró hacia la sala cuando escuchó lo que dije. Luego, retiró la mirada y me dijo tranquilamente: "Siempre ha sido elegante".

"Vamos a servirles y a cenar".

Mientras comían, Luna y Zachary volvieron a discutir sobre la fiesta. Entonces él se decidió y dijo: "Madre, no tienes que discutir todo en detalle conmigo. Haré que el Asistente Yair te ayude y podrás decirle lo que necesitas que se haga para la fiesta. Por cierto, tengo previsto invitar a algunas celebridades para el evento. Además, he dado instrucciones al Asistente Yair para que invite a los famosos cantantes de ópera que mencionaste. El resto está bien y depende de ti".

Zachary fue directo con su decisión y Luna no estuvo en contra de ella.

"Claro, entonces lo haremos".

La decisión de Zachary nos dejó satisfecha tanto a Luna como a mí. Mató dos pájaros de un tiro. Luna sabía que Zachary se comprometía con sus ideas, así que no fue exigente.

Probablemente no era bueno llamar a mi suegra exigente.

Déjame cambiar el término, es agresiva.

***

Zachary siempre fue un hombre de pocas palabras, así que solo respondía cuando alguien le hacía una pregunta. Mientras tanto, yo no hablaba mucho porque Luna estaba cerca.

Luna tuvo una conversación informal conmigo. La relación que teníamos...

¡¿Cómo debería decirlo?!

Éramos como extrañas que se trataban como invitadas. Éramos demasiado cautelosas la una con la otra y nos acomodábamos al mismo tiempo.

Después de la cena, Luna tomó la iniciativa y se ofreció a limpiar. Zachary y yo volvimos a lahabitación. Había un proyector en la habitación que podía reproducir películas.

Zachary me abrazó y vimos una película en la cama. Media hora después, él se marchó y bajó al sótano. Cuando terminé la película, fui a buscarlo al sótano. Estaba sentado en el sofá con aspecto cansado mientras disfrutaba de su champán. Me acerqué y vi su flequillo mojado.

Le pregunté: "¿Has hecho ejercicio?".

Respondió con un ligero zumbido y me agarró de la muñeca. Me atrajo hacia sus brazos y respiró profundamente, exudando su fuerte encanto.

"Los entrenamientos extremos reabrirán tus heridas", le recordé.

Zachary se levantó y dijo: "Conozco mis límites".

Había un ligero olor a alcohol en Zachary. Lo empujé y entramos al ascensor. De repente se rio y preguntó: "¿Qué estás haciendo?".

"Hueles bien", replique.

El hombre me abrazó y me preguntó: "¿Me has empujado porque huelo bien?".

"Quiero olerte más de cerca".

Me puse de puntillas y le susurré a Zachary al oído: "Antes mencionaste usar otros métodos. Supongo que podemos probarlo más tarde".

Zachary entrecerró los ojos. En cuanto salimos del ascensor, me llevó a la habitación. Le recordé: "¡Ducha!". El hombre dijo con voz baja y ronca: "¡Ah! ¡Qué pérdida de tiempo!".