El Amor Eterno romance Capítulo 1455

Wallace era una persona importante para mí. A pesar de eso, tenía mi propia familia.

Además, él no tenía ninguna responsabilidad sobre mí. Zachary era el único quien tenía esa responsabilidad.

Mi relación con Wallace era muy diferente comparada con la de Zachary.

Dije en voz baja: “Es una relación diferente. Una vez tuviste esposa e hijos. ¡Sabes cómo se siente y conoces el deseo de sobrevivir! Aprenderás acerca de tus responsabilidades y entenderás que no solo eres tú. ¡Le perteneces a tu esposa e hijos!”.

Él dijo con confianza: “Nunca tendré una esposa e hijos. Sé que te importa Florence, pero no tengo sentimientos hacía ella. Además, lo que le hice a ella no tiene perdón”.

Le pregunté vacilante: “¿Qué le hiciste?”.

“Lo más triste en el mundo”, respondió Wallace.

Wallace no quiso darme los detalles, así que no pregunte demás.

Ambos nos sentamos en el pasillo y observamos el jardín en silencio. Aunque ya no estaba lloviendo, el clima estaba algo frío. A duras penas pude soportar el frío.

Cuando quise regresar a mi habitación, Bambi abrió la puerta y empezó a llorar.

“Papi, ¡Quiero a papi!”.

Le recordé a Wallace: “Tu preciosa está llorando”.

Wallace ignoró a Bambi y dijo: “No es asunto mío. No fui yo quien la molestó. Ella se despertó y quiere a su papi, pero yo no soy su papá”.

“Papi, quiero a papi…”.

Como una niña mestiza, Bambi tenía rasgos marcados, y su cabello era rubio. Además de eso, ella no era muy diferente de nosotros. Era naturalmente pálida. Eso me hizo sentir nerviosa.

Llame a Bambi con un gesto.

Bambi se quedó quieta donde estaba. Cuando ella vio que Wallace la ignoró, se lamentó y se escuchaba aún más triste.

“Mami, quiero a mi mami. Quiero a mi mami. ¿dónde está? ¿Ya no quiere a Jeanette?”.

Bambi habló en catisiano, y Wallace la miró con sorpresa. Él dijo: “¡Su catisiano es muy bueno!”.

Bambi se le quedó mirando fijamente. Sus ojos húmedos parecían lastimeros y tristes. Ella de repente miró hacia Zachary y Cedar. Gritó: “Allí hay un hermano guapo”.

Bambi ignoró a Wallace. En su lugar, ella regresó a su habitación, y estaba descalza. Luego, Wallace la siguió a su habitación, Bambi comenzó a llorar fuerte nuevamente.

Escuché a Wallace entrar en pánico y decir: “No te hice nada”.

“Quiero a mi mami, no quiero al Tío…”.

Wallace se quedó sin palabras.

“Mami, odio a papi”.

“¡No soy tu papá!”.

“Oh. Te llame mal otra vez”.

Wallace estaba perplejo.

“Quiero a mami…”.