El Amor Eterno romance Capítulo 1548

Mi dolor se alivió mucho después de tomar los analgésicos.

Zachary no volvió a la sala. Esperé hasta que el goteo intravenoso de Bella finalizara. Entonces, salí de la sala porque quería llamar a una enfermera para que le cambiara la solución intravenosa.

Me asusté un poco cuando vi al hombre de pie fuera de la sala. Zachary escuchó mis pasos, así que se dio la vuelta y me miró.

Su mirada seguía siendo la misma, tan familiar y a la vez tan extraña cuando sus ojos se toparon con los míos. Había una frialdad insondable en él.

Cuando Bella aún estaba cerca, conseguí armarme de valor y pude enfrentarlo. En el momento en que Bella no estaba conmigo, simplemente tenía demasiado miedo para decir algo.

Saqué a relucir a mi hija y mencioné: "La fiebre de Bella ya ha desaparecido casi por completo. Debería mejorar pronto. Haré que la enfermera le cambie la medicina".

Zachary respondió con un leve zumbido. "Ve".

Me fui rápidamente, como si acabara de recibir una orden suya. Unos dos pasos después, miré hacia atrás y me quedé mirándolo. Entonces, me di cuenta de que había estado mirando en la misma dirección.

Le pregunté con cautela: "¿Tal vez deberías entrar?".

Con él, simplemente me volvía demasiado tímida y cobarde. Sabía que mi reacción era un sentimiento erróneo, pero no dejaba de pensar en lo que le había hecho cada vez que me enfrentaba a él. Me sentía culpable.

Rápidamente me di la vuelta y me fui a toda prisa.

Fui a pedir ayuda a una enfermera, ella buscó una nueva botella de solución de goteo intravenoso y me siguió hasta la sala. Mientras volvíamos a la sala de Bella, la enfermera sonaba como una dama encaprichada al preguntar: "Hay un hombre guapo que lleva mucho tiempo fuera de la sala. ¿Qué relación tiene con la niña?".

Respondí con voz ronca. "Es el padre".

"Oh", respondió con un tono de decepción al escuchar mi respuesta, pero rápidamente cambió a un tono indiferente y dijo: "Esa niña es hermosa, y se parece a él".

Después de eso, me preguntó: "¿Cuál es su relación con la niña?".

Yo le pregunté a su vez: "¿Quién más se quedaría al lado de una niña? A juzgar por su tono de antes, ¿está interesada en mi esposo?".

La enfermera se dio cuenta de que la estaba ridiculizando. Inmediatamente se disgustó y dijo: "¿Cómo pueden ser pareja unos desconocidos como ustedes? Nunca los he visto a ambos hablando".

"¿Por qué tenemos que hablar delante de usted?".

La enfermera me preguntó: "¿Tienen ambos una mala relación?".

Le advertí: "La última enfermera que estuvo enamorada de él fue despedida".

No fue tan simple como ser despedida.

Fue...

No era un recuerdo agradable de recordar.