El Amor Eterno romance Capítulo 1553

Anteriormente, le confesé mi amor innumerables ocasiones. Le dije que quería estar con él, pero nunca me dio una respuesta. En cambio, siguió enseñándome lo que era el amor.

El amor era simplemente puro e impecable en el corazón de Zachary. No había otra persona.

Sin embargo, yo cometí lo que él consideraba tabú y le hice dudar de su propio amor.

Esa era la cuestión, el principal problema.

Dejé escapar un suspiro. Por alguna razón, sentí que me dolía el abdomen nuevamente.

Siempre había sido débil y me enfermaba con facilidad. Para ser sincera, una mujer como yo no merecía el amor. No era digna de merecer a un hombre perfecto como lo era Zachary. Aun así, él simplemente llegó a mi vida como un rayo de sol que iluminó mis mañanas.

Antes de que él apareciera, estaba ahogada en una completa oscuridad. Desde que llegó a mi vida, mi mundo se volvió más brillante.

Nunca antes había experimentado el amor y las caricias que me dio. Me acogió y toleró tanto, que nunca me hubiera atrevido a imaginarlo antes. Me enseñó el respeto mutuo y la confianza incondicional entre dos personas.

Me hizo vivir experiencias inéditas que nunca antes había podido experimentar.

La forma en que Zachary me brindo su amor se sintió como un maestro y un amigo. Me hizo más mujer con sus cuidados.

Zachary siempre había sido el dador en la relación. Me dio mucho más de lo que yo le di a él. A lo largo de los años que lo había conocido, disfruté ciegamente del amor que me daba. Mientras tanto, yo nunca le ofrecí nada.

De hecho, le hacía daño una y otra vez.

"Zachary, ¿cómo debo explicártelo?".

Sinceramente, no podía justificarlo.

Mi complejo de inferioridad estaba creciendo. Zachary siempre había sido perfecto e impecable, pero yo estaba plagada de problemas.

A decir verdad, nunca había sentido nada por otros hombres. De hecho, me mantenía alejada de ellos. Sin embargo, a veces mis acciones cruzaban el límite debido a mi simpatía.

No podía ver morir a Lucas delante de mis ojos.

Esa era la cuestión principal en la que se originaban los problemas. También comprendí la necesidad de que debía resolverlo todo antes de continuar la conversación con Zachary.

Sin embargo, mis promesas no tenían ningún peso. Mi compromiso no tenía ningún valor ante los ojos de él. Eso era lo que más me preocupaba.

Mi mente no dejaba de dar vueltas en un tren de pensamientos. Mi cabeza se sentía pesada y me estaba comenzando a sentir mareada. Por más que pensaba, no encontraba la manera de resolverlo.

Solo me hacía sufrir más.